Es ese actor cuya cara te suena. Tienes su nombre en la punta de la lengua, pero no te vas a acordar. Era el colgado gracioso de 'Un romance muy peligroso', el librero gracioso de 'Tienes un e-mail' y el guitarrista gracioso de 'The Wonders'. Este verano, gracias a la serie de HBO 'The White Lotus', muchos espectadores lo han ubicado por fin: es Steve Zahn y llevas casi 30 años viéndolo en todas partes.
"Me encanta hacer comedias, me divierto mucho, pero no me las ofrecen", explica. Zahn se especializó en (o, mejor dicho, la industria le asignó el rol de) aportar el alivio cómico en películas no-cómicas. Un papel agradecido y lucido, pero que suele ser el primero que recortan cuando la distribuidora considera que la película es demasiado larga, porque sus tramas se pueden extirpar del metraje sin que la historia central se vea alterada. Pero a Zahn nunca le ha importado estar encasillado. Tanto si 'The White Lotus' impulsa la trayectoria de su carrera como si no, la noticia le va a pillar haciendo lo que más le gusta hacer en el mundo: segar heno en su tractor.
Steve Zahn recibió la llamada de la vocación a los 20 años, mientras veía un montaje del musical 'Los miserables' en Londres. "Se me ocurrió de repente. Pensé 'Yo valgo para esto. Soy tan bueno como el tío que lleva la bandera'. No es como si fuese a hacer de Jean Valjean [el antagonista, interpretado por Russell Crowe en la película], no es como si fuese a ser una estrella. Pero pensé 'Sé que soy tan bueno como ese tío. Sé cantar. Sé moverme'".
Su debut en el cine llegó con 'Reality Bites'. A principios de los 90 había fundado una compañía teatral con Ethan Hawke, quien confió en él para interpretar al mejor amigo de Winona Ryder, un chico gay tan avergonzado por su condición sexual que optaba por el celibato.
Su físico enseguida lo encasilló en papeles de porrero de buen corazón que tiene que pensar todas sus respuestas durante un segundo más de lo normal. Y eso que en el colegio había sido capitán de fútbol, campeón estatal del equipo de debate y presidente del consejo de estudiantes. Pero incluso en revelaciones dramáticas como 'Los chicos de mi vida', Zahn hacía del exmarido yonqui de Drew Barrymore.
"Como era joven, me ofrecían los papeles protagonistas. Pero se los daban a Matt Damon. Así que me pasé diez años haciendo de fumeta y pensé 'Vale, pues supongo que soy ese actor'. Luego salió 'Colega, ¿dónde está mi coche?' y me di cuenta de que no me la habían ofrecido. Ya no era ese actor", recuerda. A menudo sus personajes maduros han jugado con la imagen preconcebida que el público, inconscientemente, se ha formado de él: interpreta a hombres adultos que nunca llegaron a madurar del todo. 'The White Lotus' es el último ejemplo.
Desde sus inicios en el cine, Zahn ha vivido lejos de Los Ángeles. Con el sueldo de 'The Wonders' se compró un rancho de dos habitaciones en medio del campo de Pensilvania en 1996. A partir de ahí el actor y su esposa han ido mudándose a granjas cada vez más grandes. El matrimonio se conoció en 1990, cuando Zahn tenía 23 años, se casaron en 1996 y tienen dos hijos.
La gente que se acerca a saludarlo suele dar por hecho que es "un colgado, un tirado, un pringao" como sus personajes, pero él aclara que "no soy ese tío. Soy el tío que se levanta las cinco de la mañana sin despertador". En su granja de Midway (Kentucky) Zahn tiene caballos, cabras y ovejas. El matrimonio además fundó una compañía de teatro local y cuando no está rodando Zahn participa en funciones en el teatro del pueblo. Después de 'La guerra del planeta de los simios' se tomó un año libre y lo dedicó a dar clases en talleres de teatro. Midway tiene 1641 habitantes. Su centro consiste en una calle.
"Los gastos son menores aquí, no tengo que trabajar si no quiero", explica el actor. "Una vez a la semana alguien se me acerca y me dice 'Oye, ¿sigues actuando?'. Cuando la gente se entera de que vivo en Kentucky asumen que mi carrera está acabada". Pero su decisión de vivir en la naturaleza viene, además de por su afición al campo, de un afán por evitar que su trabajo en Hollywood lo defina como persona.
