El crossover definitivo: la historia de cómo Paul McCartney terminó tocando en lo nuevo de los Stones
Paul McCartney toca un bajo increíblemente distorsionado en 'Bite my head off', uno de los temas más rockeros de 'Hackney Diamonds'
El productor Andrew Watt, recomendado por el propio McCartney, fue quien sugirió a los Stones que el exbeatle sería un colaborador perfecto
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El crossover definitivo de la historia del rock ocurre en el cuarto corte de 'Hackney Diamonds', el nuevo disco de The Rolling Stones. Se llama 'Bite my head off' , un pildorazo medio punkoide de poco más de tres minutos en el que Sus Satánicas Majestades ponen toda la carne guitarrera en el asador bajo la propulsión de un bajo tremebundo tocado a tope de distorsión por sir Paul McCartney. Beatles y Stones reunidos de nuevo en uno de los momentos más electrizantes que nos ha traído el rock en 2023. Pero, ¿cómo acabó Macca en el nuevo álbum de Mick Jagger y y compañía? Te contamos la historia del cameo musical más celebrado del momento.
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Andrew Watt, la "patada en el trasero" de los Stones
Todo comenzó con una conversación entre Ronnie Wood y McCartney en la que el guitarrista de los Stones le confesaba al exbeatle que necesitaban un estímulo para ponerse a trabajar en serio. “Le estaba diciendo a Paul que necesitábamos a alguien que nos diera una patada en el trasero”, comenta Wood en Mojo. McCartney entonces le dio un nombre: Andrew Watt, un productor de 33 años que ha trabajado con Miley Cyrus, Dua Lipa o Post Malone pero también con leyendas como Ozzy Osbourne, Iggy Pop o Eddie Vedder. ‘Estoy trabajando con este joven, tiene mucha fachada. Estamos haciendo juntos algunos temas realmente aventureros. Pruébalo’, le recomendó Paul.
Así fue cómo Watt se convirtió en una de las piezas esenciales del sonido moderno y a la vez clásico de 'Hackney Diamonds', llegando a figurar incluso como coautor de tres temas del disco junto a Jagger y Keith Richards. De hecho fue él quien sugirió que sería buena idea llamar a Paul para tocar el bajo en algún tema. "No sabía en qué tema pedirle que tocara, y cuando Andy dijo 'Bite your head off' pensé que quizás no era del gusto de Paul", confesaba Mick al periodista Paul Sexton. Pero el reputado productor no había elegido esa canción al azar, se traía algo entre manos.
Un regalo 'envenenado'
Lo primero que hizo Watt cuando McCartney llegó al estudio fue regalarle un flamante bajo Höfner modelo 1964, como el que usaba con los Beatles. “‘Este es un regalo increíblemente considerado, pero ¿por qué? Ya tengo mi Beatles Höfner, ¿por qué otro?", le preguntó Macca. El truco estaba en la modificación que Watt le había hecho al instrumento. “Mi técnico de guitarra instaló un circuito Univox Super Fuzz en el Höfner que podía activarse con un interruptor”, explicó el productor a la revista Guitar World. El resultado era un efecto de distorsión cremosa e increíblemente afilada, prácticamente el mismo que usó el mismo McCartney en 'Think for Yourself', del disco 'Rubber Soul' de los Fab Four.
McCartney escuchó 'Bite my head off' un día antes de ir al estudio y cuando llegó allí sacó su bajo, lo activó al interruptor de fuzz y se pusieron a tocar a todo volumen. “¡Fue una carnicería total! Todo el mundo decía: ‘¿Qué carajo fue eso?’ Fue muy divertido y genial”, cuenta Watt. "Tocó de maravilla", confirma Richards. "Nos faltaba un bajista, así que adivina lo que vas a hacer, Paul... Es muy divertido tocar con él, es un superviviente", añade el guitarrista.
Un chico en una banda de viejos amigos
“Creo que Paul realmente disfrutó de volver a ser simplemente un chico en una banda con amigos a los que conoce desde hace 60 años. Hacía mucho tiempo que no estaba con iguales, simplemente conectando su bajo y haciendo una sesión. No pude borrar la sonrisa de mi cara durante mucho tiempo”, concluía Watt.
Y Ronnie Wood revela a NME un detalle más de la colaboración con Paul. "Estaba tan feliz. De hecho, tocó en dos temas, uno que teníamos bajo la manga para, ya sabes, más música por venir, porque grabamos alrededor de 23 canciones y solo elegimos las primeras 12". Así que, si no nos engañan, no tardaremos mucho en volver a escuchar al beatle tocando con los Stones.