"Es la leche", debieron pensar las tres hermanas que heredaron su hermano fallecido una moneda que guardaba en su caja fuerte. En principio, que tu hermano mayor te deje una moneda de 10 céntimos -además del negocio familiar, una granja lechera que iba regular- para repartirse entre tres, no parecía nada generoso.
La sorpresa vino después cuando al examinar la moneda en cuestión, un ejemplar acuñado en 1975, las hermanas decidieron llevarla a un especialista que certificó que era una de dos ejemplares que se habían fabricado con un defecto que elevaba su valor exponencialmente. Terminaron vendiéndola por medio millón de euros.
La moneda, de cuya existencia ya se sabía y era objeto de deseo de coleccionistas, se conoce como la “moneda de diez centavos proof sin S” de 1975 y fue acuñada en la Casa de la Moneda de San Francisco. Representa al presidente, como todas las de 10 céntimos, Franklin D. Roosevelt con la palabra 'Liberty' por la cara, y es ahí donde esta presenta su peculiar anomalía: le falta la marca de ceca “S” que identifica su origen en San Francisco, según consigna AP News.
La historia de esta moneda es, además, bastante peculiar: al parecer comenzó en 1978, cuando la madre y el hermano de las jóvenes la adquirieron por 18.200 dólares -lo que equivaldría a unos 90.000 actuales- como una forma de inversión. Como es evidente, madre e hijo ya sabían de la singularidad de la moneda, aunque desde entonces su valor aumentó de manera que ninguno se esperaba.
La suerte de las hermanas, cuyo nombre prefieren mantener en reserva, no es sin embargo nada rara. Como se sabe, existen monedas de todo tipo, incluidas muchas antiguas pesetas españolas e incluso mendas de euro más o menos recientes, que alcanzan valores impensables.
Por eso conviene que si encontramos alguna en la que detectemos alguna peculiaridad, acudamos a algún especialista en numismática. ¿Quién sabe? Igual tienes la fortuna en la palma de la mano.
Por cierto, sobre al otro ejemplar conocido de la 'moneda de diez centavos proof de 1975, sin S', se vendió en una subasta en 2019 por 465.000 dólares, aunque meses después acabaría en en manos de un coleccionista privado.