Para Zahn, las dos escenas más difíciles de la serie de HBO fueron su transformación (etílica) en un primate y su desnudo integral. Para la primera, el reto era que no debía evocar los movimientos realistas de un simio. No debía hacerlo bien de verdad. Y le costaba, claro, porque dedicó meses a prepararse para su interpretación digital de uno en 'La guerra por el planeta de los simios' (que, según él, fue el trabajo más complicado de su carrera).
Para el desnudo, el creador de la serie, Mike White, optó por un pene falso. Zahn al menos pudo elegir cuál le gustaba más, porque la productora tuvo la deferencia de pedirle que lo aprobase, pero las piernas que lo rodean ni siquiera son las suyas: como no se le ve la cara en el plano, no hizo falta que fuera ese día al rodaje.
El revuelo en torno al plano del pene, dada la escasez de desnudez masculina en la ficción, pilló por sorpresa al actor. Hace poco White hizo un viaje por el medio oeste y pasó un par de días en la granja de Zahn. "Estábamos en el establo con los caballos y le dije '¿Sabes qué, tío? No esperaba que se fuese a hablar tanto sobre ello'. No pensé que tanta gente iba a verlo y gritar '¡Pene!'. Y Mike me dijo que él tampoco lo esperaba".
A menudo los actores se especializan en papeles de gente normal porque lo parecen. En el caso de Zahn, es porque lo es. Ethan Hawke contó que durante el festival de Sundance de 1994 se fue a esquiar con él y, mientras se fumaban un porro en el telesilla, empezó a hablar sobre la presión de las expectativas estaba generando 'Reality Bites'. "¿Qué quieres decir?" respondió Steve, "mira a tu alrededor. La nieve está cayendo, estamos en un telesilla. Yo no noto ninguna presión". Sigue teniendo esa misma mentalidad.
Zahn definió a Matthew McConaughey, su compañero en 'Sahara' (donde McConaughey era el héroe y Zahn, claro, su secuaz gracioso), como "el tío que era mejor que tú en todo, que corría más rápido, que era más guapo, que saltaba más alto, que esquiaba mejor; ese hijo de puta". Si Matthew McConaughey representa lo que el público aspira a ser, Steve Zahn representa lo que el público realmente es.
Un ejemplo claro de eso es su papel en 'Un romance muy peligroso': un ladrón de poca monta que intenta parecer estiloso sin darse cuenta de que, al lado de alguien tan estiloso (supuestamente) de forma natural como George Clooney, él nunca conseguirá molar. Pero eso hace que Clooney parezca aún más estiloso. "El secundario hace la película. Es el guardalínea que abre los huecos por donde el quaterback puede colarse para marcar los touchdowns", resume Zahn.
En 1999 volvió al festival de Sundance con una especie de 'Con faldas y a lo loco' noventera titulada 'Salvajemente tiernos': una comedia ácida sobre dos prófugos que para esconderse se hacen pasar por productores gays de concursos de belleza en un pueblo remoto de Texas. Era el primer papel protagonista de su carrera. Mientras todo el mundo aplaudía su interpretación, el actor se escaqueó de las fiestas promocionales para irse a esquiar. Cuando volvía a su suite, un operario le pidió que le ayudase a descargar unas cajas: asumió que era un empleado del hotel.
Aquella noche Zahn ganó el premio del festival al mejor actor y después ganaría el Independent Spirit (los Oscar del cine indie). A pesar de este triunfo, el actor tardaría nueve años en hacer otro papel protagonista. Y mucha gente no descubrió su talento hasta que lo vio en 'Treme', la serie de HBO en la que interpretaba a un DJ de radio cascarrabias.
Otros se han sorprendido al verlo en 'The White Lotus'. Algunos todavía no saben quién es "ese tío que salía en esa peli", pero tarde o temprano lo harán. Aunque sigan sin recordar su nombre. "Cuando muera" dice Zahn, "Sé que la gente dirá 'Espera, ¿cómo se llamaba? No me acuerdo pero era muy gracioso. Me gustó en muchas pelis'. Y eso es suficiente para mí".