Isabel Coixet y el Me Too español: "Enfrentarse al sistema es jodido"

El norte se viste de cine. Durante estos días se celebra el Festival Internacional de Cine de San Sebastián por donde están pasando cineastas y actores para presentar sus proyectos. Y allí está Isabel Coixet, en esta ocasión con ‘Un amor’, adaptación de la novela de Sara Mesa con la que se ha presentado a la Sección Oficial en competición por la Concha de Oro. Ya el año pasado la directora también pasó por el Festival, en aquella ocasión con el documental ‘El sostre groc’, donde narraba la historia de un grupo de mujeres que fueron abusadas en su infancia por su profesión de interpretación cuando formaban parte de un grupo de teatro.

La cineasta solo quiso eso, contar la historia, no iniciar ningún movimiento similar al Me Too de Hollywood en España. Sin embargo, siempre ha sido sincera cuando se le ha preguntado por temas polémicos como este, de actualidad ante el ‘Se acabó’ de la selección de española de fútbol.

¿Un Me Too español?

En declaraciones a Infobae, Coixet sostiene que “está bien que las cosas se sacudan, lo que pasa es que me da miedo que sigamos saliendo perdiendo las mujeres, porque seguimos estando muy desprotegidas. En el fondo la hazaña de las futbolistas se ha visto empañada por la acción de un hombre, pero está muy bien que gracias a eso haya mujeres que cuenten las cosas feas que le puedan ocurrir en sus entornos de trabajo”.

A lo largo de estos años sí que hay actrices que han relatado sus casos, pero no ha existido un movimiento de unidad como tal, algo que a la directora le parece raro. “Es un mundo muy gremial y se protegen entre ellos, sobre todo en ciertos estratos de la profesión. Sigue habiendo mucho miedo. ¿Cómo vas a decirle a la gente que hable, que denuncie, si después se le hace el vacío?”.

Un punto intermedio

Uno de los problemas que la cineasta percibe es el continuo cuestionamiento que se hace una vez hablan. “Por qué ahora, qué buscas, mejor déjalo correr, pasa página. Entonces yo creo que estamos ahora en ese punto intermedio en el que a veces las mujeres sacan un poco la cabeza y otras la esconden. Pero enfrentarse al sistema es jodido”, añade.

Hasta ella, con una carrera sólida a sus espaldas, afirma que en ocasiones tiene que justificar algunas de sus acciones: “que por qué cojo la cámara, que por qué hago esto o lo otro, y eso a los hombres no se les pregunta nunca”.