Camilo Sesto. Sí, el de 'Jesucristo Superstar', el de 'Mola mazo'y, por supuesto, el de 'Vivir así es morir de amor', la canción que se convirtió en todo un himno que ha trascendido varias generaciones desde los años 70 y que, aún hoy, se sigue cantando a pleno pulmón en las discotecas.
La canción se lanzó en 1978 dentro del disco 'Sentimientos' y muy pronto alcanzó los Top 1 de las principales listas de música nacionales e internacionales gracias al desgarro y la pasión con la que Camilo Sesto hablaba de la hartura que tenía al enamorarse una y otra vez de la persona equivocada y no correspondida.
'Vivir así es morir de amor' siguió formando parte del repertorio del cantante de Alcoy durante toda su carrera, pero antes de este 'hitazo' él ya había triunfado.
El éxito de Camilo Sesto empezó en los años 70, cuando comenzó su carrera en solitario bajo el nombre aún de Camilo Sexto, con X, aunque se lo cambiaría a la S definitiva con la grabación de su primer disco, 'Algo de mí', producido por Juan Pardo, y con el que alcanzó la fama rápidamente.
En 1975, Camilo Sesto decidió comprar los derechos de explotación de 'Jesucristo Superstar' para adaptarla y representarla en España. Fue un éxito rotundo. La obra se estrenó el 6 de noviembre de 1975, pocos días antes de la muerte del dictador Franco y en una España convulsa y muy recelosa de meterse con los temas de la iglesia.
Los 12 millones de inversión que invirtió el cantante los rentabilizó con suma facilidad en los más de cuatro meses que el musical se estuvo representando en el Teatro Alcalá Palace de Madrid, y el rédito económico de esta operación le perseguiría toda la vida.
A finales de década llegaría otro punto álgido de sus primeros años de carrera artística. Camilo Sesto ya se encontraba triunfando con 'Vivir así es morir de amor' y, finalmente, el 6 de noviembre de 1979 canta en el Madison Square Garden de Nueva York ante más de 45.000 personas y es bautizado como 'El Frank Sinatra español'. Eran sus tiempos de gloria. Repetiría en el escenario neoyorquino en 1982 mientras seguía cosechando los frutos de su talento musical.
Mientras que en España estaba en pleno auge 'La Movida Madrileña', Camilo Sesto seguía triunfando dentro y fuera de nuestras fronteras. Si Alaska y los Pegamoides, Burning, Nacha Pop o Loquillo eran los referentes de una nueva generación de jóvenes que disfrutaban de los primeros años de democracia en España, Camilo Sesto seguía entroncando con la generación anterior y cosechando éxitos dentro y fuera de nuestras fronteras.
En su papel de 'amo y señor de la música' también produjo los dos primeros álbumes de un incipiente Miguel Bosé, a quien se llevó a los estudios de grabación de Londres. Según decía el propio Camilo en una entrevista publicada por El País, a Miguel Bosé solo "le había oído tararear y bailar. Me lo llevé a Londres y cuando iba a cantar le tuve que dar una copa de coñac porque temblaba todo. Era su primera vez en un gran estudio". Sin embargo, todo se torció en 1988.
La fama de Camilo Sesto comenzó a caer en la década de los 90. A finales de la década de los 80, el cantante valenciano decide retirarse temporalmente de los escenarios para dedicarse al cuidado de su único hijo, Camilo Blanes, cuya custodia acababa de conseguir tras separarse de su mujer, la mexicana Lourdes Ornelas.
En 1991, cuando Sesto quiso volver a retomar su carrera artística, ya era demasiado tarde. A pesar de que seguía teniendo un talento indudable, el silencio musical durante aquellos años había "adormecido" a sus antiguos fans y había hecho imposible conectar con nuevas generaciones. Ya no servía únicamente cantar al amor y al desamor, con más o menos garra: el público demandaba más. Además, durante aquel tiempo había crecido con fuerza la imagen del Camilo Sesto amante del alcohol y cuya vida personal superaba a la vida profesional.
A pesar de alcanzar la mágica cifra de 100 millones de discos vendidos en todo el mundo y de batir récord de ventas con '30 grandes éxitos Camilo Superstar', la España post Juegos Olímpicos, moderna y con la vista puesta en Europa, no terminaba de enganchar con un artista que formaba parte del pasado, de aquellos 70 que ya habían quedado atrás. Pero llegó el cine y, de nuevo, su 'Vivir así es morir de amor' para salvarle cual Ave Fénix.
A finales de los 90, Camilo Sesto seguía siendo un auténtico ídolo en América, pero no así en España. Su personaje en la vida privada ya había superado al artista que había triunfado hacía casi 30 años. No había sabido gestionar la tremenda fama que había adquirido, y su figura era más objeto de mofa que de reconocimiento.
En este contexto, llega al cine la película 'El grito en el cielo', dirigida por Félix Sabroso y Dunia Ayaso y en la que un taxista, encarnado por el actor Pepón Nieto, se presenta a un concurso para imitar a Camilo Sesto cantando 'Vivir así es morir de amor'.
"Esta película celebraba mucho la cultura pop y los nacidos en los 60 teníamos una propensión hacia este tipo de artistas", nos cuenta el propio Félix Sabroso. "Durante toda mi niñez Camilo Sesto era fascinante. Recuerdo tener un montón de discos suyos y cuando hicimos la película decidimos meter esta canción porque para mí era muy especial y se produjo un fenómeno de recuperación de la canción. Sacamos single promocional y se convirtió en una canción que volvieron a pinchar los DJ en las discotecas más pop".
Camilo Sesto cedió los derechos de la canción para la película y fue un movimiento que le salió bien. "Era un homenaje muy divertido hacia su persona y fueron unos años en los que se recuperó muchísimo su imagen", concluye Sabroso.
Toda estrella se termina apagando. Tarde o después. En el caso de Camilo Sesto, su decadencia musical se juntó con sus problemas de salud, enfocados en su maltrecho hígado. En el año 2000, mientras Camilo Sesto se recuperaba de un trasplante de hígado, nacía una nueva banda de pop-rock destinada a triunfar: El canto del loco. Los de Dani Martín versionaron el 'Vivir así es morir de amor' en su álbum de debut, y lo reventaron.
En 2002, no obstante, llegó el que fuera el último coletazo exitoso de Camilo Sesto. Dentro de su disco 'Alma', con canciones dirigidas al amor, se incluye un tema llamado 'Mola Mazo', que se convertiría casi en un nuevo himno generacional por recoger una expresión popular entre los más jóvenes, sobre todo en Madrid, y que hace que terminen de descubrir a un artista que habían empezado a escuchar con El canto del loco. Camilo, entonces, cambia la americana de 'gentleman' por la chupa de cuero, y consigue volver a disfrutar del éxito.
Los últimos años de la vida de Camilo Sesto son una mezcla de problemas de salud, conciertos en América del Sur, numerosos reconocimientos, como el Disco de Diamante, y la pulverización de cifras astronómicas en la venta de discos, con hasta 175 millones de copias vendidas.
Al final siempre nos quedará el legado musical de un cantante total que formó parte de lo que podemos llamar el 'club de los tres grandes', formado también por Raphael y Julio Iglesias. Cada cual se quedará con el Camilo Sesto que más le guste, pero siempre seguirá siendo pieza clave en nuestra historia musical.