Dentro del universo de Hollywood hay artistas que son camaleónicos. Desde la premiada Meryl Streep hasta los admirados Gary Oldman o Tom Hardy, todos ellos tienen en común que llevan sus personajes al siguiente nivel. Arriesgan y ganan.
Dentro de esta selecta lista se encuentra un actor que además de apostar siempre por grandes proyectos tiene un carisma multidisciplinar que se refleja en todo lo que toca. El actor estadounidense Jared Leto ha presentado 'Morbius', su última película y en una de sus últimas entrevistas ha confesado algunas de las transformaciones físicas y retos a los que se ha enfrentado a la hora de interpretar papeles.
"Investigué todo lo que pude sobre el personaje y lo que más me gustó es que hay una transformación bastante importante. Al principio estoy muy enfermo y soy muy frágil. Después busco una cura para una enfermedad rara que sufro y cuando la encuentro, me vuelvo fuerte", explicaba el actor de 50 años sobre el proceso creativo de su nuevo personaje. "Me gusta profundizar en los personajes, me resulta fascinante, y el doctor Morbius es un personaje me ha dado la oportunidad de hacerlo", explicaba en su entrevista en 'El Hormiguero'.
Si existe una estrella irreconocible en muchas de sus apariciones en pantalla ese es Leto, que relata cómo tuvo que engordar 30 kilos para hacer el papel del asesino de John Lennon para la película 'Chapter 27': "Tardé mucho tiempo en engordar. Me gustan las transformaciones físicas, la verdad que es increíble cómo te transforma y cómo reacciona la gente cuando habla contigo, así que puede ser muy significativa esa transformación a la hora de interpretar", comentaba durante la entrevista.
El artista ha explicado divertido cómo lo hizo para ganar esos 30 kilos extra: "Todas las noches cogía un bote de helado, lo derretía en el microondas y luego me lo bebía".
Para algunos papeles ha tenido que coger peso, pero para otros ha tenido que perderlo y enfrentarse a situaciones arriesgadas. Ese es el caso de la película 'Réquiem por un sueño', para la que tuvo que ponerse en la piel de un drogadicto. Un proyecto que supuso un antes y un después en su trayectoria y que llevó a Leto al extremo. Para preparar el papel decidió convivir con drogadictos durante un tiempo, y así conocer de primera mano que se siente al padecer esta adicción.
"Fue una oportunidad para ver de qué estoy hecho, de meterme hasta el fondo", explicaba Leto. "Los días eran bastante tristes, pero fue importante para entender sus circunstancias y dotar de realismo a mi personaje", añadía.
Un reto actoral que Leto se tomó muy enserio, quizás demasiado: "Me pinchaba agua, estaba bien hidratado", bromeaba.
Otra de sus transformaciones más destacadas le brindó un premio Oscar. Hablamos de su trabajo en la película 'Dallas Buyers Club', donde daba vida a una mujer transexual y que la crítica aplaudió en su momento.
También es impactante su mutación a Paolo Gucci para la reciente cinta dirigida por Ridley Scott. "Pasaba unas seis horas todos los días maquillándome porque era una transformación completa", contaba Jared Leto. "Siempre he creído que cuanto mayor es el reto, mayor también es el beneficio y la recompensa".
En cuanto a cómo es apagar el personaje al final de un proyecto después de "trabajar de manera inmersiva" durante tanto tiempo, Leto le dijo a ET: "Mira, cuando te comprometes, de cualquier manera, cuando te sueltas, puede haber un proceso de duelo. (...) Algunas de las cosas son físicas. La forma en que te mueves, la forma en que ríes, la forma en que hablas, el acento. Puede convertirse en un hábito. Entonces, creo que es normal que haya un pequeño período de adaptación", explicaba.