El tiempo pasa factura, incluso para los grandes músicos todoterreno como Phil Collins. El tiempo y las adicciones. El cantante británico del legendario grupo Genesis se retira tras varias recaídas y problemas de salud. "Es muy frustrante, pero estoy un poco noqueado físicamente. Apenas puedo coger la baqueta con esta mano, por lo que hay cosas que no puedo hacer", afirmaba el líder de la banda.
Ya lo anunciaba unos meses atrás, cuando el artista confesaba a la cadena BBC que era incapaz de sujetar las baquetas. Collins, de 70 años, admitió que le entristecía tener problemas físicos porque le gustaría tocar con su hijo, Nic Collins, pero que "hay ciertos problemas que lo impiden".
En sus últimos conciertos, se veía obligado a cantar sentado a causa de sus molestias en la espalda y no dudaba en hablar abiertamente sobre su inminente retirada: "Ya no estoy para hacer giras", afirmaba. Será su hijo, Nic, quien le sustituya en el grupo para el esperado proyecto.
Aunque Collins había anunciado por primera vez su retirada hace 20 años, el grupo decidió unirse de nuevo. Unos shows en los que ya se veía el deterioro físico del cantante que apenas se sostenía en pie.
El pasado sábado dejó a su público muy preocupado tras su actuación en Londres junto a Genesis: estuvo sentado todo el concierto y tuvo que retirarse del escenario acompañado de un bastón. Así, se despedía de la música tras medio siglo de trayectoria. Este último es el final de tres conciertos de despedida que la banda programó en Londres para el 2021.
En el año 2007 Collins sufrió el primer problema grave de salud cuando se dislocó una vértebra en medio de una de las giras de Genesis, un traspiés que derivó en graves daños en los nervios de las manos.
Dos años después, tuvo que someterse a una cirugía de espalda y después otra en 2015 que afectó de nuevo sus nervios. La enfermedad degenerativa que padece le impide utilizar las manos y mantenerse en pie durante los shows.
Estos problemas junto a la controvertida separación de su mujer Orianne Cevey le llevaron a anunciar su retirada en 2011, tras reconocer que todas estas situaciones complicadas le habían hecho consumir peligrosamente alcohol. Esta adicción derivó más tarde en una pancreatitis, por la que tuvo que ser operado de urgencia en 2012.
Además de todo ello, también ha tenido incidentes de varias caídas y accidentes por el poco control que tiene de su cuerpo, y fue diagnosticado de diabetes. Su representante afirmó en un comunicado que Collins sufría el síndrome del 'pie caído', lo que le provoca dificultad para levantar la parte delantera del pie y que es resultado de la segunda operación de espalda y lo que le impedía caminar con normalidad.
En 2013 se reconciliaba con Cevey, que se había casado después del divorcio, pero el año pasado estallaba de nuevo la polémica cuando ella anunció que dejaba al músico porque “no se aseaba” a causa de la depresión que padece. Su expareja le acusaba de no ducharse ni lavarse la boca en meses, además de culparle de su separación por el consumo de alcohol y el abuso de medicamentos. Otra noticia que hizo saltar las alarmas de sus seguidores y que era solo un antecedente de la despedida final del artista.