AC/DC nunca han tocado en Leganés, pero el curioso idilio entre el municipio madrileño y la banda australiana dura ya décadas. Y no parece agotarse. Este 13 de marzo la ciudad ofrecerá un espectacular concierto sinfónico como homenaje a los 50 años de la legendaria banda de rock and roll, en el que más de 80 músicos de conservatorio interpretarán 10 de sus grandes clásicos. Antes del evento se inaugurará la nueva placa de la calle AC/DC, con un flamante diseño nuevo. Precisamente con la inauguración de esa ya mítica calle empezó la historia de amor entre Leganés y los chicos de Angus Young hace ahora casi 24 años.
En la actualidad, que un ilustre músico de rock preste su nombre a una calle no es nada extraordinario, pero en el año 2000 aquello era una idea novedosa y poco habitual. El precedente más cercano había sido en 1981, con el Paseo de John Lennon en Madrid. Pero era un Beatle, palabras mayores, y acababa de morir trágicamente asesinado. Aún más infrecuente era que el artista internacional homenajeado se dejara caer por la inauguración, sobre todo si tenía una agenda tan apretada como la de la banda australiana.
La decisión del Ayuntamiento de Leganés, que entonces encabezaba el socialista José Luis Pérez Ráez, tuvo un impacto mediático tremendo. En realidad todo fue idea del entonces concejal de Cultura, Javier Márquez, que negoció personalmente con la discográfica antes de informar al regidor y a los grupos de la oposición. El alcalde no tuvo más remedio que seguir adelante con aquel proyecto para no dejar mal a su edil.
El objetivo del consistorio era promocionar la renovada plaza de toros de La Cubierta de Leganés. La calle AC/DC se colocó de manera muy estudiada en el entorno de un escenario que por entonces ya había acogido conciertos de grandes figuras de la música como Deep Purple, Mike Oldfield o Marilyn Manson. El 22 de marzo del 2000 era la fecha elegida para la inauguración de la calle, un acto al que que acudieron los mismísimos hermanos Angus y Malcolm Young, los dos fundadores de la banda.
No es raro que se generara una expectación inusitada en la ciudad. Se produjeron colapsos en el teléfono de atención ciudadana los días previos, e incluso hubo gente que consultó cómo hacerse con una vivienda en las proximidades de la zona. A pesar de las previsiones de lluvia, más de 1.000 personas se reunieron en las proximidades de La Cubierta para participar del baño de masas de los Young, que se mostraron especialmente cercanos y traviesos, gastando bromas, poniéndole los cuernos al alcalde y dejando su autógrafo en cuantas guitarras, discos y cazadoras les salieron al paso. De paso aprovecharon para recibir el disco de platino por las ventas del que entonces era su último trabajo, 'Stiff Upper Lip'.
Como en España somos como somos, solo un par de horas después de que se descubriera la placa con el nombre de la calle ya había desaparecido. El rótulo se repuso con rapidez en la fachada, pero los impulsivos seguidores del grupo volvieron a sustraerla. Y así sucedería varias veces más hasta que se optó por cambiar la ubicación unos metros más arriba, lo que ya sí mitigó el ansia de los amigos de lo ajeno.
Sin embargo, la oleada de robos de placas le dio al Ayuntamiento la idea de sacar a la venta una hornada de réplicas a modo de souvenir, que se llegaron a vender a 3.500 pesetas. La calle AC/DC acabó convirtiéndose en una seña de identidad de Leganés. Fue la primera pero no la única, ya que pronto empezaron a ser bautizadas otras calles colindantes del recinto ferial con otros grandes nombres patrios (Rosendo, Joan Manuel Serrat) e internacionales (Scorpions). El grupo de 'Highway to Hell' nunca volvió a Leganés, pero más de 20 años después su calle sigue siendo un punto de encuentro indispensable para la parroquia rockera.