Leonardo DiCaprio y Joaquin Phoenix son dos de los actores más reputados del actual panorama hollywoodense. A pesar de que ambos han tenido que esperar años y años para llevarse la ansiada estatuilla dorada a casa (DiCaprio consiguió su primer Óscar en su sexta nominación por su papel protagonista en “El Renacido”, la laureada película de Alejandro González Iñárritu; Phoenix lo hizo en la cuarta, por su icónica representación de “El Joker” en la película homónima de Todd Phillips), los dos están considerados tanto por la crítica especializada como por el público como dos de los mejores intérpretes de su generación, y son muchos los jóvenes actores que los tienen como modelo a seguir.
Un ejemplo: Thimothee Chalamet. El actor de moda del momento, protagonista de “Call me by your name” (Luca Guadagnino, 2018) y “Dune” (Denis Villeneuve, 2021), confesó en una entrevista de 2018 con IndieWire que Leonardo DiCaprio y Joaquin Phoenix eran los dos referentes en los que se fijaba a la hora de decidir sus papeles. “Esos dos solo trabajan con grandes directores”, afirmó. “Así que siempre me digo: si vas a participar en un gran proyecto, asegúrate de que es con un gran director”.
Más allá de esta tendencia a trabajar con directores de renombre, las vidas de ambos intérpretes están llenas de paralelismos. Las coincidencias comienzan justo en el momento de su nacimiento, en 1974 y con tan solo quince días de diferencia (Phoenix nació primero, el 28 de octubre; DiCaprio lo hizo un poco después, el 11 de noviembre), y tocan todo tipo de ámbitos, desde el profesional al personal o ideológico.
Pero mejor comencemos por el principio. Como decíamos, DiCaprio y Phoenix llegaron al mundo con tan solo quince días de diferencia y en 1974, es decir, durante los momentos de máximo esplendor del movimiento hippie. Como tantos muchos hijos de su generación, ambos intérpretes nacieron en el seno de una familia que seguía los principios de la contracultura, aunque, eso sí, a diferentes niveles. Y es que si bien los padres de DiCaprio eran, en palabras del propio actor, unas personas completamente bohemias que le permitieron abandonar sus estudios a muy corta edad para que probase suerte en el mundo de la actuación, los de Phoenix iban más allá.
Tanto que incluso llegaron a pertenecer a la secta Los Niños de Dios, también conocida como La Familia Internacional, un culto que promulgaba el amor libre y la revolución espiritual y que fue disuelto en 1978 al descubrirse que, bajo sus mensajes, incitaba a la prostitución, el incesto e incluso a la pedofilia.
Los Phoenix, que se unieron a la secta poco después del nacimiento de su segundo hijo (Rain Phoenix) y que durante años habían viajado por Sudamérica como misioneros, abandonaron el culto en 1977, al sentirse desilusionados por el cariz que estaba tomando la secta. Dos años después, la familia se mudó a los Ángeles, donde la madre consiguió trabajo como secretaria de un agente de casting de la NBC. Gracias a esto, los cinco hijos de la familia empezaron a hacer sus pinitos en el mundo de la actuación.
Leonardo DiCaprio como Joaquin Phoenix comenzaron a actuar siendo tan solo unos niños. Con tan solo diez años, Joaquin Phoenix apareció con pequeños papeles en series como “Se ha escrito un crimen”, “Canción Triste de Hill Street” o “Profesión Peligro”, y a los trece encontró su primer papel acreditado en la película Russkies, de Rick Rosenthal. DiCaprio, por su parte, participó en distintos anuncios de televisión hasta que encontró su primer gran papel en la serie “Los Problemas Crecen”, que, con tan solo catorce años, le abriría las puertas a un buen número de nuevas oportunidades.
Tanto en la carrera de Joaquin Phoenix como en la de Leonardo DiCaprio, sin embargo, jugó un papel trascendental la prematurísima muerte a los 23 años de River Phoenix, el hermano mayor del intérprete del Joker y una de las grandes estrellas de la época gracias a sus papeles en “Cuenta conmigo”, “Mi Idaho Privado” (por el que ganó la Copa Volpi) o “Un lugar en ninguna parte” (por el que estuvo nominado a los Oscar).
El impacto en la vida de Joaquin es evidente: no hace falta explicarlo. Pero su muerte también afectó a Leonardo DiCaprio, que lo admiraba profundamente. Para él, tal y como reveló en una entrevista de 2019 con la revista Esquire, River era el mejor actor de su generación. “Todo lo que quería era una oportunidad para estrecharle la mano”, reveló.
La ocasión, si bien nunca se le presentó, estuvo cerca. En concreto, durante la noche en la que la estrella de “Cuenta conmigo” murió de sobredosis en “The Viper Room”, un club nocturno de moda de los Ángeles del que era copropietario Johnny Depp. “Sentí que había desaparecido delante de mis ojos, y toda la tragedia de haber perdido a esta enorme influencia tanto para mí como para mis amigos”, declaró el actor.
Sentimentalismos aparte, lo cierto es que la muerte de River Phoenix también sirvió para impulsar la carrera de muchos actores de su generación. El caso más destacado es el de Leonardo DiCaprio, que lo reemplazó en varias películas que tenía pendientes de grabar y comenzó a conseguir más y más papeles, avanzando en su camino hacia la fama más absoluta.
Durante su discurso de aceptación en la gala de los SAG Awards de 2020, Joaquin Phoenix aludió al éxito de DiCaprio, bromeando con que el intérprete de Titanic le robaba todos los papeles. “Cuando volví a actuar y llegaba a la parte final del proceso, siempre había otros dos chicos con los que me enfrentaba y siempre perdíamos contra el mismo niño”, dijo el actor.
“Ningún otro actor se atrevía a decir su nombre, pero todos los directores de casting decían: ¡Es Leonardo! ¡Es Leonardo!”, bromeó, antes de concluir su discurso alabando las actuaciones del intérprete. “Durante más de 25 años has sido una inspiración tanto para mí como para mucha otra gente, y te lo agradezco muchísimo”.
Pese a todos estos “robos”, tanto Phoenix como DiCaprio han logrado abrirse camino en el mundo del cine y convertirse en dos de las grandes estrellas del séptimo arte. Solo hace falta echar un vistazo a su filmografía para comprobar que los dos tienen su asiento más que ganado en el panteón dorado de Hollywood. Una última curiosidad: además del éxito profesional y de esa vida relacionada con el movimiento hippie, ambos actores son dos ecologistas declarados que aprovechan cada uno de sus discursos para llamar la atención sobre el cambio climático y apremiar a la población a pasarse a un estilo de vida mucho más sostenible con el planeta.
A Phoenix, que en 2019 fue nombrado persona del año por la asociación animalista PETA, lo hemos visto en numerosas manifestaciones en defensa de los animales y por el clima. DiCaprio, por su parte, ha producido varios documentales sobre la crisis climática y cuenta con una fundación, Earth Alliance, con más de veinte años a sus espaldas dedicada a combatir el cambio climático y la pérdida de la diversidad. Son maneras distintas, pero que siguen la misma creencia: la peligrosa amenaza que supone el cambio climático y la necesidad del hombre de luchar contra él para que la vida no desaparezca.