Los 7 mejores álbumes de Joan Manuel Serrat en los 70 y 80

Joan Manuel Serrat es, sin duda, uno de los cantautores más influyentes y prolíficos de la música en español. Su carrera, que abarca más de cinco décadas, ha dejado una huella imborrable tanto en la cultura catalana como en la hispanohablante en general. Sin embargo, sería durante las décadas de los años 70 y 80 cuando su creatividad alcanzó cotas simplemente extraordinarias, con álbumes que se convirtieron en auténticas joyas de la música popular.

Durante los años 70, Serrat cimentó su carrera con álbumes que no solo contenían éxitos radiales, sino que también revelaban una faceta más comprometida y poética. Uno de los álbumes más destacados de esta década es "Mediterráneo" (1971), considerado por muchos críticos y fans como su obra maestra. El álbum, compuesto por canciones como "Aquellas pequeñas cosas", "Pueblo blanco" y la emblemática "Mediterráneo", refleja una sensibilidad profunda y una conexión con la tierra y el mar que han calado hondo en el imaginario popular. Esta obra ha sido reconocida como uno de los mejores discos de la música en español de todos los tiempos.

Otro álbum que merece una mención especial es "Dedicado a Antonio Machado, poeta" (1969), aunque fue lanzado precisamente al final de los 60, su influencia se mantuvo impertérrita durante toda la siguiente década. En este trabajo, Serrat pone música a los versos de uno de los poetas más importantes de la lengua española, Antonio Machado. La colaboración entre la poesía de Machado y la música de Serrat fue aclamada tanto por la crítica como por el público, consolidando al cantautor como un puente entre la música y la literatura.

En 1974, Serrat lanzaría "Para piel de manzana", un disco que refleja una transición estilística en su carrera, donde se aprecia una mayor experimentación con sonidos más complejos y letras que profundizan en las emociones humanas. Canciones como "Mi niñez" o "De cartón piedra" muestran un lado introspectivo y nostálgico, consolidando su imagen de trovador reflexivo.

La llegada de los 80 marcó un cambio en la sonoridad y estilo de Joan Manuel Serrat. Esta década comienza con el álbum "Tal com raja" (1980), un disco en catalán que refleja tanto su compromiso con sus raíces como su capacidad para reinventarse. Con canciones como "Temps era temps", Serrat repasa momentos de la posguerra y la vida cotidiana en España, reflejando su habilidad para narrar historias universales a través de una óptica muy personal.

Otro trabajo relevante de esta década es "En tránsito" (1981), donde destacan temas como "Hoy puede ser un gran día" y "Esos locos bajitos". En este álbum, Serrat retoma su faceta más crítica y filosófica, abordando temas como la infancia, la educación y el paso del tiempo, todo ello con una frescura y vitalidad que lo conectaron con nuevas audiencias.

En 1983, Serrat lanza su álbum en vivo "En directo", grabado durante una serie de conciertos en Barcelona. Este disco captura la esencia del Serrat en vivo, mostrando su carisma y conexión con el público, además de ofrecer nuevas versiones de algunos de sus mayores éxitos. La energía de estas grabaciones consolidó su reputación como uno de los artistas más importantes del mundo de habla hispana.

Por último, en 1986 Serrat lanza "Sinceramente teu", un álbum donde colabora con importantes artistas brasileños como Caetano Veloso y María Bethania, mostrando una faceta más internacional de su carrera y explorando sonoridades latinoamericanas que le dieron un nuevo aire a su música..

La década de los 70 y 80 fue clave para el autor no solo en términos de la evolución artística de Serrat, sino también por la forma en la que su música influyó a generaciones venideras de cantautores patrios. Artistas como Joaquín Sabina, Víctor Manuel y Silvio Rodríguez han citado en alguna ocasión a Serrat como una de sus principales influencias, demostrando con ello su capacidad única y genial para fusionar poesía y música.

En términos de impacto cultural, Joan Manuel Serrat no solo logró conquistar al público de España, sino que también se convirtió en un referente más allá de sus tierra, en América Latina, y especialmente en países como Argentina, donde su música se hizo fuerte al resonar profundamente en tiempos de dictadura y crisis social. Temas tan icónicos como "Cantares" y "Lucía" se terminaron convirtieron en una suerte de himnos de resistencia y amor para la audiencia hispanohablante en general.

De esta forma, queda claro que Joan Manuel Serrat durante las décadas de los 70 y 80 vivió un periodo de crecimiento artístico sin apenas precedentes. Sus álbumes de esta época no solo están repletos de éxitos, sino que también han sido objeto de estudio y admiración por su complejidad lírica y musical. Serrat ha sido, y sigue siendo, una figura esencial en la música y la cultura iberoamericana, y su legado sigue inspirando a nuevas generaciones de artistas y oyentes.