Cuando pensamos en El Resplandor (1980), rápidamente se nos viene a la cabeza la imagen de Jack Torrance (Jack Nicholson) con una de las caras más psicópatas de la historia del cine, rompiendo la puerta del baño donde se encuentra su mujer Wendy (Shelley Duval) y metiendo la cabeza entre el hueco de la puerta, justo antes de decir aquello de 'Aquí está Jack'. Algunas escenas después, Torrance acaba muriendo congelado en el jardín y la pesadilla de Wendy y el pequeño Danny (Danny Lloyd) acaba. Todo termina con un 'zoom' a una foto en blanco y negro del baile de graduación de Jack. ¿O no?
Hace tres años, la revista cultural Entertainment Weekly publicó una entrevista con el productor del film, Jan Harlan, y la guionista, Diane Johnson, en la que dieron detalles nunca revelados acerca de la cinta. Por ejemplo, sobre lo que pensó el director, Stanley Kubrick, cuando le ofrecieron la película (que, por cierto, es una adaptación de la novela de Stephen King con el mismo nombre). "No estaba interesado en una película de terror. No creía en fantasmas. Cuando se lo ofrecieron, dijo: vale, muy bien, podría ser un desafío hacer esto, pero debo tener libertad para cambiar aquello que quiera", explica Harlan.
Y cambió mucho. Johnson explica que el final se cambió mucho porque a Kubrick le pareció "un cliché" hacer saltar el hotel Overlook por los aires, como ocurre en la novela de King. "Pensó que podría haber algo más que sería metafórica y visualmente más interesante". Es por ello que eligió que la muerte de Jack fuera por congelación y que e final fuese el 'zoom' inquietante hacia la foto del baile de la graduación. "También se discutió por la locura del libro. Gran parte del guion se redujo durante la filmación, especialmente para Wendy, que tenía muchos más diálogos en el guion que en la película", contó la guionista.
Además de esto, hubo presiones de todo tipo porque la película original era muy larga. Kubrick optó por eliminar la escena previa al final. El único registro que existe de aquellas tomas son unas fotos tomadas con una cámara analógica, que después se subieron a internet. En este final, el director del hotel, Stuart Ullman (Barry Nelson), visita a Wendy y Danny en el hospital después de la escalofriante noche. Les avisa de que las investigaciones han concluido y no se han podido explicar los fenómenos paranormales que han sufrido durante el tiempo que han estado en el Overlook.
Cuando parece que todo ha sido una pesadilla, Ullman regresa a la habitación donde se encuentra Danny y le lanza la misma pelota de tenis que vuela en la habitación 237. Danny se inquieta. "Se me olvidaba darte esto", le dice el gerente. "Te veo mañana", concluye. "En otras palabras: todo esto sucedió realmente y los acontecimientos fueron reales. Fue solo un pequeño giro. Fue fácil deshacerse de él", subraya Johnson sobre el final alternativo que nunca salió a la luz. Unos pocos afortunados sí que pudieron ver esta escena incluida en el montaje final en el preestreno de la película, que tuvo lugar en Nueva York en el 1980.