Un beso que celebraba la amistad. Cuando 'Thelma y Louise' se rodó hace 30 años, Susan Sarandon (74) improvisó besando a Geena Davis (65) en la escena final, dando así lugar a uno de los momentos más icónicos de la película de Ridley Scott. "Le dije a Ridley y a Geena: 'La verdad es que me gustaría besarte', así que eso hicimos", cuenta Sarandon en una entrevista con Entertainment Tonight.
"Una toma. Una jugosa toma romántica y luego nos vamos a lo 'Dos hombres y un destino'. "Cuando me giré para mirar a Susan, fue la despedida de los personajes, pero también el final de esta increíble experiencia. No fue actuar. Para mí fue simplemente la realidad". Un momento "realmente mágico" que han repetido 30 años después en un evento solidario que celebraba el legado de la película con su proyección en The Greek Theatre, en Los Ángeles.
El canto a la amistad de las dos actrices supuso en los 90 un relato revolucionario. Donde el cine contaba a menudo historias de rivalidad femenina como reflejo de una sociedad patriarcal, aquí la amistad y la ayuda mutua entre una ama de casa que huye de su asfixiante realidad y una camarera hastiada, y esa alianza supuso un cambio trascendental.
"En la mayoría de las películas en las que he estado, si había más de una mujer, se convertían automáticamente en tus enemigas. Si había una mujer mayor y una mujer más joven, se odiaban porque una era mayor y una era más joven. Muy pocas veces las dos eran amigas. No había muchas películas así", contó Sarandon, nueve años mayor que su compañera de reparto, en Entertainment Tonight.
El beso final entre las dos actrices, 30 años después, sigue teniendo el mismo valor. Dos amigas que celebran serlo hasta el final y que desafían los cánones impuestos.