El debate sobre las carreteras no cesa: España y sus autovías sin peajes recaudan un 76% menos que Europa
Los peajes vuelven a estar en el centro de la polémica después de que el Gobierno anunciase su intención de implantar este sistema de pago en la red de vías de alta capacidad del país
A pesar de que el rechazo ha sido casi unánime, España es uno de los países que menos recaudan por sus autopistas de toda la Unión Europea
Después de que el Gobierno anunciase el pasado mes de abril su intención de implantar un sistema de pago por el uso de la red de vías de alta capacidad para sufragar el déficit de inversión acumulado en la red de carreteras, que actualmente se sitúa en torno a los 8.000 millones de euros, los peajes han vuelto al centro de la polémica.
A pesar de que las últimas declaraciones del ex-ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, apuntaban a que el sistema solo se aplicaría si se alcanzaba un consenso con el resto de partidos políticos, el debate aún echa chispas, especialmente ahora que la Unión Europea ha aprobado el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que el Ejecutivo presentó a finales de abril y en el que se incluía la implantación de este sistema de financiación.
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Según el documento remitido por la Comisión Europea en el que se recogen las metas y plazos de cumplimiento que el Ejecutivo español se ha comprometido a alcanzar para recibir los fondos de recuperación europeos, la reforma en las autopistas y autovías del país debería estar lista y perfilada de cara a junio de 2022 para que pueda entrar en vigor, si todo sale según lo previsto, en 2024. Es decir: en tan solo tres años, podríamos tener un nuevo sistema de peajes en nuestras autovías y autopistas.
Rechazo casi unánime
Con esta medida, el Gobierno pretende internalizar los costes externos del transporte por carretera, creando incentivos para mejorar la eficiencia del sector y reducir las emisiones contaminantes. De este modo, no solo esperan financiar la conservación y mantenimiento de nuestra red de alta capacidad, sino también promover un transporte más sostenible siguiendo el principio de “quien contamina, paga”.
Esta decisión, sin embargo, ha sido duramente criticada desde el momento en el que se anunció. El rechazo entre las fuerzas políticas, las asociaciones y los conductores ha sido prácticamente unánime, y son pocos los que se han posicionado del lado del Gobierno.
Desde el Real Automóvil Club de España (RACE), señalan que con el pago de las autovías se quiere “hacer pagar de nuevo por algo que ya se paga”, y apuntan a que los conductores contribuyen con 30.000 millones de euros a las Arcas del Estado entre las tasas y los impuestos directos. En líneas generales se mueve la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que critican que los peajes supondrán un doble coste para los conductores.
La FACUA, por su parte, señala que el mantenimiento de las carreteras estatales debe “financiarse a través de los Presupuestos Generales del Estado” y no con un peaje que supone “un pago por igual a todos los usuarios, sin tener en cuenta criterios de renta o de capacidad económica”, una crítica que también comparten muchos de los usuarios que han mostrado su indignación en las redes sociales.
Atendiendo a los comentarios, parece evidente que en España se paga, y mucho, por conducir. Sin embargo, esta percepción es errónea o, al menos, lo es si se compara con los datos del resto de países de la Unión Europea.
España recauda menos por sus autopistas que el resto de la UE
Esto es lo que se desprende de un gráfico elaborado el pasado mes de marzo por la ACEA, la asociación europea de fabricantes de automóviles, en el que se muestra cuánto recauda cada país de la UE por coche matriculado. Según este gráfico, España es el país que menos recauda por vehículo matriculado de toda la Unión Europea, y por mucho.
En concreto, en nuestro país se recaudan 1.068 euros por vehículo para las arcas públicas, una cifra muy alejada de los 3.187 euros que suma Bélgica, el país que más cosecha junto con Austria, que suma 2.678, o Finlandia, con 2.523.
Si comparamos las cifras con las de los otros colistas de la clasificación, Grecia y Portugal, España sigue perdiendo. Nuestros vecinos suman 1.528 euros por cada coche matriculado, mientras que los griegos se llevan 1.264, una diferencia bastante significativa si se tiene en cuenta que son regiones más pobres que la nuestra.
Las diferencias no acaban aquí. Mientras que en el resto del territorio europeo están extendidos los peajes, en nuestro país menos de un 20% de las vías de alta capacidad están tarificadas, a pesar de que nuestra red es una de las más amplias y accesibles de todo el continente. De hecho, se calcula que, de media, en España se cobra un 76% menos por las autovías que en el resto de la Unión Europea, una cifra que se traduce en unas autovías peor conservadas por la falta de recursos.
Además, según señala otro gráfico de la ACEA, las recaudaciones relacionadas con las tasas e impuestos a los automóviles tampoco son de las más altas dentro del contexto europeo, ya que suman menos que las de otros países como Italia, que recauda 76.000 millones, Alemania, donde se superan los 90.000 millones, o Francia, que cosecha más de 83.000 millones.
¿Conclusión? A pesar de la opinión generalizada, la realidad en cuanto al tema de los peajes es mucho más compleja de lo que parece, y hay buenos argumentos para posicionarse tanto en contra como a favor.