Como diría mi madre “esta chica se conserva en formol”. Es increíble cómo se mantiene Cher que acaba de cumplir 76 años y sigue presumiendo de tipazo, tiene una pinta espectacular y luce una melena estupenda. Desde Uppers vamos a revelar cuál es el secreto de la eterna juventud de Cher para quien quiera tomar nota. Adelantamos que implica constancia y disciplina, aunque la genética en su caso también influye.
La cantante y actriz estadounidense Cherilyn Sarkisian, a la que conocemos como Cher, nació el 20 de mayo de 1946 en El Centro, California. Su madre siempre ha tenido una figura envidiable y según detalla la prensa internacional por las venas de ambas corre sangre irlandesa, inglesa, alemana y cheroqui. En cuanto a su padre John Sarkisian, es de California como su hija, pero su familia era armenia.
Cher estará un poco cansada de que le pregunten cómo consigue mantenerse tan joven y muchos envidiosos aprovechan para hacer comentarios con sorna al respecto. Bromean con que ha hecho un pacto con el diablo y cosas parecidas… Aun así, ella nunca pierde el sentido del humor. Ha reconocido que una parte importante de su buen aspecto se debe a los retoques con el bisturí, aunque insiste en que sin una buena alimentación y el machaque a diario en el gimnasio nada sería posible.
Cuentan que probablemente haya entrado en el quirófano en más de 20 ocasiones para someterse a distintas intervenciones para moldear su rostro y su figura, que bien se podría calificar de escultural. Primero corrigió su nariz cuando ya era de sobra conocida como cantante y empezaba su incursión en el cine.
En 1965 junto a su primer marido Sonny se había hecho famosa en todo el mundo con la canción I Got You Babe. De ese matrimonio a los cuatro años nació su hijo Chaz. Mucho después, en 1976, fruto de su relación con Gregg Allman llegó su segundo hijo Elijah.
Mientras, Chef modificó sus pómulos, el busto, el ombligo y hasta las pantorrillas, a lo que siguieron alguna que otra liposucción y tratamientos de rejuvenecimiento facial. No en vano, Cher afirmó en 2018 en una entrevista con Lorraine Kelly para la televisión británica ITV, que “en mi trabajo envejecer y extinguirse van de la mano”: un mantra que sigue teniendo presente.
Además de su genética y de la destreza de su cirujano de cabecera John Grossman, que en parte gracias a ella alcanzó prestigio profesional y reconocimiento en Beverly Hills, muchos se preguntan cuál es la poción mágica y secreta que ha encontrado Cher para mantener el brillo de la juventud. La realidad es más sencilla: la cantante tiene claro cómo repercute en el organismo la comida saludable y la práctica de deporte.
Ya en los años noventa grabó unos vídeos de ejercicios, igual que hizo Jane Fonda por entonces, ideales para mantenerse en forma y moldear la figura. Con un cuerpo envidiable aconsejaba a sus seguidores que “no hay que empezar así, pero hay que empezar”. También publicó un libro con sus secretos, Cher Forever Fit: The Lifetime Plan for Health, Fitness, and Beauty en el que subrayaba que “Me he matado en el gimnasio para tener este cuerpo. No es que tenga un secreto maravilloso que nadie más sabe”.
Así fue recogiendo un éxito tras otro. Su interpretación en la película Hechizo de Luna junto a Nicolas Cage le valió el Oscar a la Mejor Actriz en 1988, además de tres Globos de Oro y el Premio a la Mejor Actriz en el Festival de Cine de Cannes en otras ocasiones. Con la música ha recibido un Premio Grammy y un Premio Emmy.
Cher es consciente del paso de los años y de que “a mi edad tienes que esforzarte el doble” tal como ha declarado en una entrevista más reciente. Detalla que va al gimnasio cinco días a la semana y nunca dice que no a nuevas actividades. Con 70 años aseguró en la revista Hello que estaba practicando surf. No es de extrañar por tanto que siga subiéndose al escenario con una energía increíble. Igualmente se puede permitir mantener su estética preferida con ropa ajustada, semitransparente y llena de brillos.
Para ella la dieta es otro básico de su día a día y apuesta por una alimentación saludable. Casi no come carne y no prueba el queso ni la leche entera. Afirma que el queso en concreto contiene demasiada grasa y colesterol. Cree que los lácteos no son buenos y los que consume son desnatados. Tal vez el único desliz que comete es con los postres, que le encantan, pero consigue controlarse. Durante la entrevista con Lorraine Kelly asimismo confirmó que: “No fumo, no bebo y no tomo drogas”.