Estaban quebrados y con frío en un rincón de North London, pero estaban juntos. Eran mediados de los 70 y los Eurythmics, Annie Lennox y Dave A. Stewart se habían conocido cuando ella le pasó la cuenta en una cafetería. Ahora se dedicaban a la música (habían tenido algunas bandas de nula repercusión) pero no tenían un duro para seguir. Los 80 estaban a la vuelta de la esquina y Stewart sabía que el futuro de la música estaba en los sintetizadores pero ¿cómo hacerse con uno si apenas les llegaba para comer? Así que hizo lo que cualquier músico marginal: ponerse un traje y acudir al banco.
Lo ha contado la propia Lennox a propósito de que 'Sweet Dreams', el mayor éxito de Eurythmics y canción emblemática de los 80 donde las haya, ha sido incluida en el Registro Nacional de Grabaciones del Congreso de Estados Unidos. Dice Lady Medusa que Stewart se puso una camisa y una corbata, cogió un maletín de oficinista en el que metió las grabaciones que tenían hasta entonces y acudió al banco de la esquina. ¿El objetivo? Pedir un préstamo para el sintetizador. Soñar no cuesta nada.
Y aquí ocurrió uno de esos milagros que pasan de cuando en cuando en el mundo de la música. Porque el gerente de la oficina del banco de la esquina, no solo eran un guitarrista amateur sino que era un fanático de la música. Así que recibió al repeinado Stewart, escucha lo que tenía que decir y, más importante aún, escuchó su música. El banco terminó prestándole a los Eurythmics 3.000 libras de la época. "Una fortuna para nosotros" dice Lennox, y se compraron el sintetizador que no es otro que el aparece en el legendario video de 'Sweet dreams' y sería en el que Stewart compondría todos sus éxitos ochenteros.
Eurythmics se convirtió en uno de los grupos del llamado synth pop más importantes de los 80, con una puesta en escena apoyada en el talento innovador de Stewart y en la espectacular voz de Lennox, para no hablar de su imagen y estilismos que la convirtieron en una de las artistas más reconocibles de la época.
Lo curioso del caso es que Lennox y Stewart acabaron su relación de pareja juvenil justo ad portas del éxito de Eurythmics. Quizá por eso es que pudieron alcanzar el éxito. ¿Trágico? No, el año pasado estuvieron juntos cuando el dúo fue incluso en el Salón de la Fama del Rock y aunque hace años que no tocan juntos (Lennox, ya se sabe, ha tenido una carrera muy fructífera como solista) se les vió más en forma y más en armonía que nunca.