El sector inmobiliario está en constante evolución, no solo por el mercado en sí, son muchos los propietarios de viviendas que están en constante búsqueda de nuevas oportunidades, llegando incluso a rehipotecar una vivienda.
Rehipotecar significa solicitar una nueva hipoteca sobre tu vivienda habitual. Si todavía hay una hipoteca pendiente sobre ese inmueble, se cancela con la nueva hipoteca obtenida y se constituye una nueva hipoteca.
La búsqueda de oportunidades en el mercado inmobiliario puede hacer que alguien se pueda plantear la posibilidad de comprar una vivienda hipotecando el inmueble en el que reside en la actualidad. Especialmente, puede darse el caso en el que podamos encontrar un chollo, pero no queramos deshacernos de la casa en la que residimos. Ahí es donde aparece el concepto de hipotecarse para adquirir una propiedad nueva.
Aunque cada uno tienen sus razonas más que suficientes para rehipotecar una vivienda, los casos más habituales por lo que se rehipoteca una vivienda son:
La compra de una segunda residencia. Las hipotecas para residencias no habituales no tienen las mismas condiciones que los préstamos hipotecarios para la vivienda habitual. El importe que ofrecen los bancos es menor, como también suele serlo el plazo de amortización. Con algo de dinero ahorrado y rehipotecando tu vivienda habitual, podrías llegar a cubrir el precio de esa segunda residencia que quieres adquirir.
Hacer una reforma. Cambiar las ventanas o renovar la instalación eléctrica, por ejemplo, son reformas caras, pero que pueden ser muy necesarias. En este, u otros casos similares, rehipotecar es una buena solución para obtener el dinero necesario y llevar a cabo la reforma.
Reunificar deudas. La reunificación de deudas es una alternativa para reducir los gastos mensuales. Se trata de rehipotecar la vivienda y, con lo que obtienes, cancelas las deudas pendientes. Así el único gasto que debes afrontar cada mes es el de la nueva hipoteca.
Rehipotecar la casa para emprender: si necesitas financiación para empezar un nuevo proyecto vital, la rehipoteca puede ser una buena opción de conseguirlo a coste razonable. No obstante, ten muy en cuenta que tras la operación ya no solo estás arriesgando tu futuro económico al iniciar un nuevo proyecto, sino que también estás poniendo en riesgo tu casa.
Aunque no existen unos pasos obligatorios, ni una varita mágica para rehipotecar una vivienda, se suele seguir un mismo proceso para hacer todos los trámites. Muchos de ellos son muy similares a los dados con la primera hipoteca de la vivienda.
Contactar con el banco. Cuando se va a rehipotecar una casa, uno de los primeros pasos es informar al banco sobre la intención de rehipotecar la vivienda. Una vez informada, la entidad estudiará la viabilidad de la operación, como hace con cualquier otra hipoteca.
Aunque ya disponen de datos financieros del consumidor (recordemos que tiene contratado allí el préstamo hipotecario vigente), es más que posible que le soliciten cierta información extra. No obstante, antes de solicitar la información al banco sobre la nueva hipoteca, lo mejor es hacer números asegurarse de que la operación es viable para sus bolsillos.
Cancelar la hipoteca existente. Si el banco da el visto bueno a la concesión de la nueva hipoteca, el primer paso que se dará será cancelar la hipoteca existente. Es posible que se tengan que pagar ciertos gastos relacionados con la amortización anticipada de la hipoteca.
Formalizar la nueva hipoteca y firmarla. Tras cancelar la hipoteca originaria, solo quedará pendiente la concesión de la nueva financiación. Por lo general el capital de la nueva hipoteca sea la suma del pendiente del préstamo original más el importe solicitado de nuevo. Cabe recordar que habrá nuevos gastos por apertura de la nueva hipoteca.
¿Qué gastos tiene?
A los gastos de formalización del préstamo hipotecario hay que añadir los correspondientes a la cancelación de la hipoteca y la apertura de la nueva. Así, básicamente, los gastos de rehipotecar una vivienda son los siguientes:
Tasación.
Notaría.
Registro de la propiedad (tanto para cancelar la hipoteca antigua como para registrar la nueva).
Comisión de apertura.
Comisión por amortización anticipada.
Gestoría.
IAJD (Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados).