Ya lo decía Emily Dickinson, "Para viajar lejos, no hay mejor nave que un libro". Por eso, han sido precisamente ellos, los libros, los protagonistas de la pandemia. Con ellos, hemos podido viajar a países lejanos y evadirnos de una realidad teñida de gris.
El placer de leer se hereda de generación a generación, porque los libros tienen la capacidad de decir mucho de sus dueños. ¡Ay, si los libros hablasen! Para celebrar que se acerca el Día del Libro, hemos escogido algunos de nuestros autores y autoras favoritos que nos han hablado sobre sus últimos lanzamientos.
Citando a Carlos Ruiz Zafón "los libros son espejos: solo se ve en ellos lo que uno ya lleva dentro", por eso, dependiendo del momento vital en el que te encuentres o lo que sientas más apetecible te dejamos siete propuestas literarias diferentes recién sacadas del horno. Sus creadores te cuentan de qué tratan.
Si alguien sabe retratar la clase social de la burguesía con realismo y riqueza en detalles esa es Pilar Eyre. La escritora y periodista nos habla en su última novela, 'Cuándo éramos ayer' (Editorial Planeta) sobre la alta sociedad catalana de los 70, 80 y 90.
"Era un grupo que se había beneficiado del franquismo y vivían en una burbuja acomodada en la que no tenían ningún contacto con personas que no fueran de su círculo. Un mundo artificial de Liceo, buenos restaurantes, modistas y sastres de lujo, veraneos en la costa y casas con buena calefacción y sirvientas con delantal negro y cofia", nos contaba durante su entrevista con Uppers.
Eyre nos traslada a la Barcelona de 1968 donde las revueltas estudiantiles comenzaban a reivindicar grandes cambios sociales, y nos presenta la gran diferencia generacional que se desarrolla entre madre e hija.
La incansable Isabel Allende presentaba su novela 'Violeta' (Plaza & Janés) con entusiasmo y nostalgia. La escritora nos invita a acompañarla en el apasionante recorrido a un siglo entre pandemias -de la gripe española al covid- a través de la conversación de la abuela Violeta y su nieto.
Ella misma nos contaba en una entrevista que su madre es la gran inspiración: "Murió poco antes del covid y mucha gente que la conocía me dijo "tienes que escribir la historia de tu madre"; en parte, porque estábamos muy unidas (tengo la vida entera de mi madre en cartas que me escribía todos los días). Tenía material para una novela, pero cuando comencé a escribirla, vi que no podía emocionalmente. Además, mi madre, que era una persona extraordinaria, no tuvo una vida extraordinaria porque no podía mantenerse sola, no tuvo la libertad económica que yo deseé para ella. Y eso es lo que le di a Violeta, un personaje parecido a mi madre en el sentido de que es fuerte, interesante e irónica, con una gran visión respecto al futuro".
El amor, el poder, la ambición y la codicia también tienen cabida en 'Violeta'. "Todas esas cosas mueven el mundo en una orientación que a veces el amor logra corregir, pero no completamente. En todas mis novelas lo que importa son las relaciones humanas, las emociones. Y, de todas ellas, la más poderosa es el amor, al menos para las mujeres. En mi propia vida, lo que más me ha movilizado a hacer las brutalidades más grandes, y también los hechos heroicos, ha sido el amor", relataba.
Es uno de los top ventas de España, por lo que la tercera y última parte de la historia del álter ego de Javier Cercas promete, y mucho. "Las obras de la Terra Alta son tres novelas distintas y un solo libro verdadero", explica al autor al definir 'Terra alta' (Planeta), 'Independencia' y 'El castillo de Barbazul' (Tusquets Editores) la trilogía de novela policiaca que le ha servido a Cercas como una especie de terapia. Su protagonista, Melchor Marín, es el personaje mediante el que el escritor ha externalizado alguna de sus reflexiones.
"Marín es un personaje que está lleno de furia, dolor, deseos de venganza desde su nacimiento. Flaubert dijo 'Madame Bovary soy yo', yo podría decir Melchor Marín soy yo. Nació de mi dolor, de mi furia...", confesaba Cercas durante nuestra entrevista.
Aunque hay muchas películas y textos que abordan este tema, el último trabajo de Luis Mateo Díez, Premio Nacional de las Letras Españolas es una de las visiones más interesantes de este fenómeno. "La naturaleza es el pasado del hombre", decía durante nuestra entrevista. El autor vuelve a invocar en 'Celama (un recuento)' (Alfaguara) el mundo que ya transitó en la trilogía formada por 'El espíritu del páramo', 'La ruina del cielo' y 'El oscurecer'.
Treinta y ocho historias que transcurren en el territorio imaginario de Celama, una metáfora, tan hermosa como compleja, de la desaparición de las culturas rurales y conduce a lo más hondo y misterioso del corazón humano. "Ahora que voy a cumplir 80 años lo tengo muy claro: El elemento crucial de la escritura es cómo he sido capaz de vivir mucho más de lo que hubiera vivido si no hubiera escrito. La conquista de un territorio de la imaginación, de inventar personajes e historias, es la aportación que he hecho para mí mismo. Yo he vivido mucho más escribiendo que viviendo", nos decía.
"Mi problema es que tengo demasiados recuerdos, y recordar mucho es muy peligroso", nos decía el Bernardo Atxaga al hablar de su última obra.
Su última entrega, 'Desde el otro lado' (Alfaguara), no es una novela al uso, sino cuatro relatos de vida y muerte de corte fabulístico protagonizados por reptiles, aves, roedores y espectros que fluyen entre la realidad y la fantasía. Se trata de cuatro historias inéditas en castellano, puesto que las dos que se publicaron en euskera en 1985 y 1995 han sido reescritas para la ocasión, imbuidas de un humor "muy particular", que va "más allá" del humor negro y que le permite reflexionar con cierta distancia sobre el bien y el mal inherentes a la condición humana.
Juan Tallón disecciona en 'Obra maestra' (Anagrama) la desaparición del 'Equal-Parallel/Guernica-Bengasi', la escultura de Richard Serra para el Reina Sofía. El escritor investiga desde todos los ángulos uno de los sucesos más inexplicables de la historia del arte en España. "Yo prefiero que la escultura no aparezca jamás. Me gusta pensar que está viva en algún sitio", nos confesaba el autor durante su entrevista con Uppers.
Serra entregó la obra a la pinacoteca madrileña en 1986, el año que se inauguró. Y allí estuvo expuesta varios meses hasta que fue almacenada por una empresa especializada en una nave industrial en Arganda del Rey. Con el tiempo esa empresa quebró, y cuando el museo se interesó en 2005 por el paradero de su escultura nadie supo qué responder. La obra ya no estaba. Sus 38 toneladas se habían volatilizado. Tallón, que además de escritor es periodista, vio que en la historia de esa escultura, "su nacimiento, exposición, custodia, pérdida y búsqueda", había una trama digna de ser narrada.
La escritora Mercedes Cebrián hace en 'Cocido y violonchelo' (Literatura Random House) un elogio en voz alta de dos de los principales placeres que nos ayudan a sobrellevar nuestro tiempo en la tierra: la música y la comida. La autora decide aprender a tocar el chelo a una edad a la que, al parecer, ya es tarde para ser principiante. "El chelo es como un abrazo", nos decía la autora durante su entrevista con Uppers.
Emprende así una curiosa aventura acarreando en la espalda un instrumento poco popular en España que la lleva desde academias de música y orquestas de aficionados hasta talleres de luthiers que huelen a cocido recién hecho.