El duro camino de Jason Momoa: de pasar hambre y vivir en una caravana a la cima de Hollywood

  • El actor de 'Aquaman', 'Juego de tronos' y 'Dune' pasó largas temporadas en paro antes de alcanzar el éxito definitivo

  • Vivió su infancia alejado de su padre y sufrió bullying en el colegio por su aspecto físico.

  • La fama de 'Juego de tronos' no le dio el éxito inmediato y llegó a estar "endeudado hasta las cejas".

Apple TV acaba de anunciar el ambicioso proyecto 'Chief of War', una miniserie ambientada en la guerra que dividió la isla de Hawai en cuatro reinos a finales del siglo XVIII. Su estrella, Jason Momoa, todavía no se puede creer su suerte: hace justo diez años era uno de los actores más reconocibles del mundo y, sin embargo, apenas tenía dinero para dar de comer a sus dos hijos.

El camino de Momoa hasta la cima de Hollywood ha estado lleno de desilusiones. Su momento de gloria pareció llegar a los 20 años, cuando consiguió el papel protagonista de 'Los vigilantes de la playa: Hawai' en 1999, luego tuvo otra oportunidad con la serie de culto 'Stargate: Atlantis' y, tras estos dos intentos frustrados, se convirtió en el hombre de moda al aparecer en el mismo año (2011) en el remake de 'Conan el bárbaro' y en 'Juego de tronos', donde interpretaba a Kahl Drogo. Pero su vida no cambiaría hasta que no le ofrecieron el papel Batman. Sí, el de Batman.

Sufrió bullying en el colegio por su aspecto físico

Sus padres se divorciaron cuando era un bebé. Ella lo educó como madre soltera en Norwalk, un pueblo de Iowa donde alguien con el aspecto de Jason Momoa llamaba demasiado la atención: era el único alumno birracial del colegio (su padre es hawaiano). "Los chavales me pegaban todo el rato, solo por ser diferente. Me llamaban friki por llevar sandalias al colegio y no ayudó que me apuntase a clases de arte", recuerda el actor.

Durante su infancia apenas tuvo contacto con su padre, pero cuando alcanzó la adolescencia empezó a visitar la isla y descubrió que los Momoa eran una estirpe de surfistas de primer nivel. Allí se aficionó a ese deporte y, de repente, se corrió la voz por la isla de que estaban haciendo castings para una serie de televisión. Él solo fue con sus primos para ver si se ligaban a alguna actriz, pero le dieron el papel y dejó sus estudios de biología marina para pasar tres años grabando 'Los vigilantes de la playa: Hawai'.

Se casó con su ídolo de la infancia

Momoa tenía cinco años cuando comenzó a emitirse 'La hora de Bill Cosby' y creció con fotos de Lisa Bonet, la actriz que interpretaba a la hija mayor de la familia, que entonces tenía 17 años. Ni la diferencia de edad ni su adoración infantil le achantaron cuando, un par de décadas después, logró conocer en persona a Bonet en un club de jazz de Los Ángeles.

"Ella era mi amor de la infancia", confiesa, "pero no se lo dije hasta que tuvimos los niños para que no pensase que soy un pirado". En aquel momento Bonet vivía con su hija adolescente, Zoe, fruto de su fugaz matrimonio en los 80 con Lenny Kravitz. Momoa tenía 26 años y quería dejarle claro a la niña que no era un rollo pasajero, sino que deseaba formar un hogar con su madre. Y se lo demostró de la única manera que sabe hacer las cosas: con acción. Se llevó a Zoe a escalar montañas y se aficionaron tanto a escalar juntos que instalaron un muro de escalada en su casa, una finca de dos hectáreas llena de animales en Topanga (California).

Tienen cabras, burros y hasta lobos. Hay una rampa de skate hecha a mano, un poste para arrojar cuchillos y una colección de motocicletas. Momoa tiene su propia habitación de recreo, que él llama "la cueva". "Un hombre necesita ser un hombre. Abrazar a una mujer como ella desea que la abracen. Si haces todo lo que ella quiere te irá bien y serás un hombre feliz", explica.

Lola y Lobo, los hijos de Momoa y Lisa Bonet

Momoa y Bonet tienen dos hijos, Lola, de 14 años, y Wolf (Lobo, en inglés), de 13. Él es como un niño más. "Cuando me quieren contar sus secretos les paro y les digo: 'Se lo voy a contar a mamá ahora mismo'. La gente se cree que soy Khal Drogo y ni siquiera reino en mi propia casa, estoy aterrorizado de mi mujer".

La pareja se casó en 2017 y se separó en 2022, según los rumores, por su disparidad de opiniones respecto a las vacunas (al parecer, ella no está muy a favor). Sin embargo Momoa mantiene una buena relación con Zoe, llevan un tatuaje a juego y él desconfía de todos los chicos que trae a casa. "Por esa misma razón, lloré cuando Lola cumplió 13 años, sé que va a empezar a tener citas y voy a acojonarme. No lo voy a llevar bien. Voy a odiar que traiga a algún mierda a casa”.

Tras su divorcio, se ha rumoreado que Momoa sale con Kate Beckinsale pero él ya ha avisado de que no es cierto: solo fue un caballero que, cuando vio que la actriz tenía frío durante una fiesta posterior a la gala de los Oscar, se quitó la chaqueta y se la puso por encima de los hombros.

Nadie en Hollywood le tomó en serio durante años

Al terminar 'Los vigilantes de la playa: Hawai', se mudó a Hollywood para buscar suerte como actor solo para descubrir que, como él dice, "la palabra que empieza por B solo te cierra puertas" (en referencia al título original, 'Baywatch'). Tardó cuatro años en encontrar un agente dispuesto a representarle siquiera. Mientras tanto, se compró una caravana y trabajó como portero de discoteca. "Vagabundeé al máximo", recuerda.

Este prejuicio de que era el enésimo cachas sin talento interpretativo le perseguiría durante años, hasta el punto de que hoy todavía le acompleja. "Yo soy más un especialista que un actor. No soy conocido por mis interpretaciones sino por mis escenas de acción. Hablo poco y en frases cortas. No soy muy listo", lamenta.

En 2008 Momoa se enzarzó en una pelea en una taberna de Hollywood y acabó con el ojo ensangrentado: un hombre rompió una botella de cerveza contra una mesa y le rajó la cara con ella. El actor requirió 140 puntos y cirugía reconstructiva, pero la herida le dejó una cicatriz que fue clave para que consiguiera el papel de Khal Drogo, el líder de los Dothraki que se enamora de Daenerys Targaryen y la convierte en su khaleesi.

Su personaje en 'Juego de tronos' dio lugar a algunos de los momentos más comentados de la primera temporada de la serie, de manera que al terminarla estaba convencido de que se por fin se le iban a abrir las puertas de Hollywood. Pero el fracaso del remake de 'Conan, el bárbaro' (perdió más de cien millones de dólares en la taquilla) le condenó de nuevo al ostracismo. Y además, mucha gente asumió que era Khal Drogo, que era extranjero o que ni siquiera sabía hablar inglés.

"La gente asumió que no era capaz de leer diálogos, que solo podía hacer de guerreros parcos en palabras. No me salía nada de trabajo, es muy duro tener dos bebés y estar endeudados hasta las cejas. Nos moríamos de hambre. ¿Dónde iban a poner a Khal Drogo? En una comedia romántica no. A hacer de abogado tampoco", señala.

Consiguió el papel de Aquaman cuando fue al casting de Batman

El director Zack Snyder le ofreció el papel de Batman y Momoa lo rechazó porque no se sentía con fuerzas de otra decepción, pero su representante lo convenció de que al menos acudiese al casting para causarles una impresión. "Interpreté a Batman como un vagabundo, como un buscavidas. Sabía que no me iban a dar el papel así que pensé que al menos haría algo divertido. Y eso es exactamente lo que Zack quería para Aquaman", ha contado el actor.

Sin embargo, su estrellato definitivo tendría que esperar: la película en solitario de Aquaman no se estrenaría hasta cuatro años después. Cuando por fin lo hizo, en 2018, arrasó en taquilla y convirtió a Momoa en una estrella de la noche a la mañana. El actor deslumbró con su carisma arrollador tanto en la película como en las entrevistas y eventos promocionales, a los que siempre iba vestido de manera extravagante: abrigos de pieles, pantalones de cuero, sombreros de copa... Ese carisma que siempre estuvo allí, pero que Hollywood estuvo ignorando durante años.

"Cuando vi por primera vez el tráiler de 'Dune' y vi los nombres: Josh Brolin, Javier Bardem, Jason Momoa... No me puedo creer que mi nombre apareciera junto a los suyos. Me siento como un niño que está alucinando", confiesa. Hace unas semanas se anunció que interpretará al villano en la décima y última entrega de la saga 'Fast & Furious'. Ahora, a los 42, sí que puede ilusionarse. El éxito es suyo y esta vez no lo va a dejar escapar. Quizá hasta le acaben dando papeles de galán o de abogado. “Cada vez que alguien me dice que algo e imposible respondo "Mira, yo me casé con Lisa Bonet. Cualquier cosa es posible".