Corría el año 1985 y Black Sabbath se había vuelto a reunir después de unos años para ensayar. Se acercaba el Live Aid, dos conciertos benéficos en Londres y Philadelphia para recaudar fondos que iban a destinarse a Etiopía y Somalia. El mítico grupo de Heavy Metal, formado por Ozzy Osbourne, Geezer Butler, Bill Ward y Tommy Iommi debía ultimar detalles sobre las tres canciones que iban a tocar. Era una sesión privada a la que acabó accediendo Madonna, que también iba a participar en los conciertos. Lo que ocurrió después es historia.
En entrevista con la radio estadounidense SiriusXM, el guitarrista Tommy Iommi relata cómo, sin saber que se trataba Madonna, acabó pidiendo a seguridad que la echara del local por ser una sesión privada. "Fue un verdadero desastre (...). "Tenían una habitación reservada para que ensayáramos. Comenzamos a tocar y luego nos pusimos a hablar sobre los viejos tiempos. La mayor parte del ensayo fue charlar", cuenta Iommi.
Madonna y una acompañante entraron en algún momento y algo incomodó al guitarrista. "Cuando ensayamos, era una sesión privada, así que fue realmente incómodo para mí ver entrar a esas dos chicas en el fondo de la sala. Entonces le dije a un miembro de nuestro equipo 'mira, hay personas entrando. Mejor échales, es un ensayo privado'. Él subió y se lo dijo, pero resulta que era Madonna, así que fue un poco bochornoso", rememora.
El grupo se reunió más tarde en el bar del hotel, donde también se encontraban Judas Priest, que también participaban en el Live Aid. "La noche anterior al concierto volvimos al hotel y por supuesto todos acabamos en el bar, lo que fue un peligro porque todos teníamos demasiado alcohol", recuerda el guitarrista de Black Sabbath.
La juerga del día anterior le pasó factura. "Tenía una terrible resaca cuando estábamos en el escenario. Quiero decir, no esperábamos tocar tan temprano, pero lo hicimos. No me sentía precisamente en la cima del mundo y no creo que ninguno de nosotros lo hiciera", bromea Iommi.