En busca del instrumento perdido: la campaña que quiere localizar el histórico primer bajo de Paul McCartney

En 1961 The Beatles sufrieron uno de sus primeros contratiempos. Su bajista original, Stuart Stucliffe, dejó la banda y nadie quería el puesto. El bajo no les parecía cool y todos preferían las guitarras. Tuvo que ser Paul McCartney, el más dotado musicalmente, quien se hiciera cargo de la situación y accediera a tocar el bajo. Pero había otro problema. Macca era zurdo y el bajo de Stucliffe estaba diseñado para un diestro. La solución la encontró en en el escaparate de una tienda de Hamburgo: allí estaba el Höfner 500/1 que terminaría convirtiéndose uno de los instrumentos más icónicos de la historia. Y también uno de los más misteriosos, pues desapareció en 1969 y nunca se volvió a saber nada de él.

Ahora ' The Lost Bass Project', una iniciativa promovida por el antiguo empleado de Höfner Nick Wass, pretende encontrar aquel histórico bajo. McCartney lo adquirió por solo 38 dólares y le acompañaría en aquellas actuaciones iniciáticas de los Fab Four en el 'Top Ten Club' de la ciudad alemana y en el legendario The Cavern de Liverpool. Con él también grabaría los dos primeros discos de la banda y canciones clásicas como 'Love Me Do', 'She Loves You' o 'Twist And Shout'.

Una fructífera historia de 'amor'

El propio beatle explicaba en el libro 'Anthology' por qué era su instrumento favorito: "Como yo era zurdo, parecía menos raro porque se trataba de un bajo muy simétrico. Eso me gustó y una vez que lo compré me enamoré de él". Paul lo usó ininterrumpidamente hasta octubre de 1963, cuando Höfner le entregó un modelo renovado que utilizó hasta su reemplazo en 1965 por el Rickenbacker 4001.

El modelo original de 1961 aún tendría algunas apariciones esporádicas. Por ejemplo, en el videoclip de 'Revolution', rodado en 1968. Sin embargo, en 1969 se le perdió la pista. Pese a la falta de certezas y pruebas, la teoría más sonada hasta ahora es que fue robado durante las grabaciones de 'Let it be', recogidas en el documental 'Get Back'.

El ambicioso proyecto para recuperar el también conocido como "Cavern Bass" surgió después de que el propio McCartney planteara sus dudas sobre su paradero en un diálogo reciente con Wass. "Paul estaría muy feliz y emocionado si este bajo pudiera regresar a él”, ha manifestado este último a 'The Guardian'.

Proceso anónimo y "sin recriminaciones"

"Aunque nadie sabe realmente qué pasó con el bajo, es muy probable que haya sido robado. Hasta el día de hoy sigue siendo un misterio", ha dicho Wass. "Pero alguien en algún lugar sabe qué pasó y dónde está ahora". El 'retrato robot' facilitado es el siguiente: tapa de abeto, fondo y aros de arce, fondo de una pieza, mástil de tres partes (arce, haya, arce) dos pastillas con el logo de Diamond y afinadores de "pelotas de rugby" de Van Gent. La campaña aboga por que que el proceso de recuperación sea anónimo y “sin recriminaciones”.

Aunque el objetivo del proyecto no es hacer negocio, en una subasta el instrumento podría adquirir valores insospechados, sobre todo teniendo en cuenta que la guitarra con la que John Lennon escribió y grabó 'I want to hold your hand' se subastó en 2014 por 2,2 millones de euros.

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