La has oído cientos de veces. Concretamente, cada vez que vas al Mercadona y escuchas su típica cancioncilla por los altavoces: "Mercadoona, Mercadooona", para anunciarte después la oferta de turno. Quien le pone voz a este famoso y a veces pegadizo 'jingle' no es otra que la polifacética artista Mamen García (Valencia, 1947), que ahora estrena película, 'Tengamos la fiesta en paz' y también obra de teatro en Madrid con 'Ojos que no ven'. Antes, además, la has visto en 'Señoras del (H)ampa', 'Escenas de matrimonio', 'La que se avecina' o 'Cuéntame'.
Mamen no ha parado desde que empezara su trayectoria profesional allá por principios de los años 80. En su Valencia natal, donde habían abierto unas pequeñas tiendas de barrio llamadas Mercadona comenzó a hacer sus pinitos en el mundo de la música, los doblajes y la publicidad. Y ahí llegó la famosa grabación. "Eso fue hace muchos años, pero la utilizan todavía. Se ve que les ha ido bien. Les funciona porque estamos llenos de hábitos y costumbres y eso funciona así, ya sabes", nos cuenta.
Lluis Miquel Campos, el creador de la música y la letra del 'jingle' llegó a contar que le pagaron no más de 80.000 pesetas de por entonces y que, ahora, con la melodía registrada por la propia marca, no recibía ningún tipo de compensación por su uso, pero reconocía no tener "ningún tipo de remordimiento, aunque cueste creer". Mamen, la voz, por su parte, no le da mayor importancia: "Fue porque hubo una época donde yo alternaba la música con doblajes y publicidad. Luego ya me marché a Madrid a hacer musicales pero siempre hice mucha publicidad y ese 'botón' se quedó ahí y es lo que la gente reconoce", nos cuenta.
La nueva película escrita y dirigida por Juan Manuel Cotelo es una comedia familiar que ha sido financiada a través de crowdfunding y en la que Mamen hace el papel de abuela de tres nietos que deciden encerrar a sus padres en casa para evitar que se divorcien. "Es una película sobre reconciliación", nos cuenta, "soy la abuela de los niños y veo por donde vienen los tiros todo el rato, porque las abuelas somos más sabias que las personas jóvenes por la experiencia. La abuela tiene momentos muy ocurrentes, tiene humor negro y tiene unas canciones muy bonitas hechas por Luis Mas".
Respecto al papel de las abuelas en el cine, Mamen es de la opinión de que las tornas han cambiado en los últimos tiempos. "No se trata de ponerse en valor, solo que si uno escribe una historia familiar, antes no se daba tanta importancia al papel de los abuelos, pero ahora sí. Aportan conocimiento. Como tengan un poco de sentido del humor lo pueden desarrollar muy bien y tiene mucha acogida entre el público. Yo fui la abuela de Billie Elliot y fue un personaje que me hizo muy feliz, con 950 funciones en tres años y porque nos paró la pandemia", relata.
Quizás, su mayor secreto, ahora revelado en Uppers, es este: "Nunca hago de la abuela típica, sino la abuela atópica. Para abuelas o mayores siempre hay muchas actrices, pero ser atópicas, con una cierta comicidad que buscan, no hay tantas".
A Mamen, el mundo audiovisual le llegó prácticamente de rebote, pero antes de eso ella ya era actriz en teatros, actuaba en musicales, cantaba y componía. Llevaba el arte por las venas, pero ¿con qué disciplina se queda?
"Para mí la música y cantar es lo más maravilloso. Es vivir. El teatro me gusta mucho también. Ahora voy a estrenar en los Teatros del Canal 'Ojos que no ven', donde hago una abuela muy bestia que narra la Nochebuena que se forma en casa de una de mis hijas y se ven cosas que salen que estaban tapadas. El audiovisual ha venido a mí sin yo buscarlo y veo que también funciona y tengo esa vis cómica que también funciona. El 3 de diciembre estrenamos 'Tengamos la fiesta en paz' y también el 18 de diciembre 'Papá o mamá', de Dani de la Orden", nos cuenta.
Por último, una pregunta que no puede faltar nunca: ¿hay edadismo en el cine?: "No lo creo y no puedo opinar, porque mi vida ha estado con los musicales. Al cine me he dedicado ya siendo mayor. Yo creo que ahora hay muchos guionistas y que ahora hay personajes de todas las edades. También es cierto que si tienes una etapa entre los 40 y los 50 que haces mucho puedes tener el temor o el miedo de que después no harás nada más, pero se puede pasar a otro perfil", nos confiesa.