La Navidades es una de las épocas del año en que se gasta más dinero. Regalos, adornos, salidas nocturnas, comidas… Todo esto puede hacer que compremos de forma compulsiva y excesiva, algo que puede convertirse en un problema de salud bastante grave.
Los psicólogos describen el Síndrome de la Compra Compulsiva, como un trastorno psicológico del control de impulsos, cuya principal característica son las preocupaciones excesivas relacionadas con las compras y la necesidad irresistible de gastar dinero de forma masiva en objetos innecesarios. Esto está acompañado por sentimientos de ansiedad, irritabilidad o malestar, y consecuencias desagradables como el endeudamiento.
Los compradores compulsivos se caracterizan por comprar de forma compulsivaa partir de una obsesión por el acto de consumir, perder el control sobre el impulso de comprar y repetir la acción de comprar pese al daño evidente que puede provocar deudas, problemas familiares, sociales, laborales… Todo esto, además, les hace sentir irritabilidad y ansiedad cuando no se puede concretar el consumo o el acto de comprar. Así, comprar puede convertirse en una adicción para muchos si entendemos esta acción como una dependencia a una actitud o conducta que nos quita libertad.
El psicólogo Antonio de Dios González, jefe del servicio de Psicología del Hospital Quirónsalud Marbella, explica cómo funciona nuestro cerebro: "Tenemos una serie de necesidades emocionales y, cuando no se cubren por medios naturales, las sustituimos. Las drogas, el alcohol, la comida y las compras son algunos de los posibles reemplazos de aquello que realmente nos hace sentirnos seguros y queridos. Ante una frustración, una manera de obtener placer rápidamente es ir de compras. La persona adicta compensa de una manera inconsciente el vacío emocional con las cosas que adquiere, supliendo con objetos materiales sus carencias afectivas o emocionales".
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7 consejos para evitar las compras compulsivas
La adicción a las compras es un problema muy caro, que puede poner la salud financiera en riesgo, pero existen algunas claves para poder superar este problema y recuperar el equilibrio:
En busca de la raíz del problema. Los compradores compulsivos tienden a gastar dinero en cosas innecesarias, pero gastar no es la verdadera razón el problema y para ponerle fin a esta adicción hay que ahondar más profundamente. El gasto compulsivo puede ser la respuesta a un problema emocional. La persona podría estar triste, o padecer ansiedad, y su respuesta es refugiarse en las compras. Pero a veces, comprar sin control también puede desencadenar otras sensaciones negativas como miedo, culpa o vergüenza. Hay que buscar la raíz del problema para ponerla solución desde el interior.
Paga siempre en efectivo. La tarjeta de crédito ayuda a gastar compulsivamente, lo mejor es no llevar la tarjeta y pagar las cosas con efectivo, siendo más conscientes de cuánto hemos gastado.
Apuntar los gastos. No importa si usas el móvil, un programa informático especializado o el papel y lápiz de toda la vida; pero es recomendable llevar un seguimiento de las compras que hacemos y de los gastos que tenemos todos los meses. Esto ayuda al ahorro y a evitar los gastos innecesarios.
Evita en impulso. Cuando estás comprando y ves algo que realmente quieres, el impulso se apodera de tu mente y quizá no pienses con claridad, es el momento de darnos un tiempo para pensar y razonar si realmente lo necesitamos y si es el mejor momento para invertir en ello.
Cuida tu vida social. Muchas veces los compradores compulsivos tratan de satisfacer sus necesidades sociales a través de las compras. Pero comprar no es, ni mucho menos, un sustitutivo de las interacciones personales.
Por eso es fundamental cuidar y ampliar la vida social haciendo actividades que implique el contacto con otras personas.
Haz una lista de lo necesario. Antes de salir a comprar, elaborar una lista de las cosas que realmente se necesitan para evitar gastos innecesarios.
Considera tu estado de ánimo. Los expertos aseguran que si alguien está deprimido, frustrado o aburrido, comprar impulsivamente parece ser una táctica efectiva para romper con este estado de ánimo no deseado. Estados de ánimo post-compra, sin embargo, no son uniformemente positivos.