En el mundo del rock no hay mayor ejemplo de supervivencia que el de Def Leppard. En sus más de 45 años de carrera la banda de Sheffield se ha enfrentado a desgracias que habrían acabado con cualquiera. Ellos han podido con todo. Cuando a mediados de los 80 vendían discos por millones, el batería Rick Allen sufrió un accidente de tráfico que le costó la amputación del brazo izquierdo. En vez de buscar otro músico para reemplazarle, sus compañeros pararon las máquinas hasta que Rick aprendió a tocar con una sola mano y los pies. En 1991 su carismático guitarrista Steve Clark falleció a causa de una fatídica mezcla de alcohol y medicamentos. Aquello fue un torpedo a su línea de flotación. Y se sobrepusieron. Su sustituto, Vivian Campbell, anunciaba muchos años después, en 2013, que padecía un linfoma de Hodgkin con el que aún lidia a día de hoy, pero el cáncer no le ha impedido seguir rockeando con el grupo.
Después de todos los golpes recibidos, en 2023 el vocalista Joe Elliot, el guitarrista Phil Collen, el bajista Rick Savage, Rick Allen y el propio Campbell siguen creando música nueva y presentándose en directo ante varias generaciones de fans que desean disfrutar de una de las grandes bandas clásicas que aún quedan en pie. Tras protagonizar una de mas mayores giras de estadios por Norteamérica junto a Mötley Crüe, otra leyenda del rock ochentero, 'The World Tour' desembarca este año en Europa con una única parada en nuestro país, en el auditorio Miguel Ríos de Rivas, Madrid, este 24 de junio.
Comenzaron a principios de los ochenta como uno de los representantes más destacados del llamado 'New Wave of British Heavy Metal', pero no tardaron en trascender esa etiqueta para convertirse en una de esas bandas de rock transversales, como Bon Jovi, Queen o Guns N'Roses, capaces de conectar con el público masivo. Con sus grandiosos 'Pyromania' (1983) e 'Hysteria' (1987) definieron ese sonido único y absolutamente identificable que les convirtió en auténticos superventas en la época más boyante de la industria discográfica, "cuando había cierta mística alrededor de la música que se ha perdido", como se lamenta Phil Collen en una charla que ha mantenido con Uppers desde la habitación de un hotel en Praga, en plena gira europea.
Cuando el huracán del 'grunge' llegó a principios de los 90, lo hizo arrasando con muchos tótems de la década anterior. Def Leppard fueron de los pocos que se las arreglaron para mantener su estatus ('Adrenalize', 1992) sin sacrificar su personalidad. Precisamente cuando trataron de adaptarse a sonidos más contemporáneos ('Slang', 1996) el público masivo les dio la espalda. Ellos tomaron nota y rectificaron. Y, aunque nunca han vuelto a volar tan alto como en sus gloriosos ochenta, han seguido publicando discos de manera regular y defendiendo su legado con orgullo. Def Leppard envejecen con mucha más dignidad que otros compañeros generacionales, y al mismo tiempo también son reivindicados por artistas más jóvenes como Taylor Swift y Miley Cyrus.
Hace diez años que tocasteis por última vez en Madrid. ¿Cómo es un show de Def Leppard en 2023?
Te puedo decir que nunca hemos sonado mejor. Solemos escuchar el show cada noche y nos decimos "Oh, dios mío, realmente suena como si fuera el disco". Es la mejor versión de Def Leppard que hemos tenido. Y eso es lo que vais a ver.
En esta ocasión venís con Mötley Crüe ¿Cómo es ir de gira con ellos? ¿Os lleváis bien?
Hemos sido amigos durante muchos años y hemos pasado por mucho juntos. Tenemos mucha historia. Hemos crecido al mismo tiempo y apreciamos lo que hace la otra banda. Es muy agradable girar con ellos, como irte de vacaciones con los colegas. Y tiene mucho más significado cuando eres mayor, cuando tienes más experiencia, porque mucho de lo que había cuando aparecimos ambos grupos en los 80 ya no existe.
Cuando estáis en el escenario, ¿veis muchas caras jóvenes entre la multitud? ¿Crees que las nuevas generaciones aún están interesadas en el rock clásico?
Sí, lo creo, absolutamente. En nuestros shows hay muchos adultos y gente de mediana edad, pero también vemos mucha gente joven.
Llevas en la banda 40 años, desde los días de 'Pyromania'. ¿Cuál es el secreto para haber seguido juntos todos este tiempo?
Cuando tenía 16 años yo trabajaba en una fábrica y lo odiaba. La banda es un sueño cumplido. Y esta versión actual es mejor que la de antaño. Ahora escribimos mejor las canciones, entendemos mejor cómo funciona el negocio, hemos crecido y ganado experiencia. Ahora lo disfrutamos más, y significa más para nosotros. Los miembros de esta banda siempre han amado a sus padres, y una gran lección que aprendimos de ellos es la ética del trabajo duro. La hemos aplicado en todo lo que hacemos.
En los 80 fuisteis una de las bandas más populares y vendedoras. Dime algo que eches de menos de aquellos días
Cuando éramos número uno en la lista de álbumes de Billboard. Eso fue fantástico. Echo de menos cómo era la industria de aquellos días. Cuando se vendían discos. Ahora, ya sabes, todo se basa en los servicios de streaming. Era excitante cuando había una industria alrededor del disco. Ahora tenemos muchas distracciones diferentes todas concentradas en nuestro móvil: televisión, deportes, juegos, contactar con otra gente... Antes no había tantas distracciones y la gente estaba más en sintonía con la música. Creo que entonces tenía un significado mayor. Había cierta mística a su alrededor que se ha perdido. No solo en el rock, en toda clase de música.
Si tuvieras la ocasión, ¿qué le dirías al joven Phil Collen de los 80 desde lo que sabes ahora?
Le diría que redefiniera sus metas. Es fácil frustrarte si no consigues tu objetivo. Tienes que ser muy consciente de que hay un mundo muy cruel ahí fuera. No debes frustrarte si las cosas no funcionan, sino seguir intentándolo. En nuestro caso sí funcionó. Todo el trabajo duro valió la pena, pero no puedes relajarte o trabajar menos y esperar que las cosas ocurran por sí solas. Tienes que trabajar al 100% todo el tiempo. Eso es lo que le diría, aunque de alguna forma ya lo sabía, pero creo que ahora trabajamos más duro incluso que entonces, y eso es porque así es como funciona nuestra vida.
Mucha bandas de los 80 están haciendo o han hecho giras de despedida, ¿qué opinas de eso?
Nada. A nosotros todavía nos queda energía y tenemos cosas que decir. Me parece bien si estás en el final de tu carrera y no tienes nada más que dar o compartir, pero eso no va a pasar con nosotros.
En el escenario aún pareces un superhéroe, ¿cómo te las arreglas para estar en tan buena forma?
¡Gracias! Acabo de venir del gimnasio, donde todos entrenamos. No bebo alcohol desde hace 36 años, soy vegano y no fumo. Todo esto cuenta. Y también cuánto comes, porque si te pasas comiendo pierdes la forma.
¿Es difícil combinar el ser una estrella del rock con ser un padre de familia?
Realmente no, porque lo he hecho casi toda mi vida. Tengo tres hijas y dos hijos, y ellos solo han conocido esta versión de mí. Viven en diferentes zonas de EEUU, pero me las arreglo para verles frecuentemente cuando me lo permiten las giras. Dos de mis hijas van venir a verme a Helsinki. Se trata de encontrar un equilibrio, que ellos vengan a algún concierto, ir a visitarles yo.
Def Leppard lleva más de 40 años en esto, pero ¿hay alguna banda que sea vuestro modelo a seguir?
Definitivamente los Rolling Stones. Hay un documental muy chulo, ‘My life as a Rolling Stone’, de cuatro horas, que recoge a Mick, Keith, Ronnie y Charlie hablando antes de su muerte. Es fascinante. A Jagger le acompañan un fisioterapia y un nutricionista durante las giras, en la habitación del hotel pone una cinta de correr… Eso es muy inspirador, porque mucha gente no lo haría, ni siquiera podría. Pero él está muy enfocado, y realmente creo que eso es lo que hay que hacer si quieres tener éxito en cualquier cosa. Enfocarte y trabajar más duro. Sí, ser como los Rolling Stones es a lo que todavía aspiramos.
¿Cómo ves el estado actual del rock? ¿Hay alguna banda nueva que os guste?
Sería bueno que surgiera alguien nuevo y excitante. Cuando Nirvana apareció fue porque el rock se había vuelto muy aburrido, todo igual. Entonces surgieron ellos y Pearl Jam, pero no ha habido nada parecido desde entonces. Ahora es mucho más difícil. No veo ninguna banda nueva que me emocione, y no solo en el rock. En otros tiempos de vez en cuando aparecía alguien haciendo algo diferente. Cuando Missy Elliot salió, y eso fue hace años, fue algo distinto en el hip hop. Sigo esperando bandas de rock que hagan eso. Realmente no veo nuevos grupos que me emocionen, porque son más bien más de lo mismo.
Acabáis de publicar nuevo disco, 'Drastic Symphonies'. ¿Cómo surgió la idea de interpretar el material clásico con la Royal Philarmonic Orchestra?
La compañía lo sugirió. Aceptamos con la condición de que nosotros tuviéramos el control. Queríamos hacer nuestros propios arreglos, no que nadie de fuera se encargara. Involucramos a nuestro productor, Ronan McHugh, y a Eric Gorfain, que había hecho los arreglos orquestales en nuestro último disco, 'Diamond Star Halos'. Todo fluyó muy fácilmente, grabamos algunas partes nuevas y nos deshicimos de otras. Nos encanta cómo ha quedado.
Cuéntanos cómo convertisteis 'Pour some sugar on me' en casi otra canción
Cuando hacíamos los arreglos para esta nueva versión, nos dimos cuenta de que sonaba tonto, como cómico, no funcionaba. Entonces Rick Savage sugirió que probáramos con una versión que Emm Gryner hizo del tema hace 20 años con piano. La llamamos y la invitamos a cantar también. La nueva versión funciona perfectamente, y sí, es muy diferente.
¿Dónde ves a Def Leppard dentro de 10 años?
Tenemos un plan de 10 años. Seguiremos haciendo esto. Queremos más. En esta gira vamos a tocar en Wembley por primer vez. Hay un montón de cosas que no hemos hecho antes que realmente nos emociona hacer. Tocar en directo con una orquesta sería maravilloso también. Hay muchas cosas con las que mantenernos ocupados. El tiempo pasa muy rápido, y ese es el problema, no tener suficiente tiempo. Creo que los próximos diez años pasarán realmente rápido.