No es lo mismo leer un libro en la veintena que en la cincuentena. Ni tampoco hacerlo fuera o dentro de una pandemia mundial. Si algo nos ha procurado el estado de alarma es tiempo. Y cada uno lo ha ido empleando lo más placenteramente posible. Leer ha sido uno de los modos favoritos de muchas personas para desconectar y reconectar a la vez. Muchos lectores se han ido además a revisitar antiguas sensaciones, y se han embarcado en la siempre compleja aventura de releer aquel libro que te marcó la primera vez. Ya sea por motivos laborales, políticos o emocionales (aquel gran amor o desamor), los viajes de vuelta a aquellos lugares son, en cada caso, muy interesantes. Marta (56), Ángel (46), Sara (57), David (55), Mar (53), Jorge (51) y Marceloa (55) nos lo cuentan en primera persona.
Tras casi diez semanas de confinamiento a nuestras espaldas, la empresa Conecta Research & Consulting, consultora que se encarga de la elaboración de Hábitos de Lectura, ha encuestado a más de 600 personas durante la última semana de marzo y los primeros días de abril. El resultado muestra que los índices de lectura en nuestro país han mejorado durante el confinamiento: "los españoles valoran y reconocen los beneficios que la lectura les ha ofrecido durante este periodo de estancia en los hogares". Además, la lectura es la tercera actividad, detrás de ver la televisión y atender llamadas telefónicas.
Antonio María Ávila, director ejecutivo de la FGEE, confirma que lo que ha revelado este informe es "un incremento de la lectura que la convierte en la tercera actividad preferida durante el confinamiento, a diferencia de la quinta o sexta posición que tenía en el último Barómetro". Asimismo, el director ejecutivo de la FGEE apunta que, en los resultados obtenidos, "el confinamiento de los lectores ha supuesto un factor a tener en cuenta en el incremento del porcentaje de personas que se han enganchado a la lectura. La gente se ha encontrado con más tiempo y ha acudido para informarse, para entretenerse, etc". El formato preferido por los lectores ha sido el papel, "por hábito, por tradición, porque permite mayor concentración, más confidencialidad", apunta Antonio Mª Ávila.
También se ha incrementado el porcentaje de lectores frecuentes, aquellos que leen cinco o seis horas a la semana, con edades comprendidas entre 45 y 55 años, del 52% al 53%. Algunos de ellos han aprovechado estas semanas para volver a tener entre sus manos lecturas de antaño. Han vuelto a releer textos que hace algunas décadas les aportaron vivencias, ideas, opiniones, juicios o razonamientos que, con la relectura actual, pueden haberse modificado o no.
Libro: 'A measure of Tatcherism. A sociology of Britain' (S. Edgell y V. Duke, 1991)
"Leí este libro, por primera vez, en 1991. Se trata de una reflexión de la política de la época de Thatcher en Inglaterra. Entonces me impactó porque hablaba de una sociedad que se transformaba en la línea neoliberal y radical, con las consecuencias que ello tenía: la privatización de servicios y equipamientos como era la vivienda, el transporte, la salud, la educación, etc. Eran los comienzos de la expansión del neoliberalismo en nuestras sociedades occidentales. Ahora, lo he vuelto a retomar, repensando el neoliberalismo y sus consecuencias durante este confinamiento y para preparar un proyecto que tenía que organizar. La etapa actual necesita repensar aquello que se ha ido implantando silenciosa y rápidamente en algunos sectores: privatización de la educación, salud, vivienda, transporte, etc, y en general en la sociedad española. Es el momento para repensarlo, cuestionarlo, más que nunca".
Libro: 'Reimagina' (Tom Peters, 2003)
"Leí este libro por primera vez en el año 2003. Entonces estaba terminando de entender el mundo empresarial y tenía una sensación de desajuste entre lo que yo esperaba, lo que creía que debía ser y lo que realmente me estaba encontrando. Me atrapó desde que lo vi y superó mis expectativas. La idea principal es que el cambio se mueve de dentro hacia afuera y no al contrario. Que tu proyecto está dentro de ti. Es lo que Peters denomina "Proyecto WOW": que es algo que te hace sonreír, que quieres compartir, que aporta a nuestro entorno y nuestra sociedad, que te da energía y que es la razón por la que estás en la Tierra… Sí, así de importante.
Lo he vuelto a releer porque, desde entonces, muchas de las cosas que he aprendido en el camino me han llevado al concepto de "Economía del Propósito", aquella que primero trabaja el Propósito (el qué aporta este proyecto a la sociedad y a nuestro entorno) y después se construye el modelo económico viable que lo hace sostenible. Volver a la base de mi pensamiento me ha hecho sentir que seguía siendo coherente. Una recarga de energía que creo voy a necesitar en estos tiempos complicados que nos esperan".
Libro: 'Veinte poemas de amor y una canción desesperada' (Pablo Neruda, 1924)
"Tenía 20 años y estábamos en plena Transición. Neruda era un icono. Chileno, poeta, comunista, amigo de Lorca, cónsul en España. Jóvenes enamorados del mundo, con una libertad que no sabíamos manejar muy bien tras tanta represión. Ha sido un amuleto al que volver en los días tristes. Es el libro que me llevaría a una isla desierta. En estos momentos, ha sido un buen reencuentro. Desde la madurez ya nada es tan sorprendente ni tan extremista. Me ha vuelto a enamorar y hemos vuelto a pronunciar votos para continuar juntos. Me ha cambiado un poco más la idea que tenía de Neruda como personaje, pero los poemas siguen siendo igual o más potentes. Es un libro del Círculo de Lectores de 1973, se conserva en perfecto estado porque estaba muy bien encuadernado y ni siquiera ha amarilleado"
Libros: 'Así habló Zaratustra' (Friedrich Nietzsche, 1885) y 'Solaris' (Stanislaw Lem, 1961)
"Estos días he releído 'Así habló Zaratustra' y 'Solaris'. El primero lo leí con 18 años, cuando descubrí la filosofía, y lo escogí por ser uno de los libros más influyentes del siglo XX y de lectura relativamente fácil. El segundo lo leí con 15 años, una época en que devoraba ciencia ficción con contenido filosófico (aunque no lo racionalizaba de esta manera). De aquellas primeras lecturas, extraje la conclusión de que la vida depende de cómo la enfocamos nosotros y cómo la visión que tengamos de la realidad propiciará nuestras ideas. Mi valoración actual no ha cambiado. Simplemente, cada vez que lo vuelvo a leer, veo más detalles implícitos y los filtro con una mayor madurez, lo que es fantástico porque también me permite ver aquello de mi juventud a lo que no quiero renunciar, como las ganas de continuar aprendiendo y seguir sorprendiéndome".
Libro: "Con ojos de niño" (Francesco Tonucci, 1981)
"Tendría 20 años cuando lo leí. Era estudiante de Magisterio, y como buena universitaria solía estudiar la noche antes del examen. El tocho de fotocopias al que me enfrentaba era considerable y entre aquellos folios estaba 'Con ojos de niño'. Entre aquellas líneas encontré representado, en unos simples trazos; todo lo que yo había sentido y pensado como niña en la escuela. Me sentí entendida. Mientras repensaba el sistema educativo, con el fin de buscar una salida para la situación actual y para lo que parece que puede venir, volví en múltiples momentos a buscar respuesta para la revolución que necesita nuestro sistema, para una nueva vida dentro de él vista con ojos de niño. Me he vuelto a dar cuenta de que aquellos trazos siguen estando más vigentes que nunca. Seguiremos trabajando".
Libro: 'Las uvas de la ira' (John Steinbeck, 1940)
"Lo leí en la facultad. Cuando lo abrí, me atrapó. Me conmovió el relato de la búsqueda de la justicia social en un mundo devastado. El dibujo que traza el autor del hambre, la emigración, la semiesclavitud. Al terminarlo pensé que quedaba mucho camino por recorrer en la lucha por los derechos universales. A pesar de que el tiempo de la novela estaba a años luz del mío, la denuncia seguía siendo válida. En estos días de pandemia en los que he vuelto a leerlo, pensé mucho en que nuestra generación (a este lado del mundo), por fortuna, no se ha visto obligada a transformar radicalmente su estilo de vida, su confortable mundanidad, sus valores, por culpa de una crisis global que lo trastoca todo. Hoy los excluidos, los que migran, los esclavos son otros y nosotros vemos su desastre personal desde la comodidad de la tele. ¿Y si el virus nos desahucia de nuestras cómodas vidas como a los protagonistas de esta novela?".
Libro: 'El retrato de Dorian Grey' (Óscar Wilde, 1890)
"Me lo recomendó un amigo de mi padre que era el dueño de la Librería Turner en el Paseo de la Habana en Madrid. Recuerdo que me dijo que faltaban en mi lista varios libros imprescindibles. Uno de ellos, este. La idea de estar dispuesto a vender el alma en este caso por la eterna juventud es algo que me atrajo ya de joven como estudio de la mente y del comportamiento humano. Me impactó la evolución de Dorian, que se convierte en un ser despreciable, vanidoso debido a que se sabe invulnerable. Las personas para él se convierten algo para usar y tirar. La pandemia nos ha recordado que somos vulnerables y mortales. Me ha vuelto a maravillar el genial uso que hace Wilde del lenguaje, lírico, elocuente, mordaz. Desde una edad más madura entiendes mejor que alguien no quiera envejecer; de hecho, parte de lo que nosotros investigamos es para ralentizar el envejecimiento. Con su relectura he reflexionado sobre las malas influencias, la importancia de elegir bien las personas que te rodean, las diferentes opciones que te va ofreciendo la vida y del legado que vas a dejar".