Se cumplen 50 años de la muerte de Nino Bravo: ¿qué fue de María del Amparo y Eva Ferri, las hijas del cantante?

  • Al fallecer, Nino Bravo tenía una hija, María Amparo, de solo un año, a la que siguió Eva, nacida pocos meses después de la muerte del cantante

  • Eva ha cantado en varios conciertos el repertorio de su padre

  • Amparo, al igual que su hermana, mantiene vivo el legado de su padre a través de los clubs de fans, el museo en la localidad natal del cantante y prestando apoyo a distintas iniciativas, como un reciente documental y un podcast que quiere rendir homenaje al artista valenciano

En abril de 1973 España perdió a una de sus grandes voces. José Manuel Ferri Llopis, nombre real de Nino Bravo, fallecía en un accidente de coche en la carretera de Valencia a Madrid. El cantante viajaba junto a otros tres pasajeros, José Juesas y los integrantes del dúo Humo. Fue la única víctima mortal del siniestro. El país quedó conmocionado al ver cómo quedaba truncada la vida a un hombre de 28 años que ya era un ídolo, pero que prometía un futuro estelar. Estaba casado, tenía una hija de un año y otra en camino.

Nino Bravo conoció a María Amparo Martínez Gil en una discoteca, donde se la presentó el periodista Guillermo Ortigueira. El flechazo fue instantáneo. La música romántica de Nino fue la clave del romance, en el que muy pronto hubo una proposición de matrimonio. En la funda del single de 'Te quiero, te quiero', él le pidió a su novia que se casara con él. "Para Mari, mi único y verdadero amor con propuesta de matrimonio, ¿sí o no?", escribió el artista, como se puede ver en el documental 'Nino Bravo': Vivir. María Amparo le escribió inmediatamente la respuesta: "Sí".

La pareja quiso casarse en la intimidad, aunque la prensa, finalmente, conoció los detalles del enlace. El nuevo matrimonio se instaló en Valencia y al poco tiempo nació Amparo, su primera hija. Eva, la segunda, nació al poco del accidente. No conoció a su padre físicamente, pero eso no ha impedido que tuviera una relación muy especial con él.

Cantante como su padre

Tras la muerte de Nino Bravo, los homenajes se sucedieron y su discografía se reeditó varias veces. Los fans siguieron recordando sus canciones. El mito nació. Su viuda, a la que muchos recuerdan desconsolada, agarrada al féretro del cantante, sigue manteniendo viva su memoria. Las hijas también son el estandarte del artista, pero de diferentes maneras.

Eva, la hija póstuma, ha heredado el talento musical de su padre. Ha actuado en varios conciertos interpretando el repertorio musical paterno. Y volverá a hacerlo el próximo 27 de abril en el Palau de les Arts de Valencia, acompañada de la Banda Municipal.

Mantener vivo el legado

Amparo, la primogénita, no canta, pero en estos años ha seguido manteniendo vivo el legado de su padre a través de distintas iniciativas. Tanto Amparo como Eva se mantienen en contacto con los clubs de fans del cantante, están al tanto de todas las actividades realizadas en Aielo de Malferitel, pueblo natal del cantante, donde hay un museo y una ruta turística llamada 'Destino Nino', y son parte necesaria e imprescindible en todos los homenajes dedicados al artista.

Ambas hermanas están detrás del documental 'Vivir', realizado por TVE con ocasión de los 50 años de la muerte del cantante, y acaban de presentar el podcast 'Querido Nino', una serie de diez capítulos que podrán en escucharse en Radiovalencia.es.

Amparo también es madre de un hijo que hoy cuenta con 17 años que "tiene los ojos Ferri", como ha declarado en alguna entrevista. El joven ha crecido escuchando la música de su abuelo. No es raro y la propia Amparo lo explica en una entrevista en Las Provincias: "Ha escuchado a su abuelo desde pequeño, como muchos otros niños, y ese es el motivo de que guste a tanta gente; primero, por su voz, era magnífica, y segundo por su personalidad, por la luz que desprendía. Cantaba con el corazón y eso llega a la gente y se transmite a los jóvenes de todas las épocas aunque pase el tiempo".