Un Óscar por cada década. Así podría resumirse la continua, excéntrica y ciertamente inquietante presencia de Jack Nicholson en lo más mainstream de la industria durante los 70s, 80s y 90s. A Hollywood le gusta, de vez en cuando, legitimar a sus hijos más díscolos y Nicholson, después de todo, ha sido siempre un orgulloso miembro de la comunidad. Hoy, a sus 87 años y retirado de las pantallas desde 2010, el actor se deja ver más bien poco e incluso ha abandonado casi por completo su última ocupación conocida: la de ser el anfitrión 'de facto' de las celebridades que acudían a ver los partidos de los Lakers. No se le puede pedir más.
La leyenda dice que las tajas y colocones que aparecían en 'Easy Rider', ese clásico motero de 1969, eran tan reales que el set era poco menos que incontrolable. Vista así, la brillante 'actuación' de Nicholson no parece ya el ejercicio de virtuosismo que es, sino una interpretación canábica de 'el método'. Pero sea como sea, la performance de la entonces emergente estrella, ha quedado en la memoria como una de las más brillantes de comienzos de los 70.
Uno podría esbozar la personalidad de Nicholson como la suma de sus roles: puede ser un rebelde sonriente como 'Easy rider', peligroso como el Jack Torrance de 'El resplandor' (1980), perturbadoramente hilarante como el Joker en 'Batman' (1989), romántico a su pesar como el Melvin de 'Mejor imposible' y un viejo cascarrabias como en 'A propósito de Schmidt' (2002). Hay actores que desaparecen en sus personajes y otros que hacen que sus personajes se expresen a través de ellos. Nicholson pertenece a estos últimos.
Tal vez la razón para ello sea la ingente reserva de experiencias emocionales del actor. Para muestra, un botón: como te contábamos aquí, "el padre de Nicholson abandonó a su familia antes de que él naciera y siempre fue una figura de autoridad desconocida, pero a los 37 años el actor descubrió que la que él pensaba que era su madre era en realidad su abuela y June, quien él conocía como su hermana, era su madre biológica: June le había tenido de adolescente, su madre se hizo cargo del bebé para evitar la vergüenza en el pueblo y ese fue el motivo por el que el padre de familia abandonó el hogar. Para cuando se enteró de esto (a través de un periodista de 'Time' que estaba trabajando en un perfil sobre él), tanto su madre biológica como la adoptiva ya habían fallecido".
Las secuelas de esas marcas emocionales pueden verse en cintas como 'Mi vida es mi vida' (1970) 'Alguien voló sobre el nido del cuco' (1975) o 'La fuerza del cariño' (1983), pero también en su vida personal: ha tenido seis hijos con cinco mujeres... ninguna de las cuales es el amor de su vida, Anjelica Huston, con quien tuvo una relación entre 193 y 1990. El firmaba sus regalos como 'Tu cerdo, tu Jack' y ella aseguraba que lo suyo era un amor "sin esperanza pero eterno".
Se ha dicho de Jack que sedujo a más de 2000 mujeres. Es el tipo de cuantificaciones que hacía cierta prensa en el s. XX, pero si la idea es explicar su capacidad de 'seducción', más que inventar números o dar cuenta de sus excesos con las drogas o sus boutades, que las hay, y muchas, es probable que una de sus frases diga más de él: "Las mujeres me han enseñado la mitad de lo que sé, y han aplicado la otra mitad". Parece cínico tratándose de un actor que representaba los años más bestias del patriarcado en Hollywood, pero como dice su personaje en 'Mi vida es mi vida': "Supongo que lo mejor que podría hacer es disculparme, pero tu y yo sabemos que nunca he sido muy bueno para eso".