La Reconquista contada para escépticos: "Hubo mujeres empoderadas y también hombres pagafantas”
El escritor e historiador Juan Eslava Galán recorre con su estilo erudito y mordaz 800 años de guerra y paz
"En Covadonga no hubo batalla alguna, eso pertenece a la leyenda fundacional del reino astur", asegura
"Algunos historiadores jóvenes niegan la Reconquista, pero el concepto está presente en la intención de casi todos los reyes cristianos"
Probablemente no haya un periodo histórico en la historia de España más apasionante y debatido que la Reconquista. Y, como sostiene Arturo Pérez-Reverte, posiblemente nadie cuente la historia como Juan Eslava Galán (Arjona, Jaén, 1948). Ambos factores se suman para dar como resultado 'La Reconquista contada para escépticos' (Planeta), un volumen en el que el el autor de 'En busca del unicornio' da cuenta de ochocientos años de guerra y paz en los que pasó de todo, y lo hace con su particular estilo, entre la erudición y el humor irreverente.
El escritor e historiador continúa con su serie dedicada a la revisión escéptica de la historia después de los libros dedicados a las dos guerras mundiales, la revolución rusa o la guerra civil española, entre otros, y lo hace sin rehuir los aspectos más polémicos, como en en este caso es la propia legitimidad del término 'reconquista', o ciertos mitos establecidos como Covadonga o El Cid. De todo ello hablamos con uno de los grandes maestros de la divulgación histórica.
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¿De verdad fue una Reconquista algo que duró ocho siglos?
En efecto, aunque el término “reconquista” se usa solo desde el siglo XIX, el concepto reconquista está presente en la intención de casi todos los reyes cristianos que además dejan testimonio de ello. Dos ejemplos: uno de los comienzos de la Reconquista y otro de los finales: Alfonso III, hacia 887, dice que "los cristianos afrontan batalla con los moros día y noche hasta que Dios quiera que sean expulsados de aquí”.
Y los Reyes Católicos, ante las protestas del sultán de Egipto, le aclaran que “las Españas en los tiempos antiguos fueron poseídas por los reyes sus progenitores; e que si los moros poseían ahora en España aquella tierra del reino de Granada, aquella posesión era tiranía, e non jurídica. E por excusar esta tiranía, los reyes sus progenitores de Castilla y de León siempre pugnaron por lo restituir a su señorío, según antes lo había sido”. En mi libro hay otros ejemplos intermedios. Queda claro que los interesados sí creían en el concepto reconquista.
¿Qué tesis defiende ‘La Reconquista contada para escépticos’?
No defiende tesis alguna. Se limita a explicar cómo fueron aquellos ocho siglos con sus guerras, y sus paces, sus calamidades y sus venturas. Lo que intento es que al lector le quede una idea clara de cómo vivían y luchaban, como la situación bélica repercutía en la vida cotidiana.
¿En qué momento empezó a utilizarse el término y por qué motivo?
Como dije el término data del siglo XIX (en puridad existe una aparición en el ZVIII). Lo que ocurre es que la propaganda franquista quiso establecer un paralelismo entre la “cruzada” de Franco y la reconquista. Era una manera de legitimarse. Ahora historiadores jóvenes obedecen a la ley del péndulo y se van al extremo contrario que consiste en negar la Reconquista. Otros no la niegan, que conste.
¿Por qué fue tan sencilla la ocupación del reino visigodo por los musulmanes?
Primero: vencieron al ejército godo en una batalla campal; segundo encontraron al reino godo debilitado por una guerra civil; tercero, procedieron a sangre y fuego de manera que los habitantes de la península, escarmentados en cabeza ajena, prefirieron rendirse y pactar. Sumemos a ello que los invasores permitían en principio que los cristianos siguieran practicando su religión, aunque, eso sí, pagando un impuesto.
Covadonga, ¿realidad o leyenda?
En Covadonga no hubo batalla alguna, eso pertenece a la leyenda fundacional del reino astur. Lo que si hubo fue una escaramuza en algún lugar del monte Auseva (seguramente una celada cristiana en las gargantas) en la que los moros salieron perdiendo
¿Ese ese realmente el punto de arranque de los reinos cristianos?
Podemos considerarlo así, aunque al propio tiempo surgen otros núcleos de resistencia cristiana a lo largo de la franja cantábrica y en los valles pirenaicos.
¿Qué momento empieza a marcar el declive del al-Ándalus y por qué?
Desde el principio al-Andalus tiene problemas. A los pocos años de la conquista ya estalla una guerra civil o fitna. Luego ocurre que hay una tendencia centrífuga porque las marcas militares que el emirato y luego el califato establece en Zaragoza, Toledo y Mérida están en manos de familias tribales que tienen a independizarse de Córdoba. No obstante, la verdadera decadencia ocurre cuando se divide en las primeras taifas y a partir de ahí lo invaden los norteafricanos (almorávides, almohades y benimerines) que lo incorporan a su imperio.
Y el Cid, ¿cuánto hay de mito y verdad en torno a su figura?
Es un personaje histórico, un señor de la guerra notable que primero lucha por su rey, después se enemista con él y se busca la vida como mercenario a sueldo de los moros de Zaragoza y finalmente se independiza y corona la hazaña de conquistar Valencia con sus solas fuerzas.
¿Qué papel jugó la mujer en la llamada Reconquista?
A pesar del sometimiento en que estaba tanto entre cristianos como entre moros, existen notables ejemplos -que yo menciono en el libro- de mujeres enterizas y empoderadas, por citar el término moderno. También de hombres pagafantas y planchabragas.
¿Por ejemplo?
Para ejemplo de pagafantas tardomedieval me vale cierto prior de la Merced encaprichado con la menor de las hermanas Fonseca (putas de oficio, excuso decir) “que en tanto grado la quiere que las paredes del monasterio desuella para dalle” según leemos en la anónima Carajicomedia, o Cancionero de obras de burlas provocantes a risa impreso en Valencia por Juan de Viñao en 1519.
Como ejemplo de planchabragas pongamos al ilustre Jorge Manrique cuando le escribe a una dama Acordaos por Dios, señora,/ quánto ha que comencé/ vuestro servicio,/cómo un día ni una hora/ nunca dexo ni dexé/ de tal officio./Acordaos de mis dolores,/acordaos de mis tormentos/ qu’e sentido,/acordaos de los temores/y males y pensamientos/ qu’e sufrido./ Acordaos cómo en presencia,/ me hallaste siempre firme/y muy leal,/ acordaos cómo en ausencia/ nunca pude arrepentirme/ de mi mal./ Acordaos cómo soy vuestro/sin jamás haber pensado/ser ajeno,/acordaos cómo no muestro/el medio mal qu’e pasado/por ser bueno.
¿Qué llevó a la caída de Granada?
Granada se mantuvo dos siglos y medio gracias a su frontera muy defendible y bien defendida, a su inteligente diplomacia, a su potencia económica y a las veinte mil doblas de oro que dobla arriba o dobla abajo pagaba a Castilla como parias (la gallina de los huevos de oro, excepto cuando la debilidad de Castilla excusaba de pagarlas). Cuando Castilla se sintió suficientemente fuerte, y gracias a la firme voluntad de los Reyes Católicos, Granada cayó y se completó la reconquista.