40 años del '1984' de Van Halen: cuando el rock apostó por los sintetizadores y conquistó las listas

  • El sexto álbum de la banda se alejaba de su sonido hard rock más característico para acercarse al espíritu sintético de la época

  • La grabación de '1984' enfrentó la experimentación del guitarrista Eddie Van Halen con el purismo del vocalista David Lee Roth

  • Más de diez millones de discos vendidos solo en EEUU dieron la razón al guitarrista, pero el vocalista terminó marchándose de Van Halen

En el rock hay dos tendencias antagónicas que históricamente han marcado su existencia. Por un lado, la de conservar las esencias a toda costa y mantenerse fiel a un sonido puro. Y por el otro, la de experimentar, retorcer géneros y derribar barreras ayudándose de todo lo que la tecnología ponga en tus manos. Pero cuando ambas facciones en enfrentan en el seno de la misma banda, normalmente alguien termina ganando la partida. Y alguien pierde. El guitarrista Eddie Van Halen impuso su visión ante el cantante David Lee Roth en la grabación de '1984' (también conocido como MCMLXXXIV), el disco que publicó Van Halen hace ahora 40 años y que se convertiría en uno de los más emblemáticos y vendidos del rock de los 80. Lo malo es que eso también significó el adiós del vocalista y el fin de una era para la banda.

Situémonos en el contexto de la época. Van Halen en 1983 era la gran banda de hard rock americana. Cañeros pero no tanto como para ser considerados heavy metal, tenían al mejor y más creativo 'guitar hero' de su era, por varios cuerpos de diferencia. El hoy tan añorado Eddie había revolucionado el instrumento como nadie lo había hecho desde Jimi Hendrix. Hasta Michael Jackson le convocó para que ejecutara el gimnástico solo de 'Beat it' en su multimillonario 'Thriller'. Por su parte, el salvaje, bello y carismático David Lee Roth era el frontman ideal para la incipiente era de la MTV.

Eddie y David formaban una asociación perfecta. Además, ambos componían la mayoría de temas, mientras que el bajista Michael Anthony y el batería Alex Van Halen funcionaban más como comparsas. Sin embargo, durante la grabación de '1984' las tensiones entre los dos líderes se tornaron irrespirables.

Oberheim OB-Xa, el invitado de la discordia

Eddie sabía de qué iba la industria, por dónde soplaban los vientos del mainstream y qué sonaba en la radio. El sintetizador Oberheim OB-Xa era la sensación de la época entre las bandas de rock como Queen, Rush o Simple Minds que se atrevían a usar la tecnología. El guitarrista, quizás estimulado por su reciente crossover con Jackson, estaba decidido a incorporarlo al sonido de la banda, y no solo como elemento decorativo, frente a la oposición de 'Diamond Dave', que quería preservar la pureza del sonido hard que les había llevado al éxito. Pero al final Eddie mandaba. Si se le metía en la cabeza tocar la maldita tuba en el álbum, no te quepa duda de que iba a terminar haciéndolo.

En el tema instrumental de apertura el Oberheim OB-Xa es lo único que suena, pintando una especie de lienzo futurista más propio del synth pop, pero el temor a que Van Halen se hubieran convertido de repente en Depeche Mode se disipa a lo largo de la obra. El protagonismo del sintetizador solo se haría extensivo a dos más de los nueve cortes del álbum (qué tiempos aquellos en los que los discos duraban poco más de media hora), dejando el resto para el habitual sonido compacto y poderoso de la banda, con las diabluras guitarrísticas de Eddie al comando.

El hit rock definitivo de los 80

Si la apuesta terminó dando jugosos beneficios no fue solo porque encontraran un gran puñado de buenas canciones, sino porque dieron con la tecla del hit perfecto de la mano de 'Jump', el tema que mejor ejemplificaba lo que estaba buscando Eddie: riff de sinte masivo y omnipresente, líneas de teclado donde antes solían ubicarse las guitarras, solo cortito marca de la casa, energía contagiosa y un estribillo más que pegadizo, pegajoso. El mayor éxito de la banda y el principal responsable de que se despacharan más de 10 millones de copias del álbum solo en EEUU.

Quizás para compensar semejante sobredosis de teclados, algunos temas que también fueron éxito y rotaron regularmente en la MTV como 'Panama' o 'Hot for Teacher' parecían hechos para satisfacer a los fans de la vieja escuela, con riffs potentes y solos de guitarra por doquier.

Pese a que la visión de Eddie les había elevado a la cima de su popularidad y la gira de presentación fue todo un acontecimiento, Lee Roth no superó el sentirse desplazado del control musical del grupo. Para relajarse decidió grabar un EP por su cuenta, 'Crazy from the Heat' (1985), cuya cálida aceptación por parte del público le animó a no regresar a la banda. En su carrera en solitario el cantante nunca volvería a disfrutar del mismo éxito que tuvo con sus compañeros, que se recompusieron con rapidez del golpe reemplazándole por Sammy Hagar, con el que emprenderían una segunda etapa más comercial pero igualmente fructífera. Muchos años después sus caminos volverían a encontrarse, pero esa ya es otra historia.

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