Una de las historias más conocidas del rodaje de la primera trilogía de Star Wars fue la relación que mantuvieron Harrison Ford y Carrie Fisher. Al igual que sus personajes, Han Solo y la Princesa Leia, ambos intérpretes vivieron su propio romance entre bambalinas, tal y como reveló la propia Fisher en su autobiografía, The Princess Diarist, publicada en 2016.
De acuerdo a la confesión de la actriz, el romance que mantuvo con su compañero ocurrió durante el rodaje de la primera película de la saga intergaláctica, en 1976. Por entonces, ella tenía 20 años y Ford 34. Además, el intérprete estaba casado con su primera esposa, Mary Marquardt, y era padre de dos hijos.
La aventura entre Fisher y Ford, según relató la propia actriz, comenzó después de que su compañero la “sedujera” en una fiesta de George Lucas, el director de la película, y la acompañara a casa. El affair duró tres meses más y, de acuerdo a las declaraciones que la intérprete de la princesa Leia compartió con la revista People en 2016, fue “muy intenso”.
“Fue muy intenso”, confesó. “Éramos Han y Leia durante la semana, y Carrie y Harrison durante el fin de semana”. Además, en su autobiografía la actriz también confesó que ella no tenía experiencia y que besaba mal. “Después de nuestra primera noche juntos, eché un vistazo a Harrison. Tenía la cara de un héroe... ¿Cómo podrías pedir a un hombre tan brillante que estuviera satisfecho con alguien como yo?", escribió.
El romance entre bambalinas que mantuvieron Harrison Ford y Carrie Fisher fue algo con lo que los aficionados a la saga intergaláctica teorizaron durante décadas, hasta que se confirmó, claro. Y es que vista la química que ambos tenían en la gran pantalla, lo raro habría sido no preguntarse si habría algo más fuera de cámara.
Sin embargo, este no fue el único affair que protagonizó la actriz durante el rodaje de la saga intergaláctica, aunque sí el más serio y duradero. Y es que al igual que en la película, en la que Luke y Leia se dan un casto beso (antes, eso sí, de descubrir que son hermanos), en la vida real Mark Hamill y Carrie Fisher también compartieron un par de besitos.
Así lo reveló el propio Mark Hamill durante una conversación en 2017 con el periódico The Guardian a raíz del estreno de El Último Jedi (Ryan Johnson, 2017), la segunda parte de la última trilogía de Star Wars (vamos, el episodio VIII de la saga).
Durante la entrevista, el intérprete confesó que Carrie y él sentían una atracción mutua, aunque él sabía, por trabajos pasados, que sería mala idea mantener una relación con alguien del set. Aun así, estas experiencias no impidieron que ambos llegasen a compartir algo más que palabras.
“Carrie y yo sentíamos una atracción mutua, pero yo sabía por experiencia que era una mala idea. Pero Carrie y yo encontramos excusas. Recuerdo una vez, y estoy seguro de que hubo alcohol de por medio, que estábamos hablando de técnicas para besar. Yo dije: "La verdad es que creo que soy bueno besando, y me gusta dejar que las mujeres se me acerquen más que ser agresivo". Y ella respondió: "¿Qué quieres decir?". Y bueno, ya sabes, ¡lo siguiente fue que nos lo estábamos montando como adolescentes!”, confesó.
El actor, además, desveló que el rodaje de la película fue, digamos, bastante apasionado. “¡Estábamos todos encima de todos!”, reveló. “Lo que nos salvó a Carrie y a mí del precipicio fue que de alguna manera fuimos conscientes de lo que estábamos haciendo, y nos empezamos a reír. Lo que fue una faena para mí porque la secuencia de lanzamiento del cohete ya se había iniciado”, bromeó.
Tras esta experiencia, la relación entre ambos evolucionó por otros derroteros y se convirtieron en grandes amigos en la vida real. Como curiosidad, durante el rodaje de Star Wars, Hamil nunca supo nada del affair que su compañera tuvo con Harrison Ford. Al contrario, no se enteró hasta que terminaron de rodar, cuando Marcia Lucas, la entonces mujer de George Lucas y montadora de la película, se lo contó. “Para cuando me enteré, me pareció graciosísimo”, reveló a The Guardian.