La lecciones de Gillian Anderson a su yo adolescente: "Sigue tus sueños, no a tus novios"

"Si lo hubiera sabido antes". Una de las fantasías más recurrentes de la madurez es la que reúne, idealmente, nuestra "juventud de entonces" con nuestra "sabiduría de hoy". Misión imposible: se crece a partir del desconocimiento y del error. Incluso del fracaso. Pero eso no quita que llegados a cierta edad no podamos transmitir al menos parte de nuestra experiencia, ya no a nosotros mismos, sino a otros jóvenes, para intentar hacer su camino más fácil, menos tortuoso, lo más feliz posible.

Eso pensó el periodista Joseph Galiano que en 2011 editó el libro 'Dear me' ('Querido yo') para reunir cartas de distintas celebridades a sus versiones adolescentes. Una de ellas, precisamente la de Gillian Anderson, se ha hecho viral esta semana por su mensaje tan contundente como emotivo.

"Querida Gillian: Estás total y completamente obsesionada contigo misma" empieza diciendo Anderson a la adolescente de 16 años que fue. "Si pasaras un cuarto de tu tiempo pensando en los demás en vez de en lo mucho que odias tus muslos, tu nivel de satisfacción y auto valoración se ampliaría exponencialmente". Anderson ataca así directamente un problema crucial de la adolescencia: la autoestima.

Comprensión sí, condescendencia no

Como nos explicaba aquí la experta Ana Belén Medialdea, "a veces pueden parecernos "poco importantes" los problemas que tienen nuestros hijos niños o adolescentes pero no hay que olvidar que para ellos, sus problemas, son un mundo. Invalidarles no les ayuda a generar herramientas que les permita afrontar lo que les sucede". Por ello también es importante tratarlos sin condescendencia, algo que pone en práctica Anderson en su misiva. "Una cosa que aprendí demasiado tarde iniciado el juego, para mi propio bien, fue que efectivamente puedes aumentar tu autoestima haciendo cosas estimables. Por lo tanto, te he anotado para construir casas para las personas sin hogar durante tus vacaciones de verano enteras. Pasarás tu Navidad sirviendo comida en un refugio para mujeres maltratadas y la Pascua está destinada para leerles cuentos a los niños de la sala de oncología pediátrica".

¿Os parece demasiado? Tal vez conviene recordar que la adolescencia es también un periodo en el que se manifiesta un profundo egoísmo. Y después de todo, como se dice Anderson a sí misma, "cuatro meses de dieciséis años dedicados a otros seres humanos aparte de ti misma, te ha salido barato".

Un derrotero deseable

Por otro lado, la actriz de 'Sex Education' lanzaba también en su carta un alegato a favor de salir del ostracismo. "Ah y cariño, amplia tus horizontes, tu mundo es una ostra más grande de lo que tu baja autoestima quiere que creas". Finalmente, Anderson resumía así sus consejos para su yo adolescente: "Quiérete a ti misma, piensa en otros y se agradecida", derrotero deseable para cualquier edad, dicho sea de paso.

"Te amo, creo en ti y estoy esperando respetarte -se despide Anderson de Anderson- Yo. Tú. Nosotras". Y remata con un postdata impagable para cualquier mujer joven en los tiempos que corren "PD: Sigue tus sueños, no a tus novios". Consejo igual de vigente y necesario hoy, en 2024, que hace 40 años, cuando la recordado Scully tenía apenas 16.