José María Plaza, biógrafo y amigo de Aute: "El amor nos puede atacar a cualquier edad"

  • Cantautor y escritor se conocieron, simpatizaron y juntos poetizaron el amor y el erotismo: "Conocerle es una de las mejores cosas que me ha pasado"

  • Su último libro, 'Instagram.love / Siguiéndote por Europa', afronta de una forma muy actual el enamoramiento y la conquista

  • Hablamos con él sobre Aute, María Kodama (la mujer de Broges) y, de paso, hurgamos en sus "locos encantamientos" y "lúcidos desencantamientos"

Luis Eduardo Aute creó Atlanta, ese espacio imaginario de libertad donde "vuelan las alas", y el escritor burgalés José María Plaza (1964) lo habitó. No habría mejor lugar que este mítico país hecho de sueños y canciones para situar a un hombre que, como dijo el cantautor fallecido, "entiende la vida como una experiencia en donde no debería tener cabida ni el sufrimiento ni la infelicidad".

Se conocieron, simpatizaron y juntos poetizaron el amor y el erotismo. Corrían aquellos años en los que creían que cambiarían el mundo. Plaza le escribió su biografía y Aute le correspondió prologándole 'Canciones de amor y dudas', un libro que, por cierto, lleva el epílogo de Teddy Bautista, y 'Balada para Clara'.

Renuncia irrevocable a ser adulto

Sarcástico en las distancias cortas y con aire de intelectual despistado, tiende a mirar el mundo de una manera ligeramente diferente. Por momentos, pareciera haber cumplido la sentencia de Aute de presentar su "renuncia irrevocable a ser adulto". Este rasgo le ha facilitado amigarse con artistas como Agatha Ruiz de la Prada, quien, además de ilustrar una parte de su poesía infantil, llegó a presentarle en sociedad como su biógrafo, después de publicar 'Corazón Agatha'.

Fue también el primer periodista que escribió sobre María Kodama, la mujer de Borges, cuando todavía era su secretaria, en un artículo que tituló 'El bastón de Borges'. Con más de cincuenta publicaciones, con géneros y textos para todos los públicos, puede considerarse un autor prolífico. Hablar con él obliga a hurgar en esos "locos encantamientos" y "lúcidos desencantamientos" que menciona el cantautor en el prólogo de 'Balada para Clara'.

El amor es un tema recurrente en tu escritura. ¿Es la fuerza que mueve al mundo?

Desde mi primera novela, el amor puede considerarse una constante en mis libros porque es, digamos, el origen de todo y un sentimiento universal que nos afecta e implica, al margen de la edad, cultura, país o época. Siempre se escriben poemas o novelas de amor porque es un tema inagotable y accesible en el que todo el mundo puede verse afectado. Aunque más que del amor, habría que hablar del amar, que se podría definir como la forma diaria del amor y que, en el fondo, es lo que marca nuestra vida. No sé si el amor mueve al mundo, como dicen los poetas, pero sin el amor -y todo lo que conlleva y arrastra- no se entendería y, por supuesto, sería otro.

¿De qué manera evoluciona eso que llamas "el amar"?

El amor evoluciona, y lo he notado en mi propio corazón, porque la gran pregunta es: ¿qué es lo que esperamos del amor? Está claro que a la edad madura ya no se espera lo mismo que a las 15, a los 30 o a los 40. Y posiblemente si hubieras conocido a esa persona de la que te has divorciado a los 40 en vez de a los 20, la relación aún seguiría y podría considerarse hasta el amor de tu vida entre comillas, porque la percepción y evolución del amor cambian. También nuestra forma de amar. Por eso mis libros siempre tratan de amor, y cada uno de ellos es muy diferente.

Posiblemente si hubieras conocido a esa persona de la que te has divorciado a los 40 en vez de a los 20, la relación seguiría y podría considerarse el amor de tu vida

¿El amor platónico es solo una idea adolescente?

Es algo que me ha interesado y afectado, ya que como creador era propicio a ese tipo de sentimiento. Sabemos que el amor platónico no es un amor real, porque amamos a alguien que no existe: nosotros lo creamos, nos imaginamos cómo es y cómo nos gustaría que fuese. Ese amor tiene más de uno mismo que de la persona en la que te fijas. Uno lo pone todo. El amor platónico es el tema absoluto de mi primera novela, 'No es un crimen enamorarse'. Curiosamente, no es un amor tan solo propio de los adolescentes, sino que nos puede atacar a cualquier edad, aunque ya con la experiencia y los desencantos, se está ligeramente vacunado. Jorge Luis Borges era muy propicio a los amores platónicos en todas las etapas de su vida, y así le fue.

Aute, una amistad decisiva

¿Cómo conociste a Aute?

Siempre digo que conocer a Luis Eduardo Aute es una de las mejores cosas que me ha pasado en la vida. Era un gran admirador de sus canciones, y de sus textos tan cuidados, que decían, y muy bien, lo que todo el mundo quería expresar. Así que, osado como se es en la juventud, le propuse escribir un libro sobre su vida y obra (el primero que se publicó), y ahí empezamos a vernos todos los días.

Osado como se es en la juventud, le propuse escribir un libro sobre su vida y obra, y ahí empezamos a vernos todos los días

¿Y fue el comienzo de una gran amistad?

Coincidíamos en muchas cosas. Al fin y al cabo, los dos éramos creadores, y el amor fue uno de nuestros grandes temas, tanto en la vida como en la obra. Creo que Aute es el autor en español que más y mejores canciones ha hecho sobre el amor y el erotismo. Nos veíamos de vez en cuando -no mucho-, pero siempre era como si nos acabásemos de ver el día anterior. Creo que el tono vital, el respeto, la admiración y la independencia fueron muy importantes en nuestra amistad. Destacaría de Aute, la generosidad, un bien escaso.

Él decía que escribir una buena canción es tremendamente difícil porque hay muchos corsés. ¿También te encuentras con esos mismos corsés al escribir un poema?

Una buena canción es muy difícil de escribir. García Márquez mostraba su admiración por los que eran capaces de contar una historia en ese breve espacio. Cuando conocí a Aute le pregunté cómo hacía esas maravillosas canciones y me dijo algo así como: trabajo, mucho trabajo y concentración. Luego, con el tiempo, vas adquiriendo ciertas costumbres.

Le pregunté cómo hacía esas maravillosas canciones y me dijo algo así como trabajo y concentración. Con el tiempo vas adquiriendo ciertas costumbres

A Aute, que disfrutaba pintando y escribiendo canciones y poemas, le costaba muchísimo escribir prosa: llenar un folio era una tarea agotadora.

Pero escribió, entre otros, el prólogo de tu libro de poemas 'Balada para Clara'.

Por eso le agradezco tanto el esfuerzo que hizo para escribir el prólogo de este libro que lleva el subtítulo de 'Diario del amor', 'del amor', no 'de un amor'. Porque un amor concreto puede ser -es- todos los amores. Aute conocía mi historia con Clara y le gustó mucho el libro, así que "se vio forzado" a hacerme ese regalo de sus palabras en prosa.

¿Hay una edad en la que se deja eso de "la necesidad urgente de que los cuerpos se alimenten"?

Está claro que no buscamos lo mismo a los 50 que a los 20, aunque a veces soñemos con un amor de ese tipo; luego, al pensarlo mejor, lo desechamos. No nos merece la pena, pero es un dulce sueño. Desconozco realmente lo que buscan los hombres a los 50, quizás, comodidad y cuidados. No lo sé. Y he comprobado que bastantes mujeres buscan, a esa edad, un compañero de vida parcial, alguien con quien ir al teatro, pasear, hacer planes, viajar... Y si es cada uno en su casa, mejor.

He comprobado que bastantes mujeres buscan a los 50 un compañero de vida parcial. Si es cada uno en su casa, mejor

¿A veces es conveniente renunciar a un amor?

En 'Después de la nieve', una novela que estoy corrigiendo, dos personas maduras, casadas, con hijos, se enamoran como si tuvieran 20 años, pero han de renunciar al amor, porque no se puede ser feliz a costa de la infelicidad de la gente que tienes cerca y te quiere. La renuncia al amor es un tema que me parece muy interesante.

En 'Instagram love', tu última publicación, vuelves a la novela.

Acaba de salir 'Instagram.love / Siguiéndote por Europa', que es su título completo, y en ese libro he querido afrontar de una forma muy actual el enamoramiento, la conquista y el amor. Es una novela de viajes  y de intriga sentimental. Un arquitecto de Nueva York planea un viaje a Europa con su prometida, pero ella ha de quedarse por unos días, y él, mientras la espera, va siguiendo el recorrido de una joven que ha despertado su curiosidad, así que mediante Instagram se van conociendo, hasta que deciden quedar en un café de Estambul.

¿De nuevo el amor trasciende edades y fronteras?

En ese largo periplo por diez capitales europeas, el joven arquitecto -mientras espera a su novia- conoce a personas de distintos países y edades que le hablarán del amor desde su punto de vista y según su experiencia; lo que le hará reconsiderar su relación que creía perfecta.

Como diría Aute colocaste tres puntos suspensivos en la historia y tu protagonista borró dos.

Ya ves, en el fondo, es una novela muy viajera sobre sobre los diferentes amores y qué es lo que buscamos cuando buscamos el amor.