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Por más que los fotógrafos trataran de seguir sus pasos a todas partes, la faceta vacacional de las estrellas del rock de antaño era sin duda la menos conocida. Lejos de estudios de grabación y escenarios, se relajaban como todo el mundo, aunque sus hábitos de veraneo distasen mucho de los del resto de mortales. O no: al fin y al cabo, un chapuzón en el mar es un chapuzón en el mar, se lo dé quien se lo dé. Con esta selección de imágenes podrás comprobar si las rutinas estivales de tus ídolos se parecían a las tuyas, si preferían playa o montaña, a qué dedicaban el tiempo libre y hasta cómo eran sus bañadores.
A lo largo de su corta vida, John Lennon tuvo varios destinos vacacionales favoritos, incluidas las Highlands escocesas (adonde iba con su segunda esposa, Yoko Ono) y el archipiélago de Trinidad y Tobago. Pero las primeras vacaciones que se tomó como estrella del rock las pasó en mayo de 1964 en Tahití, con su primera mujer, Cynthia, y la pareja formada por George Harrison y Patty Boyd. Aunque la llegada fue bastante accidentada (dormían en un barco, y entre que el mar estaba agitado y que el bote, recién pintado, desprendía vapores mareantes, sufrieron severos vómitos), luego disfrutaron tanto que los dos miembros de The Beatles rodaron una película casera en 8 mm sobre los nativos de una isla a los que un misionero salido del océano (Lennon) trata de convertir a la religión. Navegando se sentían libres del asedio de medios y fans; hay que recordar que tres meses antes se había desatado la beatlemanía tras la actuación del grupo en el programa de Ed Sullivan de la televisión estadounidense.
Si no fuera porque Sir Paul tiene ahora algunos años más y que Linda Eastman ya no está entre nosotros, esta imagen en Martinica podría haber sido tomada en 2024: el exbeatle, siempre moderno, ya en 1976 se decantaba por un tipo de bañador estampado que hoy puede verse en cualquier playa y el gesto de poner morritos lo bordaba mucho antes de la invención de Instagram. La jovencita que aparece junto a la pareja en la foto es Mary, hija de ambos. Uno de los primeros viajes de vacaciones que hizo Macca fue a Kenia, en 1966 (había venido a España para visitar a Lennon en el rodaje de Cómo gané la guerra; pero cuando llegó le informaron de que la película estaba terminada y John en Londres, por lo que en Madrid contrató un safari por el país africano), y el último (hasta la fecha) ha sido a San Bartolomé, junto a su actual esposa, Nancy Shevell.
Excepto cuando debían grabar un disco o salir de gira, The Rolling Stones no han hecho otra cosa que estar de vacaciones. La Costa Azul, Jamaica, Kenia y Marruecos han sido algunos de los lugares elegidos para relajarse. En 1983, en una pausa de la grabación de Undercover y para celebrar su 40 cumpleaños, Mick Jagger y Jerry Hall se marcharon unos días a Barbados en busca de tranquilidad. Es un destino recurrente para el cantante, hasta el punto de que compró allí una casa. Paseos por la playa con su entonces esposa, asistencia a partidos de criquet, anotación de ideas para canciones y largas noches pegado a botellas de ron componían su rutina vacacional. Si cambiamos el nombre de ella y el ron por alguna bebida detox, seguro que lo demás sigue igual.
A Rod Stewart solo hay algo que le gusta tanto como el rock, las mujeres bellas y el fútbol (y no en ese orden): veranear en Saint-Tropez. Siempre que puede se desplaza a esta ciudad de la Costa Azul para recargar pilas, comer en Le Club 55 (que es como los chiringuitos a los que vamos nosotros, pero a 30 euros la ración de sardinas) y navegar en un yate que alquila al módico precio de 147.000 euros a la semana. En esta foto tomada en 1995 —tenía 50 años— le vemos junto a su esposa Rachel Hunter (de quien se divorciaría en 2006) y su hija Renee Stewart, que entonces tenía tres años (hoy es monitora de yoga en Nueva Zelanda, donde nació su madre). Pero a pesar de su sibarita elección, sus dispendios náuticos y el caminar de la mano con una modelo, cualquiera puede identificarse con el cantante británico: estar de vacaciones implica ir cargado de cosas. La foto con la sombrilla, la nevera, las tumbonas, las toallas y el hinchable de la niña no la hemos encontrado, pero seguro que existe. Con su actual esposa, Penny Lancaster, sigue frecuentando Saint-Tropez.
“No encontraba las chanclas y cogí esto”, parece estar gritando Keith Moon, batería de The Who y el músico de rock más salvaje de todos los tiempos, en esta foto tomada en la playa de Malibú en julio de 1976. Ignoramos si era de esos que en vez de bañarse en el mar y tomar el sol, que es a lo que se va a la playa, se dedican a atropellar a bañistas caminando frenéticos en paralelo a la orilla; y aunque la imagen podría sugerirlo, nos da que el excéntrico británico no era partidario de practicar otros deportes aparte del levantamiento de vidrio. Le acompaña en su caminata la modelo Annette Lax, con quien estuvo saliendo tras divorciarse en 1975. Durarían poco: en 1978 Moon murió en Londres tras engullir 26 pastillas de clometiazol, medicamento indicado para aliviar el síndrome de abstinencia del alcohol. (Cuatro años antes, en el mismo apartamento, había fallecido Cass Elliot, de The Mamas and the Papas.)
El ser humano de la foto no es la tía Clotilde en Benidorm, sino Steven Tyler, cantante de los proteicos Aerosmith, renqueando sobre la arena de Maui, en Hawai. Corría 2012, lo que quiere decir que tenía 64 años. No nos detendremos en analizar su pamela de paja, ni sus gafas a lo Rappel, ni su alarde de bisutería fina, ni las sandalias de trekking. El flaco vocalista, que compró una casa en dicha localidad ese mismo año, por la que pagó 4,8 millones de dólares, siente debilidad por este enclave y, de hecho, ha animado en alguna ocasión a los turistas a que visiten Maui, posicionándose así en contra de muchos lugareños, que están bastante hartos de recibir visitantes en masa, sobre todo después de los incendios que asolaron parte de la isla en 2023. “Aquí todo es bonito, pero tenemos que venir y hacerlo más bonito, ¿vale?”, declaró Tyler, ajeno a la idea de que su imagen contradice sus palabras.
Vale, son artistas de chanson francesa, pero por su enorme popularidad podemos otorgarles el estatus de auténticas rock stars sin sonrojarnos (no, es que nos hemos quemado un poco con el sol). A la izquierda vemos a Gilbert Bécaud, observando ceñudo el jaque mate de Charles Aznavour, ambos descalzos, al borde de la piscina y sentados en sillas que parecen robadas a la Venta de Dulcinea de Campo de Criptana; pero no, están en Saint-Tropez, disfrutando de unas merecidas vacaciones (en su caso lo eran; no en todos) en 1974. Dos titanes de la canción que pusieron su amistad por encima de insanas rivalidades. Lo que no sabemos es si cuando se iban del hotel se despedían a la francesa… Aznavour falleció en 2018 y Bécaud en 2001.
No hemos podido confirmar si el nombre de Saint-Tropez viene del hecho de que en los setenta era raro ir allí y no tropez… arte al entrar al agua con alguna primera figura de la música (y del cine). La turística ciudad costera atraía también a Jane Birkin, la cantante y actriz que por desgracia nos dejó en 2023. En este documento gráfico de 1977 aparece paseando alegremente por la orilla con sus hijas Kate (que tuvo con el compositor John Barry) y la pequeña Charlotte (con Serge Gainsbourg). Aunque nacida en Londres, Birkin se enamoró tanto de Francia (donde vivió más de cincuenta años, hasta su muerte; adoptó la nacionalidad francesa) que escogía sus playas más exclusivas como escenario de su esparcimiento estival.
En 1985, en un descanso de su gira por Sudamérica, los componentes de AC/DC fueron vistos de esta guisa en la playa de Ipanema, en Río de Janeiro (Brasil). Debió de ser una escapada improvisada, porque al batería Simon Wright (en el centro) no le dio tiempo a comprarse un bañador y se personó con unos vaqueros cortos, probablemente los mismos con los que salía a tocar. Poco se sabe de los gustos vacacionales de los rockeros australianos, aunque por sus austeras costumbres (el guitarrista Angus Young, segundo por la derecha, vive en barrios muy normalitos de Sidney y La Haya) es de suponer que todo ese rollo del pijerío no va con ellos.