Señor Wences, el tío ventrílocuo de José Luis Moreno que alcanzó la fama en Estados Unidos y tiene una calle en Nueva York
Antes de José Luis Moreno, en su familia estuvo el ventrílocuo más famoso del mundo, su tío, el Señor Wences
Poco conocido es España, en Estados Unidos fue toda una estrella hasta que falleció a los 103 años
Fue vecino de grandes estrellas, amigo de Ronald Reagan y aparecía habitualmente en la televisión estadounidense
Hasta hace unos días los ventrílocuos habían caído prácticamente en el olvido, pero de repente Macario y Rockefeller vuelven a estar en nuestra cabeza tras la detención del productor José Luis Moreno, una personalidad reconocida por varias generaciones de españoles debido a su amplia trayectoria profesional. Pero mucho antes que él, en su familia hubo otro ventrílocuo, Wenceslao Moreno, mejor conocido como Señor Wences que, a pesar de no ser reconocido en España, fue toda una estrella en Estados Unidos.
Nació en la localidad salmantina de Peñaranda de Bracamonte, donde tiene una calle con su nombre, otra en Salamanca, pero su fama al otro lado del charco ha hecho que también en Nueva York exista la Señor Wences Way, verdaderamente llamada calle 54. Pero, ¿cómo fue su vida para alcanzar la fama en América y prácticamente no recordarlo en España? Ya en 2010, el periodista Jorge San Román le dedicó un libro, 'La extraordinaria vida del Señor Wences', pero por ahí quedó, ahora, con su sobrino de plena actualidad, algunos, como el periodista Fernando de Luis-Orueta, han recuperado su figura.
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Emigró y triunfó
El Señor Wences nació a finales del siglo XIX y vivió 103 años hasta que falleció en 1999 en la Nueva York que tanto le había dado, aunque nunca se olvidó de España. Según recogía el diario El País hace más de una década, su vejez la pasó alternando seis meses en Estados Unidos y otros seis en Alba de Tormes, donde daba rienda suelta a su afición por pescar truchas.
En los años 30 se recorrió toda América, primero emigró a Sudamérica, asentándose como uno de los españoles más famosos del continente hasta el punto de lograr una mansión en Beverly Hills, ser vecino de personalidades como Rita Hayworth e incluso logró entablar una amistad con Ronald Reagan, entre otros de los grandes políticos y presidentes estadounidenses. No obstante, también tuvo relación con otras estrellas españolas que pasaban por América, como el pianista José Iturbe, aunque no todas eran buenas, con el músico Xavier Cugat parece ser que nunca se llevó del todo bien porque era demasiado catalán y una especie de imitación de Dalí.
Tras su éxito, decidió pasarse como la estrella que era por España, pero no tuvo el éxito esperado y, al presentarse de nuevo en Peñaranda de Bracamonte, al parecer llegó en un despampanante Mercury, los que no le conocían de antes seguían si hacerlo y tampoco sabían lo que era un ventrílocuo.
Un legado presente en la cultura estadounidense
Su legado en Estados Unidos se ha integrado de lleno en la cultura del país siendo el diálogo "It’s all right? It’s ok!" uno de los más famosos hasta el punto de llegar a aparecer en un capítulo de 'Los Simpson', pero también se le han hecho referencias en 'Scooby-Doo', 'Los Picapiedra, e incluso como recupera de Luis-Orueta en su hilo de Twitter, Danny de Vito le cita en 'Dos estafadores y una mujer'.
Johnny Martin, la gallina Cecilia o Pedro fueron algunos de sus muñecos más famosos que se pasearon por 'Los Teleñecos', coincidiendo con la rana Gustavo, y fueron un habitual en el programa de Ed Sullivan que se podía ver en todo Estados Unidos, hasta llegó a aparecer en algunas películas.
La Gaceta de Salamanca habla de él como niño de un chico que se caracterizaba por su ingenio, y que fue su hermano mayor el que le enseñó el arte de la ventriloquía, una profesión que le llevó a ganar 10.000 dólares por minuto de actuación cuando aparecía por televisión, era capaz de emitir 11 voces diferentes y casi no se notaba su movimiento de boca al hablar. Señor Wences estuvo en activo hasta que cumplió 100 años, cuando se retiró de los escenarios hasta que falleció en su casa de Manhattan y su viuda viajó hasta España para traer sus cenizas a su Salamanca natal.