Desde que Keith Richards se metiera dos rayas con las cenizas de su viejo, ya nada es lo mismo. Atrás quedó aquello de 'ashes to ashes' en el rock and roll. Y James Hetfield lo sabe. Hace apenas unos días, la voz de Metallica nos hacía la peineta a sus seguidores desde las redes sociales de la banda. ¿Por qué? Para mostrarnos su nuevo tatuaje realizado nada menos que con 'una pizca' de las cenizas de su buen amigo Lemmy Kilmister, de los legendarios Motorhead. El tatuaje es un as de espadas, que es, además, el nombre del disco más clásico de los británicos.
La historia de las cenizas de Mr. Kilmister tiene tela: poco antes de fallecer en 2015, el rockero habría pedido él mismo, que sus restos se hicieran llegar a un selecto grupo de amigos. Así lo contaba Riki Rachtman, antiguo presentador de la MTV y uno de sus grandes colegas. "El propio Lemmy pidió que sus cenizas se metieran en balas y se repartieron a sus amigos más cercanos", contó en 2015. Y considerando que Kilmister se fue de este mundo debido de un cáncer fulminante que le fue diagnosticado apenas unos días antes, semejante 'detalle' con sus amigos es todavía más encomiable. Ahí estuvo rápido.
Además del propio Rachtman, otros se han confesado depositarios de las balas con Kilmister dentro. Uno de ellos es Rob Halford, de los Judas Priest, quien así narraba su experiencia al podcast 'SpeedFreaks: “Menuda locura. Es la clase de cosa que a Lemmy le hubiera gustado hacer. Cómo interpretes lo que acabo de decir es cosa tuya. Pero que hubiera pensado en mí, que me llevara dentro de este pequeño círculo de amigos que tienen un poquito de las cenizas de Lemmy... nos la ponemos al cuello, de forma que esté cerca de nuestro corazón de la forma más sincera posible, que es increíblemente potente".
Pero si el buen Halford lleva a Kilmister al cuello, Hetfield acaba de subir la apuesta y se lo ha metido bajo la piel. Así lo anunciaba el mismo en Instagram: "Con la mano firme del amigo y tatuador @coreymillertattoo, este tatuaje. Un saludo a mi amigo e inspiración, el Sr. Lemmy Kilmister. Sin él, NO existiría Metallica. Tinta negra mezclada con una pizca de sus cenizas de cremación que tan gentilmente me fueron entregadas. Así que ahora todavía puede hacerle la peineta al mundo". O sea al resto de nosotros.
Poco más que añadir tanto colegueo entrañable entre caballeros bárbaros. ¿Qué dices tú, Lemmy? "La gente no se vuelve mejor cuando muere; solo hablan de ellos como si lo fueran, ¡pero no es cierto! Todavía son idiotas, ¡son idiotas muertos! ... No tuve realmente una vida importante, pero al menos fue divertida". Qué no decaiga.