Desde que saltara a la fama con solo 19 años en ‘Crónicas Marcianas’ y hasta hoy, a sus 45, Carlos Latre se ha convertido en uno de los humoristas más emblemáticos. A pesar de que son muchos los proyectos que han querido contar con él y sus imitaciones, el cómico ha confesado ahora haber llegado a estar arruinado.
Ha sido en el nuevo episodio de ‘A solas con’ donde se ha sincerado sobre el momento en el que sus ingresos no le llegaban para poder hacer frente a los gastos básicos: “Hubo un momento que no tenía ni para pagar el alquiler o la cuota de la casa”, ha afirmado.
La razón, tal y como él mismo ha querido desvelar, no fue otra que no haber optado por tomar buenas decisiones: “Fiché por la recién estrenada Cuatro y allí me plantean una sitcom en la que me firmaban tres temporadas”, ha explicado.
Fue tal la ilusión que le causó el diseño que, tras recibir la noticia, adelantó grandes cantidades de dinero de algunos de sus gastos: “Pagué todo el vestuario y los equipos para tres temporadas”.
Sin embargo, la decisión de los profesionales sufrió un giro radical después del estreno del formato como consecuencia de los malos datos obtenidos, que terminaron cancelándolo y provocaron que Latre se viera arruinado: "De repente, en el programa 5, la serie estaba fuera”.
Tras entender que “no podía depender de la televisión”, quiso lanzarse a la aventura y probar suerte en una faceta hasta entonces desconocida para él: "Le dije a mi mujer que no se preocupase, que iba a hacer una gira. A partir de ahí me di cuenta de que no podía depender de la televisión, no podía tener un solo cartucho. Ahí cambié de manager, empecé a hacer teatro y me empecé a ver a mí mismo como una marca, un producto. Quería tener estrategia, marketing, saber cómo iba a estar dentro de unos años".
El nuevo camino emprendido funcionó a la hora de conseguir unos ahorros, al poco tiempo tuvo que contraponerse a desequilibrios fiscales aunque el resultado no tuvo nada que ver con el anterior: “Ahí ya había otro punto de partida, ya tenía diversificada mi carrera y no fue una ruina total”.
Aunque lo descrito fue “una gran mierda, ahí ya tenía capacidad de reinventarse al día siguiente”. Sin embargo, desde ese momento no ha querido emprender en ningún gran negocio.