‘Titanic’ es uno de los grandes titanes de la gran pantalla. Pocas personas quedan en el mundo que no hayan quedado fascinadas con su historia. La película de James Cameron cautivó a finales de los 90 al público y durante estos años se ha convertido en un clásico de la gran pantalla que ha ido ganando adeptos con las nuevas generaciones que quedan maravillados con muchas de las escenas que Kate Winslet y Leonardo DiCaprio nos regalaron en la cinta, aunque para ellos no todo fuese tan maravilloso.
Ha sido la propia actriz la que en una reciente entrevista con Vanity Fair explicaba que el resultado del rodaje fue francamente maravilloso, pero que lo cierto es que la grabación de algunas escenas no fueron tan idílicas como lo aparenta en la película
Winslet se refiere a la mítica escena en la que ella y DiCaprio, en los papeles de Rose y Jack, comparten uno de los momentos más importantes de la película en la puesta de sol sobre la barandilla del transatlántico antes del trágico choque contra el iceberg, momento en el que, ante la emoción, los personajes se funden en un profundo beso.
“Qué pesadilla fue grabar eso”, admite ahora la intérprete, que afirma que tuvieron que grabarla unas cuatro veces porque “James estaba empeñado en alcanzar una luz muy específica. No me extraña que todas las chicas jóvenes quisieran besar a Leonardo”.
Ahora Winslet bromea al ver esa escena casi 30 años después porque no sabe cómo podía respirar con ese corsé subida a aquella barandilla, algo que cómodo no fue. “Mis tetas estaban prácticamente a la altura de mi barbilla”, recuerda a la vez que también comenta que durante aquella escena no paraba de golpearse las rodillas con la barandilla.
Aquella escena se grabó con una parte reducida del equipo, por lo que ella se encargó de su propio maquillaje, pero también del de DiCaprio, y asegura que entre tomas aprovechaba para hacer unos retoques. “Fue muy divertido eso de estar cubiertos del maquillaje del otro. Terminaba luciendo como si hubiera estado chupando una barra de chocolate con caramelo. Un desastre”.
Rodar ‘Titanic’ fue toda una experiencia de la que se siente plenamente orgullosa, especialmente con el paso del tiempo, a que cree “que sigue en lo más alto y que otras generaciones están descubriéndola o viéndola por primera vez. Hay algo extraordinario en eso”.