Exactamente en el minuto 1:09 del recordado video de 'Ella', el himno feminista que compuso Bebe hace ya veinte años, aparece la recientemente desaparecida escritora Roberta Marrero. Es justo en el momento en que la letra apunta: "Hoy vas a ser la mujer / que te la gana de ser". Era el año 2004 y la polémica sobre 'si las mujeres trans son mujeres' aún no aparecía en el espacio público con la frecuencia con que lo ha hecho en la última década. Y sin embargo allí estaba esta extremeña veinteañera y llena de vitalidad para decirle a las mujeres, a todas, que "hoy te vas a querer / como nadie te ha sabido querer".
Dos décadas después de ese himno bien intencionado y feliz, su mensaje de liberación optimista y empoderador está todavía vigente, aunque el invierno, en efecto, sea frío y sea largo. ¿Quién puede escuchar 'Pafuera telerañas' sin un suspiro de nostalgia ante lo que apuntaba a ser el la ola definitiva del feminismo pre crisis. Y aunque hoy los índices de feminicidios y violencia machista demuestren que no es cierto que 'nadie puede hacerte daño' ni que 'el miedo se puede romper de un solo portazo', es innegable la relevancia que tuvieron ese y otros temas del disco como parte de un proceso que continúa 20 años después.
Por todo eso, seguramente a muchas mujeres les resultó sorprendente la virulencia con que Bebe ejemplificó un 'movimiento' que, por otro lado, es casi inherente a todas las revoluciones: tarde o temprano se vuelven conservadoras. Es decir, intentan preservar sus propios logros. Normal. No se puede luchar tanto sin exigir la salvaguarda de ciertos principios. Bebe lo expresó de forma directa y, para muchas, polémica: si ya en 2017 en plena eclosión de la lucha feminista, había afirmado no identificarse como tal -"nunca lo he sido y nunca lo seré. Soy una mujer, eso es lo que soy"- para 2021 su 'saludo' por el día de la mujer ya era este: "Feliz día a todas las mujeres que desde hace muchos años hicimos el camino para que un montón de descerebradas se lo encontraran todo hecho y puedan salir a gritar que quieren volver solas y borrachas a casa. Feliz día a las mujeres que sabíamos que podíamos ser iguales sin odio, que estudiamos y trabajamos codo con codo con compañeros y que volvimos a casa con amigos, que mimamos a nuestros hombres porque queremos y porque nos miman. Y feliz día a las mujeres que supieron escuchar un guapa con una sonrisa y un rubor, y por último, ¡feliz día a todas las mujeres que no necesitamos una manifestación para saber que somos iguales!".
Una evolución (o una coherencia, según como se vea) que le generó más de una distancia y que no empaña la importancia del 'Pafuera telarañas', ni el talento de su autora (y del productor Carlos Jean), un disco que será recordado siempre como pieza clave en el despertar de la cuarta ola en España.