Laura Restrepo: "Tuve miedo a envejecer, pero ya ha sucedido y no es tan terrible"

  • La escritora colombiana publica 'Canción de antiguos amantes' (Alfaguara) sobre la reina de Saba y el Rey Salomón

  • "La reina de Saba se ganó su lugar en la Biblia, por ser sabia y poderosa"

  • La obra de ficción está basada en los viajes que la autora hizo con Médicos Sin Fronteras por Yemen, Etiopía y la frontera somalí

La escritura llegó a la vida de Laura Restrepo (Bogotá, 1950) gracias a la pasión de su padre por la literatura, el gusto de su madre por el teatro y el legado de su abuelo: “Nunca le conocí a él, pero tenía una bellísima biblioteca”. A todo ello hay que sumarle la militancia política, y su acercamiento al trotskismo en su juventud.

Además de haber publicado reconocidos libros, también ha realizado numerosos viajes junto a Médicos Sin Fronteras, en los que además de dar visibilidad a las injusticias que invaden el mundo, la autora ha encontrado una gran inspiración para esta nueva obra, sobre todo en la figura de la Reina de Saba: “Recorriendo Yemen con ellos, la conocí en varias de las muchas mujeres que hacían este recorrido del destierro hacia un mundo posible. Era una y todas, muchas de las que encontraba y así me lo dijeron ellas misma para mi sorpresa”

De esta experiencia y otras muchas surge 'Canción de antiguos amantes' (Alfaguara), que une dos historias de amor, una mítica y otra terrenal. Le preguntamos sobre qué inspira sus libros, cómo lleva el paso del tiempo y porqué la Reina de Saba se ha convertido en su obsesión en esta nueva obra. 

¿Qué vamos a encontrar en 'Canción de antiguos amantes'?

Son dos historias de amor: una mítica, entre el rey Salomón y la reina de Saba. Y una muy terrenal entre el narrador, un muchacho occidental obsesionado y enamorado de la reina de Saba que sale por el mundo a buscarla. Finalmente la encuentra en la figura de una partera somalí en Yemen. Y esa dificultosa y dolida, aunque más terrenal historia de amor entre ellos corre paralela al amor mítico entre los reyes.

¿Qué has aprendido del destierro al escribir el libro?

El destierro es el desarraigo. El estar expulsado de tu tierra, no por tu voluntad sino, con la condena de no poder volver. Lo he sufrido, tuve que desaparecer casi 10 años. Es el gran drama de nuestro tiempo, los ríos de gente que andan por los caminos con una mano delante y otra detrás buscando una nueva vida posible. El gran rio de la migración femenina es enorme.

¿Qué papel tiene la Reina de Saba? ¿Por qué es tan importante esta figura?

La figura de la reina de Saba es un mito bastante excepcional porque fue una mujer que se ganó su lugar en la Biblia, no por ser santa ni prostituta, sino por ser poderosa. Ella era la regenta del reino más fuerte y rico que había en tiempos bíblicos y además por ser sabia.

Se retó en un concurso de sabiduría con el rey Salomón, del cual salió muy bien librada. Sin embargo, eso sería solo un mito si no fuera porque ella se ha convertido en una obsesión de muchos poetas, escritores…

En mi caso, tuvo una singular importancia porque recorriendo Yemen con Médico sin Fronteras, cuando les preguntaba a esas mujeres su nombre me decían “yo soy descendiente de la reina de Saba”, y lo decían con un orgullo enorme. Y supe reconocer en el personaje la seña de identidad de estas mujeres, más allá de la situación deplorable que estaban viviendo.

Ellas sentían que eran parte de una tradición que se anclaba mucho tiempo atrás, y lo decían con el orgullo de “yo pertenezco a una tradición milenaria y mi cultura va a sobrevivir”.

¿Cómo vives el paso del tiempo?

De libro en libro, de año en año, de compañía con mi hijo, mi compañero y mis perros. De ciudad en ciudad, de guerra en guerra también porque soy Colombiana, y de alegría en alegría.

¿Te da miedo envejecer?

Seguramente me daba, ya sucedió y no es tan terrible como parece.

¿Crees que la escritura envejece bien o hay libros que es mejor no revisitar?

En general los libros no hay que revisitarlos. Porque los corregiría todos de principio a fin. Hay otros de poesía que son para estarlos leyendo una y otra vez, creo que la poesía tiene esa ventaja sobre la prosa.

¿Cómo te ves de aquí a 10 o 20 años?

Si escribo un promedio de un libro por cada tres, me veo con siete libros más.

¿Qué cosas sí que puedes disfrutar ahora que la juventud no te lo permitía?

Creo que el sentimiento de una obra hecha. Ya son más de una docena y ya podría decir que si se cae el avión en el que voy, ya por lo menos mi hijo y los nietos que vengan podrán decir "bueno, la abuela fue escritora".