La actriz Charo López: "Espero que esta feroz crisis no contagie a la cultura"
La actriz salmantina ha pedido ayuda institucional para remontar el vuelo tras los meses complicados que ha vivido el sector de la cultura
López ha reconocido su "privilegio" de poder elegir papel en muchas ocasiones y de haber tenido "grandes" directores
Charo López (71 años) es una de las actrices más prolíficas de nuestro país. Desde sus primeros trabajos con Fernando Fernán Gómez hasta su papel en 'Kika' con Pedro Almodóvar, ha sido considerada como una de las grandes intérpretes españolas del siglo XX. Tras su premio Goya a mejor actriz de reparto en el año 1997, por su papel en 'Secretos del Corazón', López acaba de recibir la Espiga de Honor como reconocimiento a su larga trayectoria en la industria cinematográfica española.
La actriz salmantina ha recogido el premio de la Semana Internacional de Cine de Valladolid 'Seminci' durante la Gala del Cine de Castilla y León, que este año se ha celebrado en el Teatro Calderón, y ha supuesto el punto y final de la tercera jornada del festival. Entre mascarillas, gel y distancia social, ha tenido lugar un acontecimiento que cada año pone de manifiesto las potencialidades del cine español y el resto de las expresiones culturales, fuertemente golpeadas por la crisis del coronavirus.
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Preocupación, apatía y tristeza
"Cuando recibí la noticia me encontraba llena de incertidumbre", ha señalado López, que ha admitido encontrarse en un estado de "preocupación, apatía y tristeza" durante los últimos meses debido al parón de la industria, que ha reclamado ayudas para soportar los costes del freno de la actividad. El anuncio de su Espiga de Honor, sin embargo, le conectó con "lo más dulce y agradecido de la profesión" en un momento ciertamente complicado.
La suerte de interpretar personajes "bien escritos"
Para la actriz salmantina, este premio ha supuesto un "privilegio" que no se encuentra al alcance de todos los compañeros, en tanto que "los avatares del oficio son diversos y no todo depende de talento y perseverancia, sino que hace falta también la suerte". Una suerte que ella misma ha reconocido que ha tenido al interpretar a personajes "bien escritos" a las órdenes de directores "grandes", pese a conceder que también ha "metido la pata" en más de una ocasión.
Una crisis "feroz y cruel"
Porque en palabras de López, "soy solo una actriz que, con mucho esfuerzo, se ha ganado el privilegio de poder elegir en muchas ocasiones". Su actual deseo es que en este contexto pandémico, que ha desencadenado una crisis "feroz y cruel", todos los compañeros de profesión puedan seguir trabajando, tanto en cine como en teatro, para los que ha pedido el respaldo institucional. Todo ello para que la cultura, "en la totalidad de su expresión, no se vea contagiada como la salud, porque cuando esta falla solo quedan los sueños".
Gratitud al público
De esta forma, pensando en los compeñeros y mostrando su "eterna gratitud" al público que durante años le ha visto en sus películas, la actriz ha cogido con fuerza su Espiga de Honor y ha alentado al resto del sector a seguir perseverando en su lucha con "fuerza y esperanza", con el objetivo puesto de salir fuertes de esta y remontar el vuelo después de unos meses muy complicados.