Jodie Foster habla por primera vez del acosador que quiso matar a Reagan para impresionarla: "Fue duro"

Han sido más de 40 años los que Jodie Foster ha evitado hablar sobre el acosador que, tras obsesionarse con ella después de verla en ‘Taxi Driver’, decidió que para impresionarla iba a matar a Ronald Reagan. Era 1981, Reagan apenas llevaba unas semanas como presidente de Estados Unidos y, a la salida de una conferencia en Washington, el político y otras tres personas fueron heridas por los disparos de John Hinckley Jr.

El acosador de la actriz llegó a admitir durante el juicio que el atentado lo cometió simplemente para impresionar a Foster. Un gesto que definió como “la mayor ofrenda de amor en la historia del mundo” que lo único que provocó en la intérprete fue un gran trauma que incluso le ha impedido actuar en teatro durante cuatro décadas.

Su experiencia traumática

“La única obra de teatro que hice fue cuando estaba en la universidad. La obra sucedió en dos fines de semana. Hice el primero y, entre los dos, John Hinckley le disparó al presidente”, cuenta ahora durante una conversión junto con la también actriz Jodie Comer para Interview. Es la primera vez que Foster habla de ello en público, incluso durante años vetó que le preguntasen por el tema en las entrevistas.

Más de cuatro después, la actriz se atreve a contar cómo pasó todo aquello. “El mundo se vino abajo, había gente del Servicio Secreto por todas partes, tenía guardaespaldas y me tuvieron que llevar a una casa de seguridad”, cuenta ahora sobre aquel momento, que justo se encontraba entre los dos fines de semana de la obra de teatro en la que estaba. “Tuve la estúpida idea de que el espectáculo debía continuar. Así que pensé: ‘Tengo que hacer ese segundo fin de semana”, recuerda sobre el momento que finalmente le hizo no volver al teatro durante su carrera.

Foster apenas tenía los 18 años recién cumplidos cuando vivió el incidente. Llegó a la obra para su segundo y último fin de semana y se encontró con que “había gente por todas partes, cámaras por todas partes, y había un tipo en la primera fila del teatro. Me di cuenta de que era la segunda noche que había estado allí y decidí gritar durante toda la obra: ‘¡Que te jodan, hijo de puta!’. Al día siguiente se reveló que este tipo en particular tenía un arma y la había traído a la actuación”.

Un momentos duro

También explicó que estando en una clase “el guardaespaldas vino y me tiró al suelo. Fue vergonzoso porque solo había 10 personas allí. Fue traumático, nunca he admitido que tal vez eso tenga que ver con el hecho de nunca quise volver a hacer una obra de teatro”. Pese a todo, Foster sí que admite que durante estos años ha sido una amante del teatro y que le gusta acudir como espectadora.

John Hinckley Jr. fue declarado no culpable por locura y en junio de 1982 entró en un hospital psiquiátrico de Washington hasta que, tras varios años, obtuvo la libertad vigilada en 2016. “Fue un momento duro. Me había escrito cartas, así que fue decisivo en mi vida”, le cuenta a Comer, que le pregunta si volverá a los escenarios en alguna ocasión. “Seré la primera persona de 80 años en subir al escenario con mi andador”, bromeó.