Desde el primer día que José Luis Perales dio un concierto supo que quería retirarse en un escenario. Y es que el cantautor español, con casi 50 años de trayectoria, confiesa que su primer disco, “Mis Canciones” (1973), fue grabado por la presión de un productor importante, pero lo único que él deseaba era componer.
Sus 75 años son el pretexto perfecto para detenerse y retomar de tiempo completo todo lo que de verdad disfruta: estar en familia, escribir en su “refugio”, hacer cerámica en su taller, cuidar sus plantas y su huerto, y componer: “Ya es hora de volver a casa; me convenzo y estoy encantado de volver. Es verdad que me ha dado mucho esta profesión. El escenario me ha dado muchísimas cosas, el reconocimiento y cariño de la gente”.
Así que, en los últimos tiempos, el artista se ha dedicado a otros placeres que tenía guardados y a la espera, como disfrutar de su familia y de otras aficiones que le hubiese encantado hacer de más joven. Después de culminar con buen pie su carrera musical sobre los escenarios, tomó la decisión de llevar una vida tranquila junto a su esposa, hijos y nieta, y también despertó una de sus grandes pasiones: la arqueología.
José Luis Perales se casó con Manuela Vargas en el año 1977 y, desde ese entonces, ha mantenido su vida privada alejada de la atención mediática. Están juntos hace 46 años. Con ella tuvo dos hijos, María y Pablo, y también es abuelo. Su hija es diseñadora de interiores y su hijo se dedicó a la industria musical.
Como hemos comentado, otra de las grandes pasiones de José Luis Perales es la arqueología. Él se describe como un “admirador de la belleza en todos los campos”. Apenas tuvo tiempo, participó de una excavación en Cuenca y estuvo presente en el rescate del mosaico figurativo de Noheda en 2019. Este descubrimiento es uno de los más grandes del mundo, data de una obra del siglo IV. "Tener esta maravilla a 30 kilómetros de mi pueblo, no me lo podía perder. Han sido muy generosos conmigo al dejarme trabajar aquí", señaló el cantante en aquella ocasión.
Noheda es uno de los yacimientos romanos más importantes de Europa y alberga un gran mosaico de más de 250 metros cuadrados. Descubierto en 1984, cuenta con restos inmuebles de una villa romana y varias habitaciones, entre ellos una donde está el mosaico realizado con teselas de tres a cinco milímetros y que en su mayor parte permanece cubierto para protegerlo. El cantautor estuvo más de dos semanas trabajando en las excavaciones, "algo durísimo", según comentó él mismo.
A la vera del Huécar, en pleno centro histórico de Cuenca, el cantautor posee una casa antigua. Además, en su pueblo natal, Castejón, Perales se hizo construir una gran casa que su padre, albañil, ayudó a levantar. La finca en la que está enclavada cuenta con cuatro hectáreas de terreno y linda con el bello pantano de Buendía.
Además de en Cuenca, el productor también posee una gran finca rústica de 25.000 metros cuadrados en Sacedón (Guadalajara). En Valencia, cuenta con dos pisos con sus plazas de garaje. Y en Madrid también posee un amplio y soleado ático en el Parque de Conde Orgaz que ha sido durante años su centro de operaciones.
Perales, además de crear historias con sus canciones, también decidió dar el salto a la literatura. Su primera novela, 'La melodía del tiempo', fue publicada en 2015. A partir de entonces han visto la luz también 'La hija del alfarero' y 'Al otro lado del mundo'.
“La música une personas y nos traslada a lugares donde jamás pensábamos que podíamos llegar ¡muchas gracias por hacernos partícipes de vuestro día a día amigos!". Así se despedía José Luis Perales de los escenario para centrarse en él mismo. ¡Gracias por tanto!