'El viento se levanta', de Miyazaky, 'Chico y Rita' de Fernando Trueba y 'Cuando el viento sopla', de Jimmy Murakami tienen en común dos cosas: son películas de animación y están dirigidas a un público no infantil. En un sector, el de la animación para adultos, cada vez más en auge, nace 'Moles', de los españoles David Muñoz y Antonio Trashorras y con la producción ejecutiva de Juan Pita (55), con quien hemos podido charlar sobre este proyecto y los motivos por los que habría que iniciarse en este tipo de películas se tenga la edad que se tenga.
La serie, de 12 capítulos de 24 minutos, y creada por Armenteira Producciones y el estudio Big Bang Box, narra las aventuras de Tomi, un adolescente, y su padre Fermín. Ambos viven en las alcantarillas de una gran ciudad que sufre los problemas del cambio climático y la tiranía política, y luchan el uno por intentar salir para encontrar a su madre y el otro para mantener su zona de confort dentro del inmenso laberinto de túneles y tuberías imposibles.
El proyecto acaba de ser presentado en el festival Cartoon Forum de Toulouse (Francia) para recabar la financiación necesaria para grabarlo. Una ingente tarea técnica e intelectual que daría el pistoletazo de salida a una serie que se planteó inicialmente como película y que el propio Pita nos reconoce que hubo que cambiar debido a las mutaciones dentro del sistema de financiación y del propio mercado: "Es una corriente actual desde hace algunos años. Antes solo se hacia animación para adultos gamberros, pero cada vez hay más series de todos los géneros", explica.
La relación entre 'Moles' y Juan Pita se ha ido cocinando a fuego lento. Por el camino pasaron reinvenciones personales, crisis económicas y la modificación del propio proyecto. Sin embargo, en los 16 años que van desde que se encontró con el guion inicial hasta ahora, la esencia de la historia se ha mantenido: contar las aventuras y conflictos entre Tomi y Fermín.
"Los conflictos entre padres e hijos son un tema universal que interesa a todo el mundo", nos cuenta Pita. "Está muy presente en muchas series americanas y, en este caso, también queríamos introducir a los padres y madres ausentes". Por eso, Tomi hará lo posible para encontrar a su madre, como seguir la pista para robar un banco perdido en los túneles durante años o comerciar con las joyas, máquinas o muebles que los topos se encuentran por el mundo subterráneo.
"Hay personajes maduros que tienen problemas graves con sus hijos, y luego por parte de los adolescentes el hecho de crecer en un ambiente tan hostil como las alcantarillas y donde hay padres y madres ausentes, figuras abusivas, y el reflejo de buscar el apoyo paterno en momentos muy puntuales. Contamos historias humanas en los personajes de nuestros topos", concluye Pita.
Madrid tiene más de 3.000 kilómetros de tubos y galerías subterráneas. No las vemos, pero están ahí. Y, dentro de ellas, existe todo un ecosistema de vida. "Hay un mundo ahí que es muy interesante. Hemos investigado todo lo que ocurre en esos niveles de las ciudades y es un universo paralelo que queríamos pintar, porque hay vidas de todo tipo, animales perdidos... y algunas de esas cosas tienen su reflejo en la serie", explica Pita.
Más allá de la propia historia de superación y supervivencia, en 'Moles' también se encuentra una crítica social y de denuncia medioambiental. "Es un mundo donde los cambios climáticos producen tormentas épicas que inundan las alcantarillas, y la serie se enmarca en una sociedad cuyos derechos de los ciudadanos están pisados por el gobierno. Los topos buscan huir de una sociedad que no les atrae", nos cuenta el productor ejecutivo.
Desde 'Bambi' (1942) hasta 'Moles' han pasado 78 años y, sin embargo, el quid es siempre el mismo: contar una buena historia. En este caso, con la técnica de la animación para adultos. En ocasiones puede parecer tabú que, siendo adultos, se sigan viendo películas o series de dibujos, pero nada más lejos de la realidad.
"Un buen guion da igual en qué esté hecho. No puedes diferenciar cuánto es digital y cuánto es rodado. En Spiderman no sabes en qué mundo estás viviendo. Los que somos uppers apreciamos cualquier historia que sea buena. Mientras los personajes estén cuidados, sean interesantes y te enganchen da igual si está en animación o no", nos cuenta Pita.
Además, también apunta que "la animación está dejando de ser un género, y no creo que pasen muchos años hasta que la importancia del reparto sea menor para darle más peso al guion y a la trama. Al final todo son historias, y los que somos contadores de historias nos valemos de ello".
Juan Pita también quiso dejar su particular 'pack de bienvenida' para iniciarse en el mundo de la animación para adultos con dos series y dos películas que le han marcado personal y profesionalmente.