Culebrón es una palabra que suelen usar las personas que jamás verían culebrones. Tiene un tufillo despectivo. Quienes veían series dramáticas televisivas en Latinoamérica veían siempre 'la novela'. Puede que la 'telenovela', nunca el culebrón. En España su uso está más normalizado pero no deja de tener cierta condescendencia. Por la misma razón que una telenovela jamás será una 'serie': es un género muy específico, anclado en el melodrama y el plot twist de trazo más bien grueso, que no por eso dejó de tener sus grandes momentos de maravilla artística.
Algunos ejemplos: Tony Ramos haciendo de dos hermanos gemelos que se encuentran en 'Baila conmigo' (1981); esa escena de 'Amor en silencio' (1988) en la que (spoiler alert) los protagonistas son asesinados; o, más recientemente, la memorable escena de la '¡Maldita lisiada!' en 'María la del barrio' (1995), que concentra en sí misma lo mejor y lo peor del género, que de hecho es lo mismo.
Sin alcanzar semejantes cuotas de (sobre) actuación, 'Cristal' (1986) siempre tendrá su lugar en la historia televisiva por haber sido un fenómeno cultural a ambos lados del charco, merito que se debe en gran parte a la espectacular química de sus protagonistas Jeannette Rodríguez y Carlos Mata.
La pareja, que de hecho vivió un espectacular reencuentro hace poco en nuestro país, se vio a partir de dicha telenovela catapultada a una fama internacional que ha trascendido las décadas y que llevó al actor, según ha confesado el mismo, a padecer el llamado 'síndrome del impostor', según confesaba a la revista 'Semana'.
Lo cierto es que el ya veterano actor vive y trabaja ahora en España -actualmente viene presentando el unipersonal musical 'Desnudo con sombrero' en el Teatro La Latina-, donde recaló en busca de paz después de tantos años ajetreados. Aún recuerda como tuvo que parar durante toda una década, para volver recupera su vida. "Yo me despertaba a medianoche y no sabía en qué país estaba, ni dónde estaba, ni qué hora era... Básicamente, dejé todo por mi familia, por mis hijos", le dijo a Semana.
A España vienen a visitarlo sus tres hijos, Carlos Javier, Christian y Santiago, fruto de su relación con Marlene Maseda, de quien se separó hace ya más de 20 años. El mayor de sus hijos, de hecho, se casó hace poco en Madrid.
Mata, que en 2004 se volvió a casa con Maigualida Torres, tuvo que afrontar algunos problemas de salud ya que hace dos años le detectaron un carcinoma para lo que se tuvo que operar en EE UU. Ya de vuelta a España, a la que asegura nunca ha dejado de considerar su patria, está más que feliz de reencontrarse con su público.