La hija de Kurt Cobain, a 30 años del suicidio de su padre: "Me regaló una lección sobre la muerte"
Francis Bean Cobain ha publicado en redes una profunda reflexión sobre el sentido del duelo
Hace tres décadas el líder de Nirvana se quitó la vida disparándose con una escopeta.
La artista visual, única hija de la pareja que formó el intérprete con Courtney Love, es una gran valedora de su legado
El 31 de marzo de 1984 Kurt Cobain vio por última vez a su hija Frances Bean. Estaba ingresado en un centro de rehabilitación. Esa misma noche escapó del centro escalando un muro de tres metros y cuatro días después se puso una escopeta en la cabeza y apretó el gatillo. Su cuerpo fue hallado 72 horas después junto a una nota de suicidio clavada con un boli en una maceta: "Por favor sigue adelante, Courtney, por Frances, cuya vida será mucho más feliz sin mí". ¿Lo fue? ¿Lo es? Tres décadas después aquella niña que no llegaba a los dos años tiene cosas que decirnos.
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"Hace 30 años la vida de mi papá terminó - a posteado la artista visual este mismo fin de semana-. La segunda y tercera foto capturan la última vez que estuvimos juntos mientras él aún estaba vivo. Su madre, Wendy, a menudo presionaba mis manos contra sus mejillas y decía, con una tristeza adormecedora, "tienes sus manos". Las inhalaba como si fuera su única oportunidad de abrazarlo un poco más, congelado en el tiempo. Espero que ella esté sosteniendo sus manos dondequiera que estén". Sus palabras iban acompañadas de una foto de las manos de Kurt tomada por Michael Stipe, de REM.
Escucha
En 'Lithium', uno de los temas clásicos de Nirvana, Cobain decía desde casi desde la anhedonia, "Estoy tan feliz porque he encontrado a mis amigos: están en mi cabeza". De hecho, su nota de suicidio estaba dirigida a Boddah, un amigo imaginario de su infancia. Hubiera sido genial que le escucharan. "Ya hace demasiado tiempo que no me emociono ni escuchando ni creando música, ni tampoco escribiéndola, ni siquiera haciendo rock'n'roll. Y me siento culpable hasta lo indecible por eso", escribía el artífice de una de la últimas grandes revoluciones del rock a principios de los 90. Quizá la última realmente auténtica.
Frances: "En los últimos 30 años mis ideas sobre la pérdida han estado en un continuo estado de metamorfosis -dice su hija desde un lugar de sabiduría que, si existiera algo parecido a Dios, le daría a su padre algo de la paz que nunca encontró-. La mayor lección que he aprendido a través del duelo, es decir, desde que soy consciente, es que tiene un propósito. La dualidad de vida y muerte, dolor y alegría, yin y yang, deben existir uno al lado del otro o nada de esto tendría significado alguno".
Kurt: "¿Por qué no puedo disfrutar? No lo sé. Tengo una mujer divina, llena de ambición y comprensión, y una hija que me recuerda mucho como había sido yo. Llena de amor y alegría , confía en todo el mundo porque para ella todo el mundo es bueno y cree que no le harán daño. Eso me asusta tanto que casi me inmoviliza. No puedo soportar la idea de que Frances se convierta en una rockera siniestra, miserable y autodestructiva como en lo que me he convertido yo."
Frances: "Es la naturaleza impermanente de la existencia humana la que nos arroja a las profundidades de nuestras vidas más auténticas. Resulta que no hay mayor motivación para inclinarse hacia la conciencia amorosa que saber que todo termina"
Kurt: "Soy una criatura voluble y lunática.Se me ha acabado la pasión, y recordad que es mejor quemarse que apagarse lentamente. Paz, amor y comprensión. Frances y Courtney , estaré en vuestro altar. Por favor, Courtney, sigue adelante por Frances, por su vida que será mucho más feliz sin mí."
Frances: "Ojalá hubiera conocido a mi papá. Ojalá supiera la cadencia de su voz, cómo le gustaba su café o cómo se sentía al acurrucarse después de un cuento antes de dormir. Siempre me pregunté si habría atrapado renacuajos conmigo durante los bochornosos veranos de Washington, o si olía a Camel Lights y Nesquik de fresa (sus favoritos, según me han dicho). Pero también existe una profunda sabiduría al emprender un camino acelerado hacia la comprensión de lo preciosa que es la vida."
Kurt: "Lo tengo todo, todo.Y lo aprecio, pero desde los siete años odio a la gente en general..."
Frances: "Me regaló una lección sobre la muerte que solo puede venir a través de la experiencia VIVIDA de perder a alguien. Es el regalo de saber con certeza que cuando nos amamos a nosotros mismos y a quienes nos rodean con compasión, con apertura y con gracia, más significativo se vuelve inherentemente nuestro tiempo aquí."
Kurt: "Sólo hay bien en mí, y pienso que tal vez simplemente amo demasiado a la gente.Tanto, que eso me hace sentir jodidamente triste."
Frances: "Kurt me escribió una carta antes de que yo naciera. La última línea dice: "Dondequiera que vayas o donde yo vaya, siempre estaré contigo". Cumplió esta promesa porque está presente de muchas maneras. Ya sea escuchando una canción o a través de las manos que compartimos, en esos momentos puedo pasar un rato con mi papá y lo siento trascendente."
'Lithium': "Enciendo mis velas aturdido / porque he encontrado a Dios".