Hace ya más de 20 años que el mundo entero conoció a Monica Lewinsky cuando solo tenía 22 años y era becaria de la Casa Blanca durante el mandato de Bill Clinton, con el que mantuvo una relación que posteriormente se convirtió en un escándalo no solo para el expresidente de Estados Unidos, también afectó, y mucho, a Lewinsky. Tras acabar sus estudios en psicología, entró como becaria en el capitolio que le cambió la vida. ¿Qué fue de ella después de que saliese a la luz su relación con Clinton?
A sus 47 años Lewinsky ha intentado desligarse de aquella historia que ella misma ha calificado de abuso de poder de todas las formas posibles. La mujer fue víctima de acoso y escarnio público después de que se conociesen todos los detalles de los encuentros sexuales con Clinton, 27 años mayor que ella, en unas conversaciones con Linda Tripp, excompañera en la Casa Blanca, grabadas sin su consentimiento.
Tras todo aquel escándalo en el que los medios también tuvieron un papel importante, "solo en el Washington Post aparecían 125 artículos sobre el tema, solo en los 10 primeros días", contaba hace unos años en Vanity Fair alegando fue utilizada como arma fiscal y de los medios donde su vida fue totalmente diseccionada. Luego estuvo el revuelo del vestido azul manchado de semen, una de las prendas más polémicas de la historia que la joven guardó, presentó como prueba y que con el análisis de ADN terminó siendo la prueba definitiva de su idilio.
En aquellos momentos Lewinsky probó suerte en diferentes ámbitos, dio entrevistas en los medios que fueron vistas por millones de espectadores y tras ello se apuntó a la moda con una línea de bolsos y accesorios que terminó por desaparecer en 2004. Después su vida fue muchos más discreta, etapa en la que obtuvo un máster en psicología social.
Aún así, aquel aislamiento laboral y social le llegó a provocar un trastorno de estrés postraumático. "Todos podemos estar de acuerdo en que cometí errores, pero tener que nadar en ese mar de soledad fue aterrador", llegó a contar más tarde. Poco a poco empezó a volver, hablando con mayor madurez sobre el caso que la puso en el ojo del huracán.
Una de sus grandes oportunidades ha sido en la revista Vanity Fair, donde en 2014 publicó su primer artículo en el que hablaba claramente del aquellos años lamentando lo que pasó con Clinton. "Seguro, mi jefe se aprovechó de mí, pero siempre me mantendré firme en este punto: fue una relación consentida por ambos. Cualquier abuso llegó después, cuando me convirtieron en cabeza de turco para proteger su poderosa posición", escribía entonces.
"No mentir me había expuesto a las críticas por tratar de 'capitalizar' mi notoriedad. Aparentemente, que hablen de mí está bien; que yo cuente mi historia, no. Con el tiempo, el circo mediático se calmó, pero nunca avanzó realmente, ni siquiera cuanto yo intenté seguir adelante", escribió en aquel mismo texto.
En la misma revista hablaba en febrero de 2018, en pleno inicio del movimiento #MeToo, para volver a tratar el caso. "Ahora, a los 44 años, empiezo a entender la gran diferencia de poder entre un presidente y una becaria en la Casa Blanca. Existen los desequilibrios de poder y el abuso, incluso cuando el sexo es de mutuo acuerdo", escribía.
Desde entonces comenzó a colaborar en la publicación, a ejercer como activista y ahora tiene en camino una miniserie, de la que es productora, que se estrenará en los próximos meses dentro de la serie antológica que se titulará 'American Crime Story: Impeachment', tercera entrega de la ficción, que narrará el proceso de destitución al que se sometió Clinton tras el escándalo con Lewinsky. Entre el reparto destacan Beanie Feldstein que interpreta a la joven becaria, Clive Owen que hace lo propio con el expresidente y Sarah Paulson encarna a Linda Tripp.
Antes, en 2018, pudimos conocer más sobre su perspectiva de la historia cuando se estrenó el documental 'The Clinton Affair. En Vanity Fair, su hogar para explicarse, contó que participó en este documental y no habló antes porque la directora le hizo ver que prácticamente la totalidad de libros escritos sobre el caso estaban escritos por hombres. "La historia está literalmente escrita por hombres. La docuserie no solo incluye más voces de mujeres, sino que encarna la mirada de una mujer: dos de las tres editoras principales y cuatro de las cinco productoras son mujeres. Puede que no me guste todo lo que se ha incluido en la serie o que se ha dejado de lado, pero me gusta que las mujeres formen la perspectiva".
Pero este no será el único proyecto audiovisual en el que se verá envuelta, pues tras estos años en los que se ha forjado una imagen de activista y conferenciante, ha firmado un acuerdo con 20th TV para la producción de nuevos contenidos audiovisuales, tarea que combinará con sus diferentes charlas. Monica Lewinsky ha logrado 25 años después reconducir su vida tras estar en el foco mediático mundial cuando solo era una becaria, una nueva posición que ha tardado años y años alcanzar y tras mucho silencio de por medio.