Ninguna familia es perfecta. Ni siquiera en Hollywood. Y es que las relaciones de padres e hijos que forman parte de la industria del cine son numerosas: Francis Ford y Sofia Coppola, Kirk Douglas y Michael, Sean Penn y Dylan Penn... Muchos de ellos han coincidido en la gran pantalla, y esto les ha servido para hacer más fuerte sus lazos o limar asperezas.
La icónica actriz Jane Fonda también compartió junto a su padre Henry Fonda un proyecto cinematográfico, ‘El estanque dorado’, una película que consiguió lo que parecía un imposible: la reconciliación de padre e hija. Así lo ha contado la estrella en una reciente entrevista con la revista Vanity Fair, durante la promoción de la nueva temporada de su serie ‘Grace y Frankie’.
Según relataba Fonda, la cinta de 1981 consiguió que se comunicasen como nunca lo había hecho antes con su padre. “Mi padre estaba enfermo y sabía que no iba a vivir mucho más tiempo. Hacer esa película fue una manera de abordar nuestra complicadísima relación”, relata la actriz.
Aunque algunos descendientes de estrellas de cine han sufrido la larga sombra de sus padres o madres, el caso de Jane Fonda es bien distinto. La actriz ha brillado por su larga trayectoria, y es todo un icono gracias a su activismo, implicación en asuntos sociales y su papel como productora.
La relación con su padre, Henry Fonda era bastante mala. Algo que era bien sabido por todos, y que se confirmó a raíz de la publicación de las memorias de la actriz, ‘Mi vida hasta ahora‘, en 2005, donde hablaba de esa tensión existente entre ambos.
Fonda ha vuelto a hablar sobre ello, ya que últimamente se siente más cómoda a la hora de compartir detalles sobre su vida privada. Durante su entrevista con Vanity Fair, Fonda admitía que su experiencia más inolvidable, emocionante y crucial en el mundo del cine fue producir ‘El Estanque Dorado‘, donde su padre aparecía junto a Katherine Hepburn.
"Trabajar con mi padre era como vivir con él: no recibías mucha información. No hablaba demasiado. No quería que le molestaran. Pero siempre notabas su presencia”, relata la actriz.
La actriz ha querido explicar a qué se refería con que este proyecto fue para ella clave en su vida. "Ponte en mi lugar. Yo era una hija que veneraba totalmente a un padre que nunca verbalizaba amor ni afecto, que era extremadamente reprimido. Y entonces consigo producir su película y actuar a su lado. Y consigo que el guión nos haga decirnos cosas que jamás hubiésemos sido capaces de decirnos en la vida real. Y esa película nos reconcilia. Y no solo eso: esa película que yo produzco le acaba dando un Oscar. Estoy tan agradecida de haber tenido esa oportunidad. Murió cinco meses después, pero tengo esa película. Tengo esa experiencia con él”.
En sus memorias, Fonda también recordaba una etapa complicada de su vida en la que su madre se suicidó con 40 años. “Si tienes un padre que no es capaz de estar presente, que no es capaz de devolverte en sus ojos un buen reflejo, eso tiene un impacto brutal en tu autoestima”, afirmaba Fonda sobre la falta de apoyo por parte de su padre.
La actriz relataba cómo se había sentido culpable del suicidio de su madre hasta que fue capaz de comprender la complejidad del trastorno bipolar que sufría. “No era que yo no fuese una persona digna de amor, es que tenían problemas muy gordos sin resolver en su interior. En el momento en que comprendes eso, puedes sentir enorme empatía y finalmente perdonar”, confesaba.