En una estrategia dirigida a optimizar sus cifras de negocio, El Corte Inglés sigue cerrando los establecimientos de menor volumen de ventas. Antes de que acabe el verano, echará el cierre de sus establecimientos en el centro comercial La Vaguada (Madrid), Parquesur (Leganés) y Gran Vía (Bilbao). La medida ya se anunció en 2020 en el plan que la compañía estableció para adelgazar su estructura y equilibrar sus cuentas.
Antes de que acabe junio, se concretarán los plazos para los cierres previstos en Madrid. Por su parte, en Bilbao, la compañía de grandes almacenes también ha anunciado para agosto la clausura del centro comercial situado en el número 20 de la Gran Vía.
Con estas medidas, el objetivo del grupo que preside Marta Álvarez es, en el caso de Madrid, potenciar las cifras de venta de los centros con más afluencia de público, como son los de Castellana -el último en renovarse como oferta de lujo al estilo del londinense Harrods-, Sanchinarro y El Bercial. El fin último es explotar mejor su oferta eliminando las tiendas de menor tamaño y en régimen de alquiler para reforzar los centros propios mejor dotados.
Además, en enero, El Corte Inglés prescindió de otros establecimientos en Burgos, como el situado de la calle de La Moneda o la tienda ubicada en la calle Vitoria. En 2021, clausuró otros ocho centros comerciales; entre ellos, los de Francesc Macia (Barcelona), Linares (Jaén) o El Tiro (Murcia).
En esta línea de cambios, El Corte Inglés también ha transformado algunos edificios para transformarlos en 'outlet'. Los centros comerciales de Arapiles (Madrid), Sevilla Este o Guadalajara son ahora tiendas de productos descatalogados y rebajados. En pleno auge de ofertas 'chollo', ha decidido sacar partido a su inmenso inventario para llegar a un nicho de mercado más amplio al tiempo que incrementaba su presencia en el comercio online.
Con esta estrategia, el grupo no solo llegaba a los clientes habituales de las tiendas físicas, sino también a los más jóvenes, acostumbrados a la búsqueda de buenos precios y habituados al e-commerce.
Además de estos movimientos, El Corte Inglés prepara una operación de gran calado. La compañía está a punto de conseguir el permiso del Ayuntamiento de Madrid para construir su primer hotel en la calle Goya. El proyecto es reconvertir dos edificios de su propiedad (los situados entre la calle Goya y Conde de Peñalver) en un establecimiento hotelero.
Este nuevo proyecto puede ser una respuesta a un cambio de tendencia en el consumo. El objetivo de los consumidores es ahora adquirir experiencias y no objetos, algo que comenzó a despegar en 2016 y que la pandemia ha terminado de desarrollar de manera exponencial. La industria turística no es ajena al grupo, ya que uno de sus grandes activos es la Agencia de Viajes de El Corte Inglés. Entre julio 2019 y junio 2020, según datos de Statista.com, Viajes El Corte Inglés, con una facturación de unos 2.450 millones de euros, ocuparon el primer puesto del ranking de principales redes de agencias de viajes por facturación.
Los últimos movimientos de la compañía también ponen límite a un patrimonio sobredimensionado. Desde la compra de Galerías Preciados en 1995, El Corte Inglés vio crecer el número de establecimientos y de empleados, pero no tanto el volumen de negocio. Después de un 2020 con ebitda positivo y una cifra de negocio de 10.432 millones, con unas pérdidas netas sin provisiones de 445 millones de euros debido a las restricciones impuestas por la Covid 19, la compañía, cuyos resultados anuales se presentan en estos días, volvió en 2021 a cumplir las expectativas. En el primer semestre de ese ejercicio, las ventas en tienda del grupo alcanzaron niveles cercanos a los de 2019: facturó 5.503 millones, un 25 % más que el año anterior.