Enrique Stuyck, ex presidente de Disney y autor de 10.000 cartas al director: "Las envío cada mañana desde mi Ipad"

  • Este empresario madrileño se levanta cada día a las cinco o seis de la mañana para redactar y enviar sus textos a la sección de Cartas al Director de los diferentes periódicos

  • Expresidente de Walt Disney en España y Portugal, aún le quedan mil anécdotas y pensamientos por escribir. Y ánimo no le faltan

  • La primera, en 2003, se la inspiró una entrevista en la que Enrique Iglesias se quejaba de la soledad del éxito

A sus 80 años, Enrique Stuyck no piensa en la vejez. Al menos en voz alta. La edad le ha librado de las urgencias del pasado, pero no de seguir trabajando y de cumplir rutinas que le mantienen activo desde el amanecer, tal vez porque a esa hora la vida siempre está a punto de empezar y él encuentra ahí el comienzo de un pensamiento. Aprovecha el silencio y la luz de la aurora para dejar que la mente vuele.

Y vuela tanto que en pocos años ha conseguido publicar casi 10.000 textos, a modo de reflexiones y opiniones, en la sección Cartas al Director de diferentes periódicos. Excepto las 200 primeras, que las escribió en 2003, el resto las ha escrito en poco más de tres años. Hagan cuentas. Su historia es entrañable.

Una pasión tardía: "Ni siquiera había escrito cartas de amor"

Lo primero que nos advierte es que no se considera escritor. "Las cartas, simplemente, me mantienen conectado con el mundo y me hacen disfrutar de esta pasión tardía. Antes, jamás había escrito nada, ni siquiera cartas de amor", dice con gran sentido del humor.

Nació en Madrid en 1943. Es abogado y empresario. En 2003 publicó su primer libro, 'Querida Prensa', y en 2020 volvió con un segundo volumen. Esta vez ya tenía una selección de 3.000 cartas y se permitió el lujo de ser prologado por el periodista y escritor Juan Cruz. Desde entonces, su editorial Incipit Editores no ha dejado de reunir en diferentes volúmenes las cartas que va publicando en los periódicos. El último, de noviembre de 2022, lleva por título 'Ocurrencias'. Y así son. Golpes de ingenio, gracietas o llamadas de atención.

Con el tiempo ha moderado el tono

Con ocho décadas de vida, ha sido testigo de cambios de gobierno, conflictos, subidas y bajadas, logros y algunas decepciones. No podría narrar como lo hace si tuviese menos edad. Tampoco tendría la sensibilidad y la placidez con la que escribe. "He ido puliendo mi estilo y moderando el tono sin dejar de expresar lo que pienso. Hablo de la vida y mi destinatario es quien me quiera leer. Unas veces le entretendrá y otras le hará pensar. No tengo más propósito".

Es padre de seis hijos y abuelo de siete nietos. Con 65 años acabó la carrera de Derecho y, desde entonces, no ha dejado de estudiar ni de encontrar excusas para mantenerse activo, física y mentalmente. "Entre la escritura, la lectura y el tiempo que sigo dedicándole a mi empresa, tengo la agenda ocupadísima. Desde hace seis años practico una hora de tenis diaria con un entrenador. La fuerza física es tan necesaria como la mental. Siempre me gustó ir a conciertos, teatros y otros eventos, pero ahora tengo que gestionar las energías".

Su personaje favorito es Pato Donald, "un incomprendido"

En toda esa ilusión que le pone a la vida tiene mucho que ver su cercano vínculo con Walt Disney. Hasta 1988 fue presidente de esta compañía en España y Portugal y aún sigue vinculado a ella a través de Stor, una empresa que fundó en 1971 junto a su amigo Francisco Ortiz.

Nos confiesa que su personaje preferido es Pato Donald, el icónico e irascible pato antropomórfico que nació nueve años antes que él. "Por su temperamento, es el más incomprendido, pero para mí merece un profundo respeto. Mickey Mousse es, desde mi punto de vista, demasiado perfecto. Optimista, trabajador, animoso. Sin duda, me quedo con Donald. El mundo de Walt Disney es una obra maestra e insuperable. A mí me ha dado momentos únicos y maravillosos".

Durante su cargo como presidente en España y Portugal, señala que conoció a gente muy interesante. Por ejemplo, a Roy E. Disney, el último director ejecutivo de la compañía en nombre de la familia Disney. Enrique se marchó en 1988 y ese mismo año, la persona que les sustituyó, Laszlo Hubay, le propuso firmar una licencia de Disney para hacer productos de menaje infantil, que era lo que él fabricaba en su empresa desde 1971, con imágenes de personajes de Walt Disney. Su despacho, en Madrid, es un tributo a esta fábrica de iconos y sueños. Le queda la pena de que las negociaciones para instalar Eurodisney en España no llegaran a buen puerto y finalmente la compañía optase por París.

Tanto tinglado empezó con la cruz de Enrique Iglesias

Su recorrido vital es fascinante y se entrevé en las cartas que envía cada mañana desde su iPad. Su favorita es la primera, sobre todo por la emoción que acompaña a toda primera vez. "Fue una carta que surgió espontánea, en enero de 2003, después de leer una entrevista que publicó El País Semanal con el título 'La cruz de Enrique Iglesias'. El artista se quejaba de la soledad del éxito y de su dificultad para ser reconocido en España. Entonces él le respondió con una misiva llena de ironía que encabezó con 'Pobre Enrique' sin demasiada confianza de que llegase a su destino.

Al verla publicada se armó de ganas y siguió escribiendo, sobre todo durante los meses de verano que pasó en El Puerto de Mazarrón (Murcia). "En noviembre, tuve que dejarlo por falta de tiempo. En 2019 mi hija pequeña me pidió ayuda para su máster de Comunicación y al tener que leer la prensa diaria tan a conciencia decidí recuperar el hábito de la escritura. Redactando y sumando -a veces hasta diez o doce diarias-, llegué hasta aquí, con casi 10.000 cartas publicadas en unos 70 periódicos diferentes".

Nos confiesa que tiene sus propios trucos para esquivar la exigencia de exclusividad de algunos periódicos o esa norma tácita que siguen de no repetir autor con frecuencia. Unas veces cambia el apellido, otras la firma casi completa o deja uno de sus apellidos con inicial. Por supuesto, la ganancia económica es nula. Al contrario, está suscrito a numerosas cabeceras y tiene el hábito diario de ir al quiosco a comprar varios periódicos cada mañana. Con muchos lectores como él, el futuro de la prensa escrita estaría más que garantizado.

Ya prepara próximas ocurrencias

Su próximo libro ya está a punto y será una nueva edición de 'Ocurrencias'. De nuevo comparte en sus páginas anécdotas de la vida cotidiana y pensamientos ligados casi siempre a la actualidad. Se expresa con un tono de humor, ironía y esa sabiduría que le ha dado una vida tan plena. Está orgullo porque le ha llegado la noticia de que, en la Universidad de Heidelberg (Alemania), una profesora de español usa algunas de sus cartas como ejercicio práctico.

De todas, dice que la que mejor refleja su actitud vital es una que tituló 'El sentido del humor'. Se publicó en noviembre de 2019 en varios diarios de provincias y la terminaba así:

"Nunca había sido de lágrima fácil y menos ahora que le quedaban dos telediarios. Tenía que aprovecharlos para reírse del mundo y dejar como herencia su mejor sonrisa, ninguna deuda y algunos bienes. Se morirá feliz pensando que todos sus hijos se disputarán la sonrisa".

Quiere seguir escribiendo y no se impone más reto que el de narrar aquello que le parece interesante, opinar y contrastar opiniones. Un día le puede inspirar la escasez del agua y al siguiente una conversación con sus nietos sobre ChatGPT. Sabemos por su correspondencia que Raquel Welch le hizo soñar en color, "cuando veíamos todo en blanco y negro", y que se entretiene al caer la tarde con las citas a ciegas del programa de Cuatro 'First Dates'. Y también que reclama el derecho "a presumir de juventud acumulada".

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