Han pasado siete años desde que Daniel Guzmán se hiciera un hueco en el mundo del cine como director con su ópera prima 'A cambio de nada'. La cinta obtuvo seis nominaciones y se llevó dos Goyas en la ceremonía de 2016. Nada mal para ser su primer proyecto, y un paso de gigante para el que fuera conocido (sobre todo) por su papel en la serie 'Aquí no hay quien viva'.
A Guzmán le gusta hablar de lo que conoce, de la nostalgia de su adolescencia e infancia, del mundo humilde en el que se crió. Con su nuevo trabajo, 'Canallas', nos habla otra vez de su pasado y de sus amigos del barrio. Entre ellos Joaquin, "todo un personaje" y uno de sus mejores amigos del director, que nunca ha estado delante de las cámaras pero que ahora protagoniza la película.
Daniel tiene una curiosa tendencia a escoger a personas que poco tienen que ver con la actuación para crear sus proyectos. Le atrae "su naturalidad" y su verdad, un flechazo que ya le ocurrió con un jovencísimo Miguel Herrán que poco tenía que ver con los focos y las cámaras.
En esta ocasión, nos introduce a Joaquin González. "Cada uno tiene su propia versión de cómo nos conocimos, seguro que él te cuenta una cosa totalmente distinta", nos dice durante su entrevista con Uppers. Precisamente es esa la clave de la película, un grupo de amigos que se meten en líos por ir sumando una mentira tras otra para sobrevivir.
Entre anécdotas llenas de humor y una pasión por el cine desbordante, Daniel Guzmán nos habla sobre su nueva película, la vida en el barrio que marcó a toda una generación y el peso de tener dos Goyas bajo el brazo.
¿En España? Que me vas a decir... Si es la cuna del Lazarillo de Tormes y de la picaresca. La mentira es una herramienta de supervivencia y, para mí, una herramienta narrativa maravillosa. Nosotros, los tres colegas, llevamos mintiendo toda la vida. Nos mentimos constantemente entre nosotros, no tenemos límite, solo para divertirnos. La mentira es maravillosa.
Pues fíjate, hacer dos películas… La primera, 'A cambio de nada', en la que hablo de mi adolescencia y la segunda, 'Canallas', que habla sobre la mentira y el sentido del humor en el que no tenemos límites. Cuento la historia de tres canallas, que en el fondo somos nosotros mismos, con una estructura dramática y una familia… pero las vivencias me han dado material y el barrio me lo ha dado todo para hacer dos películas.
Claro, el personaje que hago, Brujo, es mitad Brujo mi colega y mitad yo. Nosotros llevamos siéndolo toda la vida. Es una manera de enfocar la vida y de vivir. Para mí un día sin risas es un día perdido. Pero los limites son complicados. Un día estuvimos a punto de convencer a Joaquín de que vendiese un riñón solo para reírnos.
Eso nunca se me ha dado bien, lo del ligoteo… Es que el canalla con humanidad y sentido del humor mola. El canalla para lo del ligoteo, puf… ese me da más pereza, no me gusta. No tengo estrategias de ese tipo.
Me interesaba mucho el boxeo, como disciplina. Y probé, empecé a entrenar y boxear. Esta vida va muy rápido y quiero probar todo lo que pueda, todo lo que me inquiete o me motive pues me pongo a hacerlo.
Buena pregunta. (ríe) La verdad es que en el ring cuando peleaba necesitaba que me golpearan, necesitaba sentir… A ver, el boxeo es el arte de la esquiva, pero hay un momento en las peleas que tú necesitas sentir algo, un golpe, para ponerte donde quieres psicológicamente.
Sin embargo, creo que los golpes de la vida son parte de la vida. Y los del trabajo, del trabajo. He sufrido alguna muerte muy cercana pero lo tomo como una parte de la vida. A mí los golpes me han hecho o esquivar el siguiente o aprender a encajar, que ni tan mal.
¿A mí? (se ríe) No me da miedo la muerte, he vivido ya mucho. Hay gente que puede haber vivido siete vidas en un proceso muy corto. Me jodería morirme porque soy muy inquieto y quiero seguir haciendo muchas cosas, sería una putada pero si me muero yo ya he hecho muchas cosas. Entre esas cosas hice una peli con mi abuela que era mi mayor objetivo y he conocido a grandes amigos y he vivido experiencias maravillosas, tengo una familia estupenda.
Soy bastante inquieto y cuando me gusta algo quiero probarlo, y experimentar. Cuando tenía unos 14 o 15 años mis padres se separaron y tenía la necesidad de expresarme a través de algo, de la pintura y el grafiti en este caso. Me gustaba mucho la combinación del arte con lo ilegal y viví unos de los mejores momentos de mi vida. Durante cuatro o cinco años en vez de ir a las discotecas o jugar al futbol, me iba a hacer grafitis en el metro o por la ciudad. Aquí en las vías de Fuencarral hice muchos.
Le diría: “Sé libre. Haz lo que te dé la gana, sin joder a quien tengas alrededor, pero persigue lo que quieres hacer en la vida, disfruta y ríete mucho".
No te tomes nada en serio. Sigue en la misma línea.
Tengo dos. Uno está en casa de mi madre y otro en casa de mi abuela. No me gusta tenerlos yo, no me gusta verlos. Me siento muy orgulloso de ganarlos en ese momento, pero me gusta vivir de ese recuerdo, eso ya pasó.
Una historia que quiera contar, o necesite contar. Y mucha ilusión y trabajo. Dedicación absoluta y disfrutar.
Tengo muchos: Thomas Vinterberg, Hirokazu Koreeda, Farhadi, Spielberg…
Incorrecta, disparatada e incoherente.