47 años de la muerte de Cecilia: ¿qué inspiró 'Un ramito de violetas', el tema que marcó a una generación?

Un dos de agosto, el de hace cuarenta y siete años, fallecía la cantante Cecilia a los veintisiete años. Un accidente de tráfico cerca del municipio zamorano de Benavente, tras haber actuado en Vigo y dirigirse a Madrid, acabó con su vida, apagando así prematuramente una de las voces más interesantes que ha dado la música española. La cantautora vivía por aquel entonces su momento de mayor proyección mediática, y su muerte acabó por consagrar la leyenda que su breve pero fructífera carrera artística había forjado en los años anteriores. Una trayectoria de la que forman parte verdaderos himnos, como Dama, Dama', 'Mi querida España' o 'Amor de medianoche'. También la mítica 'Un ramito de violetas'. ¿Cuál es la historia que hay detrás de esta última?

Publicada en 1974 como sencillo promocional del que sería su tercer y último álbum, con el mismo nombre. Pronto se convirtió en uno de los temas más reconocibles y reconocidos de la artista madrileña, su mayor éxito cuando fue lanzado, impulsando decisivamente las ventas del disco del que formaba parte. El fallecimiento de Cecilia aumentó la popularidad de este tema, compuesto e interpretado exclusivamente por ella misma y en el que suenan piano, guitarra española, cuerdas y un acordeón.

¿Cuál es el origen de 'Un ramito de violetas', de Cecilia?

Pero, ¿cómo surgió la composición? La canción, que explora la situación de una mujer casada que recibe poemas y flores de un admirador secreto, nace de un cuento que la propia Evangelina Sobredo Galanes (el nombre real de la artista) había empezado a escribir siendo adolescente. Un relato corto con el que no quedó muy conforme en un primer momento, pero que decidió rescatar años después para convertir en poema y, al fin, en canción grabada. "En un principio me parecía una canción un poco cursi", llegó a reconocer la cantautora, que se alejaba con ella de las letras más políticas y feministas para dar paso a una creación más costumbrista, comercial y romántica.

Porque, como rezan los versos del tema, se explora aquí la situación de incomunicación entre una mujer y su marido, quien (¡atención, spoiler!) es incapaz de transmitirle directamente y en persona el amor que siente por ella y recurre a los regalos y las cartas anónimas cada nueve de noviembre, mientras ella vive de una ilusión que acaba por revelarse agridulce.

Una canción que sigue una estructura narrativa y que cuenta con un giro de guion en su desenlace, cuando se revela la identidad del supuesto admirador: "Porque él es quien la escribe versos. Él, su amante, su amor secreto. Y ella, que no sabe nada, mira a su marido y luego calla", dice la letra, que incluye varios ejemplos del laísmo que caracterizaba la forma de cantar de Cecilia.

Pese a las dudas iniciales, la madrileña acabó por sentirse cómoda con el tema. “Me gustaría mucho recibir ese ramito de violetas de alguien que me quiere sin yo saberlo", llegó a declarar. La composición se mantuvo durante semanas en la lista de éxitos patria, convirtiéndose así en su mayor 'hit comercial y en uno de los temas emblema de la que siempre ha sido una de las artistas más aclamados de la música española pese a su corta carrera